El drama de vivir sin cobrar el sueldo durante 18 meses
Con el cierre de la Cooperativa La Reginense un grupo de cinco operarios quedaron sin percibir sus sueldos. No fueron despedidos, por lo que cumplen con sus horarios de trabajo.
Con una antigüedad que supera los 35 años de trabajo, y a pocos años de poder acceder al beneficio jubilatorio, un grupo de cinco operarios de la Cooperativa La Reginense, permanecen cumpliendo sus horarios laborales y sin cobrar sueldos, si bien la empresa está cerrada hace más de un año y medio.
El vivir con la ayuda de familiares, sin asistencia del estado municipal, provincial o nacional, ni cobertura médica y sin poder buscar otra fuente laboral, es el drama que a diario vive este grupo de trabajadores.
“Nos sentimos totalmente abandonados. Los integrantes del consejo de administración desaparecieron, nunca más volvieron a La Reginense, pero no podemos dejar de cumplir con nuestros horarios de trabajos porque si no seríamos despedidos por abandono del puesto laboral”, comentaron Luis Grigor y Pablo Uribe, que cumplían funciones en la bodega, junto a Cecilia Reuman, que era administrativa. Mariano Catalán y Ricardo Marín, también son empleados de planta, pero sus horarios son nocturnos.
De acuerdo a las estimaciones, la deuda salarial por los 18 meses asciendo a poco más de $10 millones. Por este motivo, y ante la falta de respuestas, hace pocas semanas atrás presentaron una demanda para que se proceda al embargo y subasta de bienes de la Cooperativa para cubrir el pago de salarios.
“Ahora está todo encaminado, pero tenemos que esperar la orden del juez para que se puedan subastar algunas máquinas, pero todavía no tenemos precisiones de cuándo vamos a poder cobrar” agregaron.
“Llevamos un año y medio sin cobrar; nadie de la empresa volvió a aparecer, no hay nadie que ponga la cara para poder reclamarle. Sobrevivimos gracias a nuestras familias que nos están aguantando”, enfatizaron.
En diciembre, por iniciativa de un grupo de personas, se realizó una campaña que permitió reunir alimentos para ayudar a las familias de los trabajadores, y en la Fiesta de la Vendimia montaron un stand de venta de comidas; pero luego de eso no hubo otras asistencias, ni siquiera a través de las áreas de Desarrollo Social.
“Lo poco que recaudamos nos sirvió solo para pagar intereses de las deudas que tenemos. Hemos acudido al municipio y a la provincia para que nos den una ayuda, pero solo encontramos trabas. Ni siquiera han venido a ofrecer una ayuda con alimentos”, enfatizaron.
Por otra parte, señalaron que con el inicio de la obra del Museo de la Sidra y el Vino, ofrecieron su experiencia laboral para recuperar viejas máquinas para que formen parte de la exposición. “Les pedimos que a través de la provincia se nos pague un sueldo para reparar máquinas viejas, pero tampoco tuvimos respuestas” comentaron finalmente.
El Museo de la Sidra y el Vino ya está marcha
Con financiamiento conjunto entre provincia y Nación, dentro del programa “50 Destinos” impulsado por el Ministerio de Turismo y Deportes nacional, se puso en marcha el proyecto para la construcción del Museo de la Sidra y el Vino, en parte del edificio de la Cooperativa La Reginense.
Si bien la edificación fue declarada monumento histórico en 2007, en los últimos días la empresa a cargo de los trabajos derrumbó parte de la fachada, la que será reconstruida para instalar el museo, junto con la readecuación de otros espacios dentro de la bodega para completar el recorrido.
El museo pasará a integrar la Ruta del Vino como las otras bodegas de la región.
Historia de una empresa que fue emblema de la ciudad
La Cooperativa La Reginense nació en 1.929, como un reflejo de la necesidad de los inmigrantes que desde 1.924 se asentaron en Villa Regina para colonizar este sector del Alto Valle.
Con 93 años de historia, la cooperativa fue durante años un emblema de la ciudad, principalmente con la producción de sidras que llegaban a distintos puntos del país.
Su nacimiento estuvo ligado a la producción de vinos, para lo que construyeron una bodega con capacidad para un millón de litros.
En pocos años la actividad se diversificó y se montó una fábrica de conservas, luego un aserradero, y finalmente una planta de empaque y la sidrera con la que logró ser reconocida a nivel nacional.
También incursionó en la producción de espumantes, grapas y calvados, y fue la primera en industrializar y envasar jugo de manzana bajo el nombre “Vera Mela”.
A partir de 2019, con una intervención judicial, la cooperativa ingresó en un camino de caída, y hoy su planta se encuentra cerrada y sin actividad.
Analizan alternativas para la reactivación
Por las deudas que arrastraba, en agosto de 2021, el consejo de administración de la Cooperativa La Reginense, determinó no continuar con las actividades de empaque y elaboración de sidras. La medida dejó a más de 50 familias sin empleo, entre ellos a cinco operarios de planta permanente que reclaman el pago de sueldos.
El intendente Marcelo Orazi, indicó que el municipio junto con los ministerios de Gobierno, Producción, y Desarrollo Social, la Secretaría Trabajo de la provincia y el gremio de la Fruta, en un proyecto de reactivación de la planta de empaque.
“Se está trabajando en una ingeniería jurídica y contable para ver cómo se puede hacer, porque el problema es que el consejo de administración desapareció, no existe, no están porque renunciaron, pero sin cumplir con los mecanismos que establecen los estatutos”, indicó el intendente.
La idea, adelantó, es conformar una SRL que sea administrada por los mismos trabajadores, para de esta forma recuperar la fuente laboral.
“Llevamos 18 meses reclamando que nos paguen los sueldos, pero nadie de la empresa se acercó para darnos una respuesta”.
Luis Grigor, trabajador de la Cooperativa La Reginense
“Estamos trabajando en proyectos con provincia y el gremio de la Fruta para lograr reactivar la planta de empaque de la cooperativa”.
Marcelo Orazi, intendente de Villa Regina
Dato
- 93
- años cumplirá el 13 de diciembre la Cooperativa La Reginense, que fue fundada en 1.929. Pese a no cobrar sus sueldos hace un año y medio, no dejan de concurrir a La Reginense para no ser despedidos por abandono laboral.
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