Trabajan para sumergir un nuevo caño derivador de emergencia en el lago Nahuel Huapi

Es un reaseguro que podrá ser utilizado para volcar líquidos cloacales crudos en casos "excepcionales". Forma parte de la obra del colector costanero.

Mientras resuelve los contratiempos técnicos por vertientes y napas colmadas de agua, la empresa que construye el nuevo colector cloacal costanero de Bariloche dejó todo listo para instalar el derivador de emergencia al lago, que forma parte del plan de obra y está diseñado para evitar un colapso de la estación de bombeo.

El gran caño de 800 milímetros debe ser sumergido con ayuda de un lanchón y maquinaria vial desde tierra y se necesita una “ventana” de buen tiempo y sin vientos. Pronóstico en mano, los responsables de la empresa contratista programaron esos trabajos para el próximo fin de semana.

Los ensayos realizados ayer fueron satisfactorios y una draga especial trabajó para dejar acondicionado el canal sobre el lecho lacustre donde irá depositado el caño.

La ingeniera de la firma Ecosur Bahía que está a cargo del proyecto, Agustina Sarden, reconoció que hay algunos atrasos en el cronograma y dijo que “son normales en una obra de esta complejidad”.

El colector nuevo, de 1,2 metros de diámetro y más de 6 kilómetros de extensión ya fue enterrado casi por completo y solo queda un tramo de 80 metros en la zona céntrica de la ciudad, a la altura de 12 de Octubre y Palacios, que está a la espera de las pruebas hidráulicas y la reconstrucción posterior de la calzada de pavimento.

El ducto será utilizado para volcar líquidos crudos si fallan todos los sistemas, señalan desde el Enhosa. Foto: Chino Leiva

El otro frente de obra importante está en el barrio Ñireco, al fondo de la calle Newbery, donde estará la estación de bombeo para impulsar el líquido hasta la planta depuradora.

Allí irán instaladas cuatro bombas de una capacidad de 1.200 m3 por hora cada una, más una quinta de resguardo. La construcción de la cavidad en la costa del lago donde deben ser ubicados esos equipos todavía está inconclusa porque los obreros se toparon con dificultades inesperadas.

El inspector de obra Enohsa, Daniel Beloqui, explicó que se encontraron con una napa muy alta y vertientes más caudalosas de lo previsto, que alteraron el plan inicial. Debieron instalar bombas especiales para “deprimir” la napa y secar el subsuelo, a fin de trabajar luego con el hormigón.

Beloqui y Sarden admitieron que los tiempos originales están excedidos, explicaron que el clima hostil y cambiante de la Patagonia “condiciona todo” y no quieren hablar de nuevos plazos. Pero dieron por seguro que el colector estará listo para entrar en servicio antes de fin de año.

Esa obra, sumada al segundo reactor de la planta depuradora (que ya está operativo) permitirá llevar el servicio cloacal a nuevos barrios barilochenses que hoy no lo tienen y que lo esperan desde hace años.


Un ducto que será utilizado en situaciones "excepcionales"


El caño emisor que instalarán en pocos días sobre el lecho del lago Nahuel Huapi será apenas un reaseguro, que no debería entrar nunca en servicio, salvo una situación “muy extrema y excepcional”, según explicó Beloqui.

Dijo que sólo será necesario derivar líquidos crudos al lago si hubiera una “triple falla” de tipo eléctrico que deje a las bombas sin energía. El suministro normal llegará a a la futura estación de bombeo por la red de la CEB, además contarán con una línea directa desde la usina Pechón como alternativa ante un corte general y si se interrumpe ese segundo recurso la empresa instalará un grupo electrógeno de encendido automático para mantener el bombeo en funcionamiento.

Solo si estas tres opciones se caen en forma simultánea -explicaron Beloqui y Sarden- sería indispensable volcar residuos cloacales al lago, para evitar una inundación que colapse la estación de bombeo.
El caño que será emplazado 50 metros aguas adentro es de PAD (polietileno de alta densidad) y para colocarlo en el lugar previsto hará falta un trabajo de alta precisión que demanda “viento cero”.

La obra del colector costanero concentra sus tareas ahora en el lago Nahuel Huapi, con la instalación del nuevo ducto. Foto: Chino Leiva

Una grúa desde tierra se encargará de izar y empujar el caño, montado sobre anclajes de hormigón, que flotará ayudado desde el lago por una barcaza, hasta ubicarlo en la posición requerida. Allí permitirán el ingreso de agua para una inmersión “controlada” hasta ubicarlo en el emplazamiento definitivo. Recién entonces un equipo de buzos retirará el tapón de la punta del caño para dejarlo habilitado.

Beloqui dijo que realizan monitoreos constantes de la calidad del agua para testear “antes y después” y demostrar que la obra no genera daños ambientales. Agregó que el montaje del caño de vertidos tiene un costo importante y formó parte del proyecto original licitado, a pedido de Parques Nacionales, que debe velar por la condiciones del agua en el espejo lacustre.


Mientras resuelve los contratiempos técnicos por vertientes y napas colmadas de agua, la empresa que construye el nuevo colector cloacal costanero de Bariloche dejó todo listo para instalar el derivador de emergencia al lago, que forma parte del plan de obra y está diseñado para evitar un colapso de la estación de bombeo.

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