Mendoza busca socios inversores para reactivar Potasio Río Colorado
La firma ahora estatal sale a buscar uno o más operadores para el megayacimiento. Apuntan a una producción moderada y a conseguir socios gracias al repunte del precio del mineral.
Luego de una larga historia de intentos de desarrollo del proyecto Potasio Río Colorado, la provincia de Mendoza busca reactivar su desarrollo a través de la recientemente formada empresa estatal, desde donde en pocos días se viajará a Canadá para intentar conseguir un inversor que ponga en producción el enorme recurso.
El repaso del devenir del proyecto minero mendocino comienza hace unos 40 años, cuando en la década del ’80 una exploración petrolera se topó con una llamativa reserva salina. Se trataba del inicio de un sueño, la explotación de cloruro de potasio.
Entrado este siglo, en 2000, la iniciativa pasó a manos de la firma Río Tinto, una empresa australiana que desarrolló el proyecto y la exploración, certificó reservas y formó el proceso de minado. Los años pasaron y en 2009 Río Tinto vendió la mina a la brasileña Vale que puso una vara muy alta para el proyecto: una producción objetivo de 4,5 millones de toneladas al año con una inversión de 6500 millones de dólares.
Pero el mercado del potasio comenzó a cambiar y a perder valor. Para el 2013 la iniciativa ya no era rentable y la firma brasileña paralizó sus operaciones que habían previsto desde un tren de cargas hasta un puerto exclusivo.
“En 2019, después de una serie de trabajos en conjunto, la provincia inició una negociación con Vale para evitar que el proyecto se perdiera. Vale le transfiere Potasio Río Colorado a la provincia de Mendoza que mantiene su condición de sociedad anónima y la provincia se aboca a la búsqueda de inversores para reactivar el proyecto de forma inmediata, cosa que viene trabajando desde hace casi un año”, explica el gerente general de Potasio Río Colorado, Emilio Guiñazú.
La búsqueda de un socio operador
Y ya con otro optimismo, cuenta que “estamos en la búsqueda activa de inversores, estamos yendo a Canadá dentro de unos pocos días con la agenda nutrida con potenciales interesados para ya iniciar ese proceso de búsqueda”.
La invasión de Rusia a Ucrania volvió a cambiar el escenario del potasio, disparó sus precios y reactivó el interés a nivel global en su producción.
“La oferta de potasio está fundamentalmente generada por tres grandes países: Canadá, Rusia y Bielorrusia. Eso ha generado una restricción en la oferta por parte de esos países, sumado a algunas sanciones comerciales, que ha hecho que la oferta de potasios se restrinja con lo cual ha subido mucho el precio”, contó Guiñazú al programa radial Cosechas y Negocios.
Pese a que el referente reconoció que esta situación “pone a un proyecto como este en el foco”, advirtió que «no nos tenemos que confundir, esta coyuntura genera un pico de precios en el corto plazo pero claramente el proyecto necesita ser competitivo sin necesidad de una situación de este tipo”. Es que más allá del actual contexto de altos precios, poner en producción la mina tomará no menos de dos años.
Mendoza busca reactivar mina de potasio
En esta búsqueda, desde PRC Guiñazú detalló que se trazaron 3 escenarios de desarrollo. El primero es el de desarrollo mínimo, la base que fijó la firma provincial para avanzar en la producción que parte de una inversión de 300 millones de dólares para alcanzar una producción de 300.000 toneladas anuales.
El escenario intermedio consiste en un nivel de producción de 1 millón de toneladas de potasio al año, para lo cual la inversión a volcar debería llegar a los 1.000 ó 1.500 millones de dólares.
Mientras que el escenario de máximo desarrollo es el que dejó como recuerdo Vale, con una producción de 4,5 millones de toneladas anuales y una inversión de 6.500 millones de dólares.
“Ese último escenario nosotros lo vemos complicado porque requiere obras de infraestructura complejas”, indicó Guiñazú y precisó que “entendemos que dadas las circunstancias, se arranque en un proyecto más chico que entre otras cosas no requiera ni ferrocarril ni puerto, puede utilizar las vías de comunicación existentes, salir por puertos existentes incluso salir por Chile hacia el Pacífico”.
Cuál es el objetivo de Mendoza
Precisamente, el gerente general de PRC destacó que “nuestra apuesta está en un proyecto del orden de las 500.000 toneladas por año con una inversión de unos 800 a 1.500 millones de dólares”.
El objetivo de la firma estatal es que no solo se consiga un socio inversor, sino un operador del desarrollo que se encargue incluso de la comercialización de la producción.
“Los dos principales mercados del mundo son Brasil y Chile, con lo cual tanto por el Atlántico como por el Pacífico tenemos una llegada directa. Brasil es el segundo mayor importador de potasio del mundo, pero pudiendo salir en camiones hacia el Pacífico la opción de China, que es el primer consumidor de potasio del mundo, también se vuelve interesante”, destacó Guiñazú.
Sinergias con el desarrollo petrolero
La zona sur de Mendoza vive por estos días no solo una fuerte actividad en el segmento de los hidrocarburos convencionales, sino también en los no convencionales con el inicio de la exploración de la porción de Vaca Muerta que comprende el área de Malargüe.
Es por esto que Guiñazú consideró que se tienen grandes expectativas en que los desarrollos hidrocarburíferos y el proyecto minero generen una fuerte sinergia que potencie en especial el avance de la infraestructura necesaria.
“Mendoza está desarrollando el polo de servicios petroleros y mineros en Pata Mora, justamente para atender la demanda de servicio que va a requerir tanto el desarrollo del Potasio de Río Colorado, como el desarrollo convencional y no convencional en el sur de la provincia”, indicó el gerente general de PRC.
Y sumó que “en el sur de Mendoza están desarrollando dos proyectos grandes de recuperación terciaria en Cerro Morado y Chachahuen, que son proyectos muy importantes, y se está iniciando ahora con la exploración de Vaca Muerta del lado mendocino”.
Es por esta conjunción que Guiñazú remarcó que “tenemos mucha expectativa de conseguir sinergias que nos permitan un desarrollo de infraestructura que le dé a la región más competitividad en términos de infraestructura fundamentalmente”.
Journalism Trust Initiative Nuestras directrices editoriales
Comentarios