Desde serpiente con patas a un “dinosaurito”: los asombrosos animales que habitaron en La Buitrera
El conglomerado preserva restos fósiles del pasado que han merecido ser tapa de revistas de alto impacto como Nature
Para el año 2001 la crisis ya había alcanzado al área científica, los recursos se acortaron y muchos de los proyectos sufrieron el oscuro ocaso del transitaba el país por aquellas fechas. Sin embargo, esto no fue impedimento para que el equipo de trabajo de Apesteguía diera con importantes descubrimientos.
Con 800 dólares en el bolsillo, que fueron donados mayoritariamente por el Club de Leones, decidieron hacer una tercera expedición en La Buitrera, Río Negro. En aquella ocasión dieron con la Najash rionegrina, una serpiente con patas que vivió durante el periodo Cretácico hace 90 millones de años.
El holotipo, es decir, el ejemplar por el cual conserva su nombre la especie, se encuentra en el Museo provincial de Cipolletti “Carlos Ameghino”, donde es consultado por investigadores de todo el mundo. Incluso su importancia le valió el reconocimiento de la revista inglesa Nature, una de las publicaciones científicas más relevantes a nivel mundial.
También durante ese año se dio con los primeros restos del Cronopio dentiacutus, un mamífero con un cráneo de menos de 5 centímetros y de hocico largo similar a “Scrat”, la simpática “ardilla” que volvió famosa la franquicia americana “La Era del Hielo”.
“Cronopio se volvió el primer ejemplar de este tipo de mamíferos hallado con cráneo completo en el mundo”, mencionaron sus descubridores. Hasta el momento, debido a su fragilidad y diminuto tamaño, solo se habían encontrado pequeños fragmentos.
En 2004 Buitrerraptor gonzalezorum -que también se encontró en La Buitrera- se volvió tapa de la revista Nature tras convertirse en el carnívoro pequeño más completo de toda Sudamérica. Este animal vivió entre 92 y 95 millones de años. Es pariente de los velocirraptores, presentaba un hocico esbelto y plano, dos miembros anteriores largos y dos patas con garras retráctiles.
“Ahora estamos trabajando en un “dinosaurito” completamente inesperado. Es un fósil que nos sorprendió un poco porque nos tuvo muchos años pensando que era otra cosa. No puedo adelantar mucho porque es completamente nuevo para el hemisferio sur”, adelantó Apesteguía.
Los años de prohibición y la lucha por la preservación
La relación entre el equipo de investigación que conduce Sebastián Apesteguía y el Estado Provincial tuvo varias idas y vueltas durante las más de dos décadas que llevan de trabajo en el Área Paleontológica La Buitrera. Y aunque en los últimos años el vínculo mejoró sustancialmente, algunos períodos estuvieron marcados por la prohibición.
“En el año 2006 surgió un director de Cultura que estaba interesado en que los fósiles no se guarden más en el Museo de Cipolletti sino en Cerro Policía, que al día de hoy no cuenta con un lugar adecuado. Además, no me renovaron el permiso de préstamo de los materiales que estábamos estudiando, y para no entrar a un terreno ilegal decidí devolverlos”, recordó Apesteguía.
La situación la definió como una cuestión “política”, por lo cual desobedeció al funcionario y los destinó a su lugar original en Cipolletti, lo que le valió el enojo de las autoridades de entonces y la cancelación de autorizaciones durante cuatro años para ejecutar estudios o expediciones. “Se trató de un momento desastroso, pero lo más importante para mí era proteger el material para la provincia”, sentenció.
Hoy la Secretaría de Estado de Cultura de Río Negro, que es el órgano encargado de supervisar la actividad, se encuentra mucha más cercana al diálogo con los investigadores y la posibilidad de ejecutar exploraciones en un rango máximo de 200 kilómetros cuadrados.
Aunque sólo se conceden permisos única y exclusivamente a científicos especializados. “También damos licencias para que los materiales puedan salir por fuera de la provincia con fines meramente investigativos, o excepcionales, como una exposición”, detallaron integrantes de la dependencia gubernamental.
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