12 años al que mató en un linchamiento: «La justicia por mano propia atrasa 200 años»
En un fallo unánime, el Tribunal de Juicio se expresó sobre el caso del hombre que prendió fuego a su vecino. Se confirmó que la acusación de abuso era una fake news.
Contreras, junto a sus defensores Muñoz y Orpianessi. (Archivo/Matías Subat)
Marcelo Aurelio Contreras (41) fue condenado a 12 años de prisión efectiva como coautor del homicidio de Rigoberto Godoy (65), un hombre falsamente acusado de abuso. El hecho ocurrió en el barrio Villa Obrera de Centenario durante un linchamiento y hay otras tres personas que ya fueron declaradas responsables de instigar al ataque.
Durante el veredicto, conocido este miércoles al mediodía, uno de los jueces le formuló un severo reproche al defensor Marcelo Muñoz, quien había tratado de justificar la conducta de Contreras con el argumento de que «la sociedad tolera los escraches y los cortes de ruta».
El juez Leandro Nieves dijo al respecto que «no podemos aceptar eso como un atenuante, porque con estas actitudes, estas reacciones, se pueden generar este tipo de situaciones que estamos juzgando, que terminan con la muerte de una persona que aparentemente no fue el autor del abuso. Ni aun que lo fuera, pero en este caso tiene hasta este detalle».
«No podemos tolerar los escraches, la justicia por mano propia, porque esto atrasa 200 años. Más allá de que la gente está desconforme con el proceso, los operadores judiciales debemos sancionarlo severamente», agregó.
En la sala de audiencias lo escuchaba Muñoz, un exjuez que fue destituido de su cargo por mal desempeño.
Los 12 años impuestos a Contreras son los que había pedido la fiscal Eugenia Titanti, cuyo trabajo destacó el Tribunal integrado por Nieves, Carina Álvarez y Federico Sommer. En cambio Muñoz había pedido 8 años y 6 meses.
Los fundamentos de la pena
La jueza Álvarez tuvo a su cargo reseñar el veredicto. Como suele hacer, se dirigió en forma directa al imputado presente en la sala y le explicó cómo y por qué habían llegado a la decisión.
El linchamiento comenzó a organizarse la tarde del 2 de noviembre del 2020, cuando empezó a circular por la barrio una noticia que nunca pudo comprobarse: acusaban a Rigoberto Godoy de abuso en perjuicio de los hijos que había tenido con su expareja. (Después surgió que el principal sospechoso es otro hombre).
La magistrada indicó que del medio centenar de personas que fueron hasta la casa de Godoy, «un grupo reducido se acercó a la vivienda, rompió la reja, pateó la puerta de ingreso, arrojó combustible contra la humanidad de Rigoberto y lo prendió fuego. Estas circunstancias por sí solas importan mayor culpabilidad y por ende mayor pena».
«Tuvimos en cuenta además la conducta suya con posterioridad al suceso. A las 3 o 4 horas, usted volvió por el acceso trasero a la vivienda y la prendió fuego por completo, también al auto de Godoy».
Agregó la jueza: «También analizamos que usted, al enterarse de la muerte de Godoy, se jactó de lo sucedido. Esto importa mayor culpabilidad, debe repercutir directamente en agravar su pena».
Por último, el Tribunal tuvo en cuenta el daño en la salud causado a los hermanos de la víctima, quienes reciben asistencia psiquiátrica desde el hecho.
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