Carreras sacó una ministra y abrió un interrogante: ¿único reemplazo?

Después de presentar a Pablo Núñez como nuevo titular de Educación, se intensificaron los rumores sobre otros movimientos en el gabinete de Río Negro.

Concluyó la gestión de Mercedes Jara al frente del Ministerio de Educación, después de casi dos años y medio. Lo anunció ayer la gobernadora Arabela Carreras, anticipando que asumirá ese cargo -a partir del 1 de   junio-el exvocal del Consejo Provincial de Educación, Pablo Núñez.

El ministro designado, un cipoleño de 47 años, integró el equipo de Mónica Silva cuando la hoy legisladora fue la titular de la cartera educativa. En realidad, Núñez llegó a Viedma en el 2012 por una convocatoria inicial de Marcelo Mango, aunque ese vínculo no partía de lo  gremial.  El actual parlamentario del FdT y secretario general del Consejo Federal de Educación le asignó el manejo de Infraestructura y, después, tuvo continuidad en la dirección de Educación Técnica.

Su proyección se cumplió entre 2014 y 2019, con Silva, inicialmente en la Secretaría General y, luego, como vocal gubernamental en el CPE.

 Dos lugares expectantes. Fue tan así que, en noviembre del 2019, la aún ministra sugirió a la gobernadora electa que Núñez sea su continuidad.

Carreras no siguió esa recomendación y se inclinó por una barilochense: Mercedes Jara Tracchia, que era secretaria general de Educación.

La entonces flamante gobernadora priorizó un nombramiento propio y, también, una mayor inclusión femenina, que buscaba en ese momento.

Con la asunción de Jara, Núñez renunció a la vocalía y regresó a Cipolletti, planteando razones personales. Se integró al equipo municipal de Claudio Di Tella, inicialmente como director general de Políticas Sociales y, desde septiembre del año pasado, como secretario de Gobierno.

El ingreso de Núñez parecería indicar un primer rasgo grueso: el regreso a Educación de las líneas fijadas por Silva, luego de las bifurcaciones manifestadas por la conducción de Jara.

Por eso se pronostican cambios en el ministerio. También es cierto que cualquier reformulación pretendida se dará en consenso con la gobernadora.

La última modificación ministerial fue en febrero, con Natalia Reynoso en Desarrollo Humano, por el accidente y el plazo de recuperación de Juan José Deco. Acá no hubo movimientos en la segunda línea. “No es comparable”, se aclaró, aludiendo a las diferencias en el origen de los reemplazos. “Aquel ministerio venía trabajando bien, pero en Educación hay problemas”, explicaron fuentes oficiales.

Sobre lo último, el conflicto con Unter erosionó la gestión de Jara, empezando por la demora en el inicio paritario y sus complicaciones en la negociación.  La carencia de autonomía funcional y política por su dependencia plena con Carreras tuvo su ventaja en la protección otorgada. Pero la gobernadora cedió frente a la sucesión de errores que impactaron en la gestión provincial.

Un hecho de difícil asimilación interna fue la anticipada liquidación del aumento diferencial que se le ofreció a la Unter, pero no aceptado. Era la suma por conectividad -un 2%- y Educación lo abonó con los últimos haberes. El ministro de Economía, Luis Vaisberg, se integró a la paritaria docente y procuró que ese pago formara parte del 30% que se ofrecía al resto de los gremios.

Obviamente, el gremio no aceptó y, por eso, el porcentaje planteado y la conectividad sumó el 32%. Esa suba mayor en los docentes determinó la protesta de ATE y, en consecuencia, la corrección general para todos los estatales, con una pauta semestral del 32%, con su mayor impacto en el Estado provincial.

Todavía abierta esa situación, la gestión de Carreras quedó nuevamente expuesta públicamente por la resolución de los cambios en la evaluación en las escuelas primarias y el debate público por la eliminación del boletín.

El viernes mismo, Carreras avanzó en su reemplazante. La duda existente consiste si la partida de Jara será la única o, por el contrario, abre un proceso de otros recambios por relaciones o gestiones dañadas. En ese sentido, la atención se concentra en el ministro de Salud, Fabian Zgaib. Su situación exigirá un análisis particular por su pertenencia innegable al sector del senador Alberto Weretilneck.

Otros incluyen en la revisión también al secretario General, José María Apud.


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