Educación, boletines y marcha atrás
Rio Negro anunció que retiraría el boletín de calificaciones y lo reemplazaría por el de “trayectorias”. Luego se arrepintió.
Laura collavini
laucollavini@gmail.com
Ejerciendo mi carrera profesional hace varias décadas me encuentro con muchas miradas diversas. Disfruto conversar con los docentes de los niños a quienes acompaño.
En esas charlas con las docentes y en ocasiones con los directivos, compartimos miradas, organizamos estrategias de trabajo que luego las compartimos con las familias. El objetivo es romper los obstáculos que impiden un aprendizaje fluido, acompañar para que cada niño descubra su modo particular de aprender, de crecer.
Siempre necesitamos basarnos en algo para saber si vamos bien. Alguna medida que nos oriente. Creo que para eso se crearon las brújulas ¿verdad? Supongo que no fue para decir si el este era más lindo que el oeste. O si el sur era más top que el norte. Sólo son ejes que orientan.
Cuando decimos que una persona mide 1.67mts. y la otra 1.80mts. ¿Estamos discriminando? Claramente solo son medidas. Descripciones. Aquello que se haga con la información que se recibe puede ser la que juzgue.
Cuando digo que una papa es más grande que la otra. ¿Estoy diciendo que la chiquita es despreciable?
Ahora pasemos a la educación nuevamente. Cuando en un boletín se coloca un 10, ¿significa que la persona es la mejor? Cuando se pone un 3, ¿significa que no sirve para estudiar? No. claramente no. Sólo son descripciones.
Aquello que se haga con esa información es el punto.
El Consejo Provincial de Educación de Rio Negro intentó decidir, sin consultar a padres, a docentes ni siquiera a sus protagonistas, niños acompañados por sus familias, a retirar el boletín de calificaciones y reemplazarlo por “trayectorias”. Fue eliminado unas horas después.
Las trayectorias, en general, son una herramienta de cierta evaluación de un recorrido cuando no es posible evaluar a alguien en forma convencional.
Entonces, esto hace suponer que estamos frente a un dramático estado de situación en la provincia en lo que respecta al nivel educativo. ¿No se puede evaluar con números?
Causas puede haber muchas; la pandemia dejó un estado dramático que ya suponíamos y ¿ahora se resuelve así? ¿eliminando las formas de evaluación? ¿esa es la solución que se encuentra?
Celebro que muchas familias hayan despertado de la inacción hacia la educación de sus hijos. Hace falta más. Que nos movilicemos y exijamos respeto hacia nuestro presente y futuro.
Quedan preguntas: ¿Qué nivel de analfabetismo tenemos en la provincia? ¿cuál es el nivel de deserción que dejó la pandemia? ¿qué nivel de comprensión? ¿cuántos jóvenes pueden ingresar a universidad y sostienen el nivel de estudios? Las respuestas son todos números que nos orientan, nos acompañan a pensar soluciones. ¿Dónde están esos números? ¿Dónde están las mesas de diálogo con muchos referentes? ¿Qué están haciendo con nuestro presente y nuestro futuro? ¿Cuántas son las escuelas que no tienen clases debido al estado edilicio? ¿Cuál es el plan educacional para nuestra provincia?
Reacción y acción. A usted le digo, al que lee la nota y no tiene hijos. Accione porque este es el país que tiene bajo sus pies, aunque esté haciendo el trámite para irse.
Cuando hablamos de inseguridad, de falta de trabajo, de cultura por el trabajo. Cuando nos quejamos, sepamos que esa energía podemos transformarla en algo más interesante.
Conozco muchos chicos que al no ser corregidas sus carpetas sienten que no son mirados. Que saben que les regalaron la nota. Aunque en el momento sientan un dejo de picardía y alivio, luego sufren. Porque el peso de saber que no se sabe, es terrible cuando se quiere construir.
La educación comienza en casa y continúa en el colegio. Veamos cómo hacemos para que nuestro país mejore. Si, también está en sus manos, aunque diga sonriendo: “Yo, argentino”.
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