“Hamlet la caja negra”, relectura patagónica de un clásico universal
Escena Teadanz Experimental pone en escena, cada sábado de julio en Ámbito Histrión, esta obra definida por su director Carlos Barro como “un gran show en el que la actuación, el movimiento y la cercanía con los espectadores dieran por resultado un espectáculo de alto impacto visual”.
Por Oscar Sarhan
Escénica Teadanz Experimental celebra con «Hamlet la caja negra» diez años de trabajo. Su director, Carlos Barro, bailarín y actor oriundo de Cutral Co, formado como intérprete en la Escuela Experimental de Danza Contemporánea de Neuquén (EEDC) y egresado de la carrera de Actuación de la Escuela Superior de Bellas Artes “Manuel Belgrano”, pensó su puesta en escena como “un gran show en el que la actuación, el movimiento y la cercanía con los espectadores dieran por resultado un espectáculo de alto impacto visual”. Esta fue su intención, y en gran parte lo cumple.
Cuenta Carlos que Hamlet fue para él una obsesión, una obra que siempre había querido hacer. Le parecía que esta pieza encerraba todo lo que es el teatro como arte. En un principio había pensado protagonizarla, pero, una vez obtenida la autorización del autor, empezó a crecer en su mente una puesta donde se veía como director. “Fue muy lindo vivir ese proceso –dice- porque entendí que necesitaba alejarme del personaje, y escuchar más lo que me imaginaba como puesta en escena. Encontré más placer en coordinar todas las voces, las verdades, que centrarme solo en un papel. Obviamente que interpretar a Hamlet es un reto para cualquier actor, pero yo me vi más seducido por crear el tejido de textos y acciones, que por el personaje en sí”.
El elenco está integrado por actrices y actores que ya trabajaron con Barro en otras producciones. Hay un nivel de entrega parejo en todos.
Es acertada la mirada que propone el director. Supo imprimir ritmo a la escena gracias a una línea de acciones clara, que no decae en ritmo ni en intensidad.
Obviamente que interpretar a Hamlet es un reto para cualquier actor, pero yo me vi más seducido por crear el tejido de textos y acciones, que por el personaje en sí”.
Carlos Barro, director de «Hamlet la caja negra».
En su dramaturgia, Daniel Fermani invita a la relectura de una búsqueda de verdad ya concebida desde el clásico, solo que aquí, desde el juego escénico, el viaje interior no culmina. He ahí su contemporaneidad, la subjetividad apropiada por el público, esa identificación que la vuelve atemporal y por ello, universal.
Digo esto como la búsqueda de una verdad que reside adentro de “la verdad”. El viaje es en espiral, y eso está evidenciado en la puesta, un sinfin de entradas y salidas, pasillos, periferia consciente de esa caja en la que se debaten los grandes temas universales.
Es una caja negra porque, como en todo vuelo (nunca mejor la metáfora), hay algo guardado para ser descubierto. Solo que, a diferencia de un avión, aquí, los espectadores son los encargados en desmantelar esos intersticios de un discurso locuaz, y que triunfa sobre la duda.
Cada sábado, el público agradece con un sostenido aplauso al elenco de Escénica Teadanz, por la entrega de su verdad, y a la que no debe bajarle el énfasis. Porque, cuando el trabajo avanza con la verdad, también avanza, libre y plena, esta gran mentira que es el teatro.
Dónde, cuándo, quiénes: ficha técnica de «Hamlet la caja negra»
Esta noche, a partir de las 21.30, y durante todos los sábados del mes, vuelve a subir a escena en Ámbito Histrión (Chubut 234, Neuquén), “Hamlet la caja negra”, una mirada al Palacio de Elsinore, a la mítica tragedia de William Shakespeare, escrita por el mendocino Daniel Fermani.
La dirección general de esta versión corresponde a Carlos Barro, timón del grupo Escénica Teadanz Experimental.
Integran el elenco Pablo Di Lorenzo, Analía Calvo, Mauricio Villar, Fernando Lesa Brown, Lucas Hernández, Diego Arangue y Mariel Suárez. El vestuario es de Yazmin Mer y el diseño luminotécnico es de Carlos Barro.
Entrada general: $1.000
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