“Si no alejás a Micaela de mi hijo la voy a matar, la voy a meter en una zanja”
Así lo expresó la psiquiatra forense, que hizo la autopsia psicológica a Micaela Bravo, ante el tribunal que juzga a Angélica Paine, imputada del homicidio de la joven, ocurrido a finales de marzo de 2016 en Bariloche. La frase surgió durante la entrevista que la perito le hizo al esposo de la víctima.
La médica psiquiatra y legista, que integra el cuerpo médico forense del Poder Judicial, Verónica Martínez, declaró este miércoles ante el tribunal que juzga a Angélica Paine, imputada por la fiscalía y la querella de haber asesinado a Micaela Bravo. La testigo aportó datos de la autopsia psicológica que hizo sobre la víctima.
Martínez explicó para elaborar esa autopsia entrevistó a Patricio Vargas (esposo de Micaela), a la madre de la víctima, su hermana, la mejor amiga, Paine y Colipi (hijo de la imputada y novio de la joven asesinada). Aclaró al tribunal que sus conclusiones son de carácter probabilístico, pero reducen la posibilidad de error.
“Algunas personas entrevistadas manifestaron que hubo una amenaza y me quedó una frase muy gráfica que me la dijo Patricio Vargas”, declaró la psiquiatra forense. “Vargas mencionó en la entrevista que Paine le había expresado: Si no alejás a Micaela de mi hijo la voy a matar, la voy a meter en una zanja. Mechoneala. Vos no tenés huevos”.
El juicio contra Paine comenzó a principios de este mes. La mujer está imputada por la fiscalía y la querella de haber sido la autora del crimen de la joven de 28 años, madre de tres hijos.
Micaela desapareció el 23 de marzo de 2016. Testigos aportados por la fiscalía declararon haber visto por última vez a Micaela cuando se retiraba del jardín Mundo Nuevo, del barrio 2 de Abril, en compañía de Paine. La joven estuvo desaparecida hasta el 6 de abril cuando hallaron su cuerpo en avanzado estado de descomposición, lo que complicó la búsqueda de pruebas y la investigación.
Los fiscales a cargo de la investigación y policías pusieron bajo la lupa a Vargas como principal sospechoso. Pero no encontraron evidencias para incriminarlo. Recién a principios de 2018, cuando Cendón ya estaba a cargo de la investigación puso en la mira a Paine como posible autora del crimen y la causa avanzó hasta llevarla a juicio a la mujer. Sin embargo, la fiscalía y la querella hasta el momento no presentaron pruebas directas. Solo hay indicios en contra de la imputada, pero que la fiscalía pretende unificar en torno a Paine.
La declaración de Martínez este miércoles es otro indicio que complica a Paine. La perito destacó que cuando entrevistó a la imputada, «respondió perfectamente todo. No tenía la conmoción ni tristeza de los otros entrevistados que eran familiares o amigas”.
Cendón le preguntó si habían surgido de las entrevistas indicios de que Micaela había sido víctima de violencia de género. “Podía haber surgido, pero no tengo a nadie que haya mencionado ese tipo de conductas”, respondió.
La psiquiatra forense comentó a los jueces Marcos Burgos, Sergio Pichetto y Víctor Gangarrosa que Micaela «había sido amenazada por la señora Paine; es lo que registré en las entrevistas”. Y esa conducta surgió a partir de la relación entre la joven y Colipi, hijo de la acusada.
El defensor oficial Marcos Cicciarelo, que asiste a la imputada, le preguntó a la perito, ¿cuáles habían sido las directivas que le había dado la fiscalía? “Hacer una autopsia psicológica”, respondió Martínez.
Ciccarelo quiso saber ¿por qué había elegido a Paine como una de las entrevistadas? La testigo indicó que para las entrevistas buscó a las personas que pudieron haber tenido vinculación con ella y en el caso de Paine porque además compartía la comunidad religiosa.
El defensor advirtió que le resultaba llamativo que no haya entrevistado, por ejemplo, al pastor y padre de Vargas, o al hermano u otras personas del entorno de Micaela. Y objetó que las únicas amenazas que aparecen en el informe de la autopsia psicológica de la víctima “son las hechas por mi defendida”. Por eso, le preguntó a Martínez ¿si había leído el expediente? “La información la obtuve de las entrevistas”, explicó la psiquiatra forense.
“¿La única amenaza fue la de Angélica Paine?”, insistió el defensor. “Sí”, afirmó Martínez.
El defensor planteó otro escenario. “Si hubiese tenido conocimiento de que otra persona había amenazado a Micaela, ¿la conclusión (de la autopsia psicológica) habría sido la misma?” “Sí, hubiese llegado a la misma conclusión”, contestó Martínez.
“¿No detectó indicadores de violencia de género en los ocho cuerpos que tiene el expediente?, ¿Tuvo acceso a la denuncia que Micaela Bravo hizo por violencia familiar contra Vargas?”, planteó el defensor. “No recuerdo”, aseguró Martínez.
“¿Si prescindiera de lo que le dijo en la entrevista Paine, cambiaría su conclusión?”, preguntó el defensor oficial. “No”, respondió la perito.
Un giro de 180 grados
Martínez destacó como un aspecto importante e interesante para elaborar la autopsia los antecedentes biográficos, el tipo de infancia que tuvo la víctima marcada por la ausencia de su padre, la enfermedad de su madre y la situación de riesgo social que enfrentó.
Martínez dijo que la vida de Micaela dio un giro de 180 grados respecto a todo el sufrimiento de su infancia a partir de que forma una familia con Vargas. “Por fin en su vida hay una noción de pertenencia a una familia”, señaló. “Era una experiencia que no había tenido por venir de una familia desintegrada”, indicó.
“El hecho de haber formado su propia familia la motorizó, la movilizó a trabajar, a terminar sus estudios”, valoró. Y mencionó que consiguió trabajo en un hotel, donde se desempeñó muy bien.
Relató que a partir de sus buenas referencias es que Colipi entró a trabajar en el mismo establecimiento. Dijo que en ese espacio de trabajo que compartían se armó la pareja. Después, se produce el planteo de la separación.
“En cuanto al perfil de personalidad todos coincidieron que era una persona sumamente reservada, que no hablaba de sus conflictos ni de sí misma, era optimista, trabajadora, cumplidora con todos los compromisos que tenía”, enfatizó Martínez. Dijo que todos esos valores se potencian a partir de su relación con Colipi.
La relación con los hijos
La perito señaló que la mayoría de los entrevistados había comentado que ella cambió mucho a partir de su relación con Colipi. “Se preocupó mucho más de su aspecto personal, se la notaba entusiasmada, con ganas de hacer más cosas”, relató.
“Allí, surgieron los puntos de conflicto con los hijos al momento de su separación«, observó Martínez. “Era el punto de conflicto principal (con Vargas) en paralelo a todo este cambio por la relación con Colipi”, señaló. Dijo que Micaela tenía conocimiento de la oposición de la señora Paine a la relación con su hijo.
Como se elabora
Martínez explicó al tribunal que una autopsia psicológica es una exploración retrospectiva de los antecedentes de la vida de la víctima. Aporta herramientas para la investigación criminal.
Sostuvo que tiene la finalidad de recabar datos y características de la personalidad de la víctima. Dijo que la autopsia brinda información que permite aclarar los motivos de la muerte de una persona.
Contó que la metodología consiste en investigar todo lo que se tenga acceso para el perfil que se pretende realizar, a partir de entrevistas a familiares, amigos, empleadores.
Martínez indicó que utilizó el protocolo que se sustenta en el Modelo de Autopsia Psicológica Integrada (MAPI). Dijo que esas entrevistas permiten armar el perfil de personalidad de la persona fallecida.
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