La paradoja de Río Negro: comprar un avión y tener cada vez menos aeropuertos para usarlo
Sólo Viedma y Bariloche aparecen como puntos seguros. En Roca el deterioro de la pista es notable y podrían vedar las operaciones de aeronaves a reacción. El impacto principal sería en los vuelos sanitarios.
Dos realidades aparecen alrededor de la política aeronáutica de Río Negro. El gobierno provincial compró un avión y pagará más de 4,2 millones de dólares para que realice vuelos sanitarios y traslados de autoridades. Pero al mismo tiempo, el mapa de aeropuertos se desmorona y sólo Viedma y Bariloche aparecen como puntos seguros para que esa aeronave tenga aterrizajes y despegues seguros. La estación de Roca ya no es opción para los vuelos oficiales y el estado de la pista es tan malo que las autoridades del sistema aéreo ya advirtieron que están a un paso de quitarle la autorización para las operaciones de aviones a reacción.
La paradoja es que el “Arturo Illia” roquense está en manos del gobierno provincial desde enero del 2019, cuando se firmó el convenio con las autoridades del Aero Club local, quienes cedieron la administración del complejo por un plazo de 50 años.
El día que se selló ese acuerdo, desde el Ejecutivo informaron que “la decisión ofrecerá más agilidad en las obras y mayor seguridad en el predio”, proyectando también las gestiones necesarias para que regresen los vuelos comerciales a la ciudad.
Tres años después, los ánimos son bien diferentes. No sólo siguen frustradas las expectativas de reactivación, sino que la Comisión Directiva del Aeroclub avanza hacia la recuperación del dominio de las instalaciones. Dos cartas documento ya fueron enviadas a la gobernadora, Arabela Carreras, en noviembre del 2021 y en febrero de este año, intimando a la Provincia a cumplir con las obligaciones asumidas.
“El gobierno no cumplió ni con los tiempos ni con las formas para el debido mantenimiento de la infraestructura cuyo uso le fuera cedido. Tampoco cumplió con construcción de un aula ni con el aporte de los fondos para un avión bimotor con destino a la instrucción de alumnos y evacuación sanitaria”, detalló a mitad de semana ante RÍO NEGRO el presidente del Aero Club, Lisandro López Meyer.
El abogado confirmó que el jefe de Aeródromo del aeropuerto les informó, en su condición de propietarios de la estación, que la superficie de la pista de aterrizajes se encuentra sumamente deteriorada y que, de no recibir una reparación y reasfaltado en breve, deberán restringirse las operaciones de aviones a reacción.
Esa consecuencia tendrá un impacto directo en un servicio fundamental para la comunidad del Alto Valle: los vuelos sanitarios.
De acuerdo con los datos aportados por referentes del aeropuerto, el 90% de los traslados de pacientes que tienen al “Arturo Illia” como punto de referencia se realizan con ese tipo de aeronaves. Lo mismo ocurre con los servicios que llegan a la ciudad para operativos de trasplante de órganos.
Una recorrida realizada esta semana por RÍO NEGRO permitió registrar las notables falencias que presenta la pista y otros sectores de la estación.
Según se explicó, la débil adherencia del material que conforma la pista pone en una encrucijada a los pilotos de jet que llegan a Roca actualmente: si usan los frenos pueden romper un neumático (como ya ocurrió y quedó registrado en imágenes), corriendo el riesgo de despistar en medio de una bajada que se hace a unos 200 km/h.
Sumado a eso, quienes conviven en el mundo aeronáutico saben que cambiar un neumático no complica tanto por los costos, sino porque en este momento es muy difícil conseguirlas por las demoras en las importaciones.
La alternativa para no usar los frenos es aplicar los reversores de turbina, que revierten el flujo de aire. Sin embargo, eso provoca que se levanten todas las piedras que ya no están pegadas al asfalto y que ingresen a las turbinas o golpeen alguna de las luces del avión, provocando costosos daños o la imposibilidad de volver a despegar pocas horas después en horario nocturno.
López Meyer vinculó la realidad del aeropuerto Illia con los informes periodísticos publicados esta semana, relacionados con la compra del avión -a reacción- por parte del gobierno provincial.
“Es llamativo que la Provincia adquiera una aeronave a casi el doble de su valor y que no hayan pensado que no tienen en la provincia la infraestructura para su utilización. Es decir, en breve la ciudad de Roca podría quedar nuevamente sin vuelos sanitarios, e increíblemente sin posibilidad de que el avión adquirido por la provincia pueda aterrizar, solo podrá hacerlo en Viedma o Bariloche”, cuestionó.
Desde el gobierno provincial tomaron contacto ayer con el presidente del Aero Club, para coordinar una reunión durante la semana próxima y acercar posiciones.
La ruta oficial ahora es Viedma-Neuquén
El aeropuerto de Roca no sólo dejó de recibir inversiones por parte del gobierno provincial, sino que también desapareció de las licitaciones oficiales de servicios de traslado aéreo.
En el convenio sellado a fines del año pasado para garantizar los vuelos de la gobernadora, Arabela Carreras, la ruta fijada hacia el Alto Valle no tiene como punto de contacto al “Arturo Illia”, sino al “Juan Domingo Perón” de Neuquén.
Es decir que el Estado paga 2.173.469,55 por cada viaje de la mandataria, pero además debe disponer de movilidad terrestre para cruzar a la provincia vecina y trasladarla hacia las localidades valletanas donde tenga actividad oficial.
Esa ruta aérea es la más cuestionable entre las tres establecidas en el contrato con la firma Sapsa. Las otras dos son Viedma-Bariloche-Viedma, dos puntos que demandan unas diez horas para ser unidos por vía terrestre, y Viedma-Buenos Aires-Viedma, con una distancia levemente superior al recorrido para conectar la zona atlántica y la cordillera.
Un viaje desde la capital provincial al Alto Valle en la camioneta Toyota SW4 en la que habitualmente se desplaza la mandataria requiere entre cuatro y cinco horas de viaje, con costos de combustible inferiores a 15.000 pesos por tramo.
Las otras pistas de la provincia
Hay otras pistas e instalaciones en malas condiciones en la provincia, más allá de la realidad del aeropuerto de Roca.
Fuentes del sector aeronáutico describieron a RÍO NEGRO el complejo presente de otras estaciones, destacando que los aeródromos de Los Menucos y de Jacobacci están clausurados por infringir el Código Aeronáutico Nacional.
Por su parte, en El Bolsón deben pedir permiso a la Administración Nacional de Aviación Civil para operar.
La pista de San Antonio Oeste también está en mal estado y -al igual que en Roca- eso imposibilita la operación de aeronaves a reacción.
En el Valle Medio fue motivo de comentarios el tenso intercambio que habría ocurrido el año pasado entre un ministro y referentes de la empresa Sapsa, porque se pretendía que la gobernadora viaje al aniversario de Choele Choel en el Lear Jet de la firma y la respuesta fue un contundente no. Eso habría derivado en la llegada de la mandataria en el Metro III de la compañía. Lo habría hecho junto a dos personas, en una aeronave con capacidad para 19 personas.
Las fuentes consultadas también detallaron que cuando la gobernadora viaja a Catriel, debe aterrizar en el Aeródromo de 25 de Mayo, La Pampa.
En la ciudad del norte rionegrino están construyendo una pista de aterrizaje, pero con esfuerzo prácticamente total del sector privado, a través del Aeroclub local.
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