Acusaron a un hombre por golpear y amenazar de muerte a su expareja en Plaza Huincul
Le impusieron 30 días de prisión domiciliaria mientras se desarrolla la investigación. Se le advirtió que de no cumplir la medida, se hará efectiva.
Un hombre fue acusado por abordar a su expareja cuando había salido de su casa, ingresarla a la fuerza, darle cabezazos, golpes de puño, tirarle del pelo, agredirla con un tenedor y patearla mientras la amenazaba de muerte. La fiscalía pidió un mes de prisión domiciliaria mientras avanza la investigación que fue aceptada por la jueza de garantías, Laura Barbé.
Desde el Ministerio Público Fiscal se informó que el martes 24 se hizo la formulación de cargos y el acusado es un hombre identificado como L.E.V. Se lo acusó de golpear y amenazar a su expareja, luego de ingresar sin autorización a su vivienda en Plaza Huincul.
El asistente letrado Lucas Rodeiro fue el encargado de detallar ante la jueza de garantías, Laura Barbé cómo se desarrollaron los hechos que, además, están denunciados ante el Juzgado de Familia.
El 22 de mayo de este año, alrededor de las 15, en Plaza Huincul el imputado fue a la casa de la víctima y cuando la mujer salía del lugar, la tomó por las fuerzas y la ingresó nuevamente a la casa, según señala la teoría del caso.
Una vez el interior, le dio cabezazos y golpes de puño. Luego la tomó del pelo y la agredió con un tenedor. El acusado continuó la agresión dándole patadas en distintas partes del cuerpo, mientras la amenazaba de muerte. El fiscal pidió que sea acusado por los delitos de de violación de domicilio, lesiones leves agravadas y amenazas simples, en concurso real y en calidad de autor.
Después de escuchar a las partes, la jueza de garantías dio por formalizada la acusación y fijó un plazo de investigación de cuatro meses. Dispuso la detención domiciliaria del imputado por un mes.
La magistrada le hizo saber al acusado que en caso de no cumplir con lo ordenado se modificará la prisión preventiva domiciliaria y la deberá seguir en una unidad carcelaria.
Por otra parte, Rodeiro indicó que desde la Oficina de Violencia se gestionaba una restricción de acercamiento de 500 metros y la entrega de un dispositivo electrónico a la víctima como el botón antipánico para que pueda dar aviso ante cualquier situación.
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