La Oficina de Violencia de Neuquén tendrá un equipo exclusivo para las guardias de madrugada
En la provincia se reciben un promedio de 31 a 55 llamadas diarias fuera del horario de atención del Poder Judicial y los fines de semana. Nombrarán a siete profesionales que trabajarán en las franjas inhábiles, incluido los feriados.
En la ciudad de Neuquén hay un promedio de 10 a 20 llamadas diarias a la Oficina de Violencia del Poder Judicial (OV) de lunes a viernes a contraturno -desde las 14 cuando cierra la atención al público hasta las 8 del día siguiente- y los fines de semana. Si se suman el resto de las unidades de atención que funcionan en Rincón de los Sauces, Cutral Co, Zapala, Chos Malal, Junín de los Andes, San Martín de los Andes y Villa La Angostura la cifra oscila entre 31 y 55.
“Fundamentalmente los feriados y los fines de semana es tremenda la forma en la que se ha incrementado la demanda de guardia”, aseguró el director de la OV, Juan Pablo Durán. Hasta el momento el servicio en esta franja de tarde/noche más sábado, domingo y feriados lo prestan operadores jurídicos especializados que trabajan en su horario habitual, y además rotan para garantizar la cobertura.
A seis años de la puesta en marcha de la OV, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) aprobó la creación de un equipo de operadores exclusivamente de guardia para toda la provincia. Esto permitirá dejar de sobrecargar al personal actual, que ha sido un foco de conflicto, y ofrecer una respuesta de calidad permanente.
La guardia tendrá en la primera etapa siete profesionales, que se desempeñarán de modo presencial en la sede Neuquén capital, ubicada en Leloir 881, y cuyo alcance será provincial. La selección se hará por concurso de antecedentes. El plantel trabajará en duplas, en franjas de seis horas, en el segmento inhábil (de 14 a 8) de lunes a viernes. Sábado, domingo y feriados prestarán el servicio las 24 horas. Comenzarán de jueves a lunes.
La función es canalizar las situaciones de violencia, que por su urgencia y gravedad, requieren la intervención inmediata de una jueza o juez de Familia. El operador u operadora es el que evalúa y le informa de las circunstancias para que sean dictadas las medidas cautelares de protección que están previstas en la ley 2785, por ejemplo una restricción de acercamiento. La demanda es telefónica y puede provenir de comisarías, hospitales, la Línea 148, el centro de atención a la víctima, áreas municipales.
Durán señaló que generalmente se piensa que las situaciones de guardia son de primera vez, pero hay muchos casos que ya se vienen tramitando y en los que ocurre un hecho que amerita una actuación sin demora.
“Son situaciones que hacen eclosión particularmente los fines de semana y en horario inhábil, por tanto esa demanda está siempre in crescendo”, afirmó.
Agregó: “La característica que nos diferencia de lo que se venía trabajando anteriormente es que garantiza particularmente un equipo especializado en esa circunstancia de emergencia como respuesta jurisdiccional oportuna, adecuada y eficaz fuera del horario hábil. Va a estar conformado este equipo justamente por funcionarios especializados, distintos a los que normalmente como operadores jurídicos de Oficina de Violencia veníamos dando ese servicio fuera de las 14 horas y hasta las 8 de la mañana. Este equipo va a estar integrado por funcionarios que trabajarán pura y exclusivamente en ese horario inhábil”.
Para eso deberán, como parte del entrenamiento, recorrer toda la provincia y conocer los organismos que integran el sistema de protección de derechos, ya que pueden ser requeridos desde cualquier localidad y tendrán que mantener contacto asiduo con referentes. Durán dijo que en un futuro si es necesario el equipo será descentralizado, pero por ahora “la mayor concentración de recursos tecnológicos que nos permiten tener un acceso directo en todos los juzgados y a todas las oficinas de la provincia lo podemos hacer mejor desde Neuquén capital”.
De hecho en el informe que se elaboró para el TSJ se menciona que “la conectividad telefónica en el interior es mucho menor a la de la ciudad capital. Debido a esto (los operadores jurídicos del resto de la provincia) no sólo se encuentran gran parte del mes de guardia sino que deben permanecer en el ejido urbano para tener señal”.
El director planteó: “nosotros hemos detectado y tenemos verificado un incremento en los índices de judicialización post pandemia que tenemos que seguir atendiendo, esto no va a retroceder. Existe otra realidad que se viene verificando más o menos desde hace cuatro años a esta parte y es la entrega de dispositivos de ubicación georeferencial.”
Explicó que “a la par de la demanda directa que se produce a través de comisarías, 148 y centros de salud, hay una gran cantidad de dispositivos de ubicación georeferencial como son los botones antipánicos, las tobilleras, las pulseras. Tenemos una demanda en guardia donde permanentemente estamos en coordinación con el comando de operaciones policiales que se dedica al monitoreo. El funcionario de guardia está recibiendo información de cualquier irregularidad. Nosotros tenemos una demanda enorme en ese horario inhábil, donde tenemos que informar al juez de guardia qué medida cautelar o readecuación de las medidas cautelares vigentes es necesario producir, conforme la irregularidad que se está informando”.
En números
- 9
- unidades de atención tiene la OV: 2 en Neuquén capital, 1 en Rincón de los Sauces, 1 en Cutral Co, 1 en Zapala, 1 en Chos Malal, 1 en Junín de los Andes, 1 en San Martín de los Andes y 1 en Villa La Angostura.
El 28% de los varones que pasaron por el DAV completaron el ciclo
Dentro del repertorio de medidas cautelares que el juez o la jueza de Familia puede dictar se encuentra la asistencia al dispositivo de atención a varones que ejercen violencia (DAV). En los cuatro años que tiene de existencia esta propuesta, más de la mitad de los usuarios llegaron por derivación (65%) y el resto lo hizo por demanda espontánea.
El DAV tiene una serie de instancias: primero la admisión, luego el paso por el grupo y por último el seguimiento y monitoreo. El período completo dura entre un año y un año y medio.
De los 702 usuarios que transitaron en los cuatro años (desde agosto de 2018 hasta junio de 2022), el 28% logró completar el ciclo. Esto significa que consiguieron una adherencia o pertenencia al espacio.
Lo que propone el dispositivo es revisar los roles y socialización de género, masculinidades, paternidades, crianza, infancias, violencia en el noviazgo, entre otros temas.
Desde principios de 2020 funciona un área de adolescentes y jóvenes que va desde los 16 a los 29 años. Los adultos, a partir de los 30.
Uno de los datos más relevantes del último informe del DAV es la modalidad laboral de los usuarios. La mayoría de los varones que asisten al espacio -el 54%- tiene trabajos informales, el 45% formal y el 1% es monotributista.
El 52% de quienes llegan lo hacen por denuncias que han realizado sus exparejas en situaciones de violencia de género. También se registran otros tipos de vínculos como hijos/hijas, compañeras de trabajo, de la universidad o de militancia.
En cuanto a los tipos de violencias ejercidas por los usuarios del DAV, el 70,6% de los casos informados fue psicológica, el 36,2% física, el 13.4% económica/patrimonial y el 4,8% sexual, con una predominacia de la modalidad en el ámbito doméstico.
Desde junio de 2021, y tras el femicidio de Guadalupe Curual, se abrió un dispositivo de atención a varones en Villa La Angostura, la única experiencia por ahora que existe en el interior.
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