El silencio del campeón
Basiloff obtuvo medallas de Oro, Plata y Bronca en el Mundial de Paranatación que se realizó en Madeira, Portugal. Fue figura en los Juegos Paralímpicos de Tokio de 2021.
Son las 6 de la mañana de un jueves cualquiera. La hilera del embarque del avión se ha formado y en medio de los muchos pasajeros hay un muchacho con ropa deportiva, bastones y una mochila de marca de natación. Naturalmente ignorado, pasa inadvertido entre la muchedumbre.
El vuelo de cabotaje es apacible y ya en la CABA es tiempo de recoger el equipaje. Frente a la cinta transportadora este joven espera con tranquilidad. Cuando llega su bolso, con plena autonomía, lo levanta y se retira del ya agitado Aeroparque, en el mayor de los anonimatos.
Lo reconozco porque lo he visto nadar junto al equipo convencional del club, en exigentes sesiones de sábado por la mañana.
A los pocos días nos enteramos, casi de casualidad, que el nadador Iñaki Basiloff obtuvo la medalla de Oro, en el Mundial de Paranatación que se realizó en Madeira, Portugal con una marca de 4:38:87 en 400 libres, aventajando al italiano Federico Bicelli (4:43:14) y al ucraniano Andrii Trusov (4:43:44).
Su nado es un estado de explosiva liberación. Cuesta entender cómo, con tan poco despegue del borde, pueda obtener luego un ritmo de carrera tan intenso. Su coordinación de fase subacuática y recobro aéreo, es de una pulcritud extrema.
Es allí cuando resuenan las palabras de este joven quien supo decir: “Cuando nado siento que vuelo porque puedo hacer cosas que afuera del agua no puedo y eso me encanta” O: “Para mí, la discapacidad no es un límite, sino más bien otro obstáculo que debo superar”.
Iñaki, de pequeño, contrajo mielitis transversa, una enfermedad que afectó su tren inferior. Por este motivo, comenzó a hacer natación como terapia de rehabilitación en la pileta del club Alta Barda de Neuquén. Debido a su mejora técnica fue observado por varios clubes y hoy entrena en el club Cipolletti, representando también a River Plate.
Con tan solo una prueba, la entrenadora Marcela Belviso le mostró un video de Guillermo Marro (triple medallista paralímpico) y le dijo “si querés ser como él, tenés todas las características para serlo. Sos un excelente nadador y tenés todas las condiciones, pese a que es un camino largo y difícil”.
A los 14 años participó de los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015, más adelante de los Juegos Juveniles de San Pablo 2017, tras la cual llegó su destacada participación en Lima 2019 con una medalla de Oro, seis de plata y una de bronce.
Basiloff fue una de las figuras argentinas durante los Juegos Paralímpicos de Tokio celebrados finalmente en 2021. El nadador de clasificó a cinco competencias y en cuatro de ellas hizo final. Incluso en dos pruebas, los 400 libres y los 200 medley, quedó 4° a un paso de asegurar su primera medalla. Hoy con tan solo 21 años, ya es uno de los máximos referentes en su disciplina, tras el mundial portugués donde participaron 600 nadadores de 70 países.
La natación adaptada o paranatación es un deporte practicado por atletas con discapacidad física, visual e intelectual. Hay tres grandes grupos clasificatorios: S1-S10 para nadadores con discapacidades físicas; S11-S13 para nadadores con discapacidades visuales, y S14 para nadadores con discapacidades de aprendizaje. El deporte es regulado directamente por el Comité Paralímpico Internacional.
Los eventos son sustancialmente los mismos que en la natación convencional: 50, 100 y 400 metros, en los estilos libre, pecho, espalda y mariposa, con eventos de estilos combinados (medley), en pruebas individuales y en postas, separadas para mujeres y varones.
En tiempos en que observamos el prematuro retiro de la natación competitiva por parte de Delfina Pignatiello sobre quien (previo al inicio de la pandemia de Covid-19) se tenían sembradas desmedidas expectativas, lleva a revalorizar el logro del atleta regional.
No porque se trate de un deporte para personas con discapacidad, sino porque la disciplina en sí es extremadamente difícil, se la ama, se la odia y hay que poseer una abnegada convicción para seguir abrazándola día a día.
Más aún en nuestro medio y desde el interior, donde la aparición de valores suele ser producto del trabajo de algún apasionado profesor. Ello sin entrar a analizar el devastador efecto que produjo la enfermedad del SARS COV2, que en muchos casos discontinuó atletas , horadando sus anhelos.
Ser el mejor del mundo en una especialidad de la natación, es fruto de un esfuerzo silencioso.
Como el de Iñaki en esa mañana fría de otoño, donde sin emitir sonido alguno recogió sus valijas y siguió su camino.
* Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com
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