Multitud con sentimientos cruzados despide a Yeltsin

«Es como si latieran dos corazones en mi pecho», decía el pensionista ruso Iván para explicar su sentimiento en la despedida del ex presidente ruso Boris Yeltsin en la catedral del Cristo Redentor de Moscú. Las reformas que emprendió Yeltsin en los años 90 acabaron con las esperanzas de muchos. «Pero siempre fue nuestro presidente, la historia demostrará lo que él se merece del pueblo ruso», añadió.

Miles de personas despidieron al ex presidente en la catedral Cristo Redentor de Moscú, donde su cadáver fue expuesto para un homenaje popular previo a la ceremonia de sepultura que se realizará hoy en el cementerio de Novadevici. Los ex presidentes de Estados Unidos George H.W.Bush y Bill Clinton anunciaron entre tanto que viajarán a Moscú para acudir a los funerales, informó la Casa Blanca. También estarán presentes el presidente de Alemania, Horst Köhler; el de Lituania, Valdas Adamkus; y el de Estonia, Toomas Hendrik.

España estará representada por la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, de acuerdo con medios locales. En tanto, el ex primer ministro británico John Major asistirá a los funerales en honor a Yeltsin, mientras que el representante de la reina Isabel II será el príncipe Andrés, duque de York.

A la gente todavía le queda una tarde, una noche y una mañana para rendir homenaje al ex presidente ruso en la catedral de Cristo Redentor de Moscú.

Rodeados de soldados, ocho funcionarios subieron la escalera de la catedral con el ataúd de madera portando el cuerpo de Yeltsin. Sólo algunas personas, la mayoría pensionistas, esperaron silenciosas en la puerta y miraron el ataúd de madera. Un puñado de mujeres llevaban claveles en sus manos. Rusia rinde el último homenaje a un hombre que superó el sistema comunista y que desde entonces encarnó las profundas rupturas que supuso la transición en ese país.

Sólo algunos honran todavía los intentos de Yeltsin de conducir a su pueblo a un futuro de libertad y responsabilidad propia. Valentin, un ruso experto en Japón, no ha olvidado los ideales de Yeltsin.

«Todo lo que hoy queda de libertad y sentimiento de valor personal proviene de la época en la que Yeltsin fue presidente», indicó. Para este experto en temas de Japón la mayor conquista del recién fallecido ex presidente fueron las privatizaciones y la libertad y su «peor error», la guerra de Chechenia, fallo que de cualquier modo le perdona.

Yeltsin fue el primer gobernante que se desprendió libremente de su poder y sin embargo, su muerte deja frío a la mayoría de los moscovitas. Un par de calles más allá de la principal iglesia rusa, la catedral de Cristo Redentor de Moscú, la vida sigue su curso habitual. Muchos jóvenes de ese país desconocen incluso la obra del ex presidente.

«No iré a despedirlo a la catedral porque Yeltsin no hizo nada lo suficientemente bueno como para merecerlo», apuntó Julia, una estudiante de economía.

En su opinión, el capitalismo salvaje y la fuerte pobreza que después surgió de repente son imperdonables. Andrej, un hombre de negocios, considera que la mayor hazaña de Yeltsin fue haber destrozado el comunismo, algo que no considera un hecho heroico: «si alguien destroza mi casa, yo no voy a su entierro». A medida que avanza la tarde, la cola de espera para entrar a la catedral de Cristo Redentor se hizo más larga.

Olga, una ingeniera de 45 años no acudió al trabajo para despedirse e incluso intentó convencer a sus compañeros para hacer lo mismo. «Les he dicho que Yeltsin fue una personalidad histórica, que nos regaló la libertad en tiempos difíciles», enfatizó. Sin embargo, sus compañeros la miraron sorprendidos y con incredulidad. (DPA/AFP)