El MPP contra Arriaga y compañía

La embestida fue dura. Una declaración del MPP, firmada por Julio Arriaga, cuestionó seriamente a sus ex socios que "transitan los despachos oficiales en Río Negro, construyendo poder a la sombra del gobierno y compartiendo proyectos con quienes son los responsables de los males históricos de la provincia".

Mediante un estilo indirecto pero elocuentemente alusivo, el MPP descargó un duro ataque contra su ex socio Julio Arriaga y sus seguidores, hoy miembros del Frente Grande y de la Alianza.

La primera estocada se encuentra en el primer párrafo de una declaración emitida ayer.

Así, comienza afirmando que «no resulta agradable comprobar cómo viejos compañeros de ruta o beneficiarios del accionar del MPP transitan los despachos oficiales en Río Negro, construyendo poder a la sombra del gobierno y compartiendo proyectos con quienes son los responsables de los males históricos de la provincia».

Sabiendo las connotaciones que en función de su historia como partido nacional tiene para un gobierno radical el ser calificado de régimen, el MPP apela a ese término para definir al Poder Ejecutivo instaurado en la provincia a partir del «83, al que imputa de «fagocitar posibles adversarios, convirtiéndolos en aliados en un principio para reducirlos en un futuro a meros funcionarios en lugares intrascendentes».

El MPP fundamenta esta reflexión apelando indirectamente al concepto jurídico de «a declaración de partes, relevo de pruebas».

Precisa entonces que «como claramente lo expresara el gobernador de la provincia refiriéndose a la Alianza, los integrantes de los partidos que la componen han recibido su premio en car-gos públicos».

Recuerda entonces el documento que el gobernador «Pablo Verani mencionó las áreas de Seguridad, Medio Ambiente e Idevi, pero además habría que agregarle la larga lista de dirigentes políticos reciclados de todos los partidos que hoy son obedientes funcionarios y la reciente incorporación a través del apuntalamiento político y económico del Frente Grande en su reciente proceso de elecciones partidarias».

La declaración lleva la firma del líder del MPP, Julio Salto.

Advierte además la declaración sobre el modo y estilo de ejercer el poder del «veranismo».

Recuerda entonces el MPP que «nunca quedaron plasmadas en actos de gobierno ninguna de las propuestas que cada partido llevaba antes de incorporarse a la Alianza rionegrina. El régimen lo recicla todo y todo lo acomoda a sus intereses».

Se infiere de la declaración que para el MPP, el grado de gravitación de los partidos socios de la UCR en la Alianza es, como mínimo, nulo. «No se visualizan en actos de gobierno -reza el documento- los principios del MID, del PPR, de la Democracia Cristiana, del Partido Intransigente, del Socialismo Popular, de la Democracia Progresista y menos que menos la lucha contra la corrupción que caracterizó la etapa fundacional del Frente Grande».

«El ejemplo más claro -acota la declaración- es la falta de similitud entre la administración municipal de Cipolletti en el período 95/99 con el gobierno provincial en cualquiera de sus etapas. Habrá que esperar los acontecimientos de aquí en más, para observar si una buena gestión no se contamina con los usos y costumbres de la política partidista que caracteriza al gobierno provincial, hoy su aliado estrecho».

Siguiendo esta línea de razonamiento, la declaración formula dos preguntas:

Una: «¿Qué cosas pueden cambiar en esta provincia si no va de la mano de una fuerte oposición a quienes la mantienen postrada?»

Otra: «¿Se puede, a partir de Daniel Sartor (ministro de Acción Social de la provincia), cuyo único mérito es mercantilizar la política, cambiar algo?

Como se sabe, el tándem Verani – Sartor es el respaldo más sólido que desde la UCR tiene el arriaguismo para lograr la candidatura a gobernador por la Alianza para el 2006.

Finalmente, la declaración señala que «pasado el proceso de normalización partidaria y con sus autoridades renovadas, el MPP afianza su propues-ta y continúa su lucha desde la oposición».

Análisis: Un tema de futuro

Un problema de identidad y poder en la ciudad que lo vio nacer.

Eso tiene en juego el MPP en Cipolletti ante la proyección del poder político del intendente Julio Arriaga.

Porque el consenso que cosecha la gestión del jefe comunal hoy, es un escollo fiero en el horizonte político del MPP.

Es decir: hay motivos para que el MPP no sepa muy bien cuál es su poder electoral y hasta cuándo está mellada su identidad ante el avance del arriaguismo.

Y todo le sucede en la ciudad que lo vio germinar.

Y que acompañó al MPP con firmeza, hasta convertirlo en una fuerza transversal de importancia en la provincia.

Pero los años le limaron poder. Ya por contradicciones y decisiones que el MPP no supo manejar en un tiempo que no está muy lejano.

Equívocos que lo tienen a maltraer en este presente.


Mediante un estilo indirecto pero elocuentemente alusivo, el MPP descargó un duro ataque contra su ex socio Julio Arriaga y sus seguidores, hoy miembros del Frente Grande y de la Alianza.

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