Una jubilación abre otra codiciada vacante en el Poder Judicial de Neuquén
Un juez penal de larga trayectoria presentó su renuncia para jubilarse. Fue uno de los que se mencionó como posible candidato a defensor general.
Daniel Varessio, juez del Tribunal de Impugnación de Neuquén. (Archivo)
A partir del 1 de junio dejará su puesto el juez Daniel Gustavo Varessio, uno de los últimos magistrados aún en actividad que llegó a su cargo antes de la creación del Consejo de la Magistratura. Aunque está en condiciones de jubilarse desde marzo, presentó la renuncia recién después de saber que había quedado fuera de carrera para la defensoría general ante el Tribunal Superior de Justicia, sitial al que aspiraba.
Con la jubilación de Varessio, el Tribunal de Impugnación quedará con seis integrantes, dos mujeres y cuatro varones. Por ley debería tener nueve. Una de las vacantes se está concursando, y el ganador o ganadora recién estará en condiciones de asumir hacia el último trimestre del año.
El Tribunal de Impugnación es la cúspide de la pirámide del fuero penal. Ejerce competencia en toda la provincia y revisa la actuación de jueces y juezas de Garantías. Su poder es tan grande que ha llegado a revertir veredictos de jurados populares. Por encima sólo está la sala penal del Tribunal Superior de Justicia.
El TSJ le pedirá al Consejo de la Magistratura que convoque al respectivo concurso para cubrir la vacante. Está en duda si solicitará que también complete los dos cargos que faltan para llegar a nueve.
Varessio fue secretario penal, juez de Instrucción, de Cámara de Apelaciones y del Tribunal de Impugnación, todo antes de la reforma constitucional de 2006 que creó el Consejo de la Magistratura. En esa época se requería acuerdo legislativo, pero la postulación era bastante arbitraria y las y los candidatos ni siquiera eran citados a la comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia. Tampoco había evaluaciones técnicas que le dieran una pátina de objetividad al proceso.
Hay al menos tres hitos en la larga trayectoria de Varessio que marcan su ubicuidad política: sobreseyó al exministro sobischista Luis Manganaro de la acusación de enriquecimiento ilícito; presidió la sala que destituyó al vocal sobischista Eduardo Badano del Tribunal Superior de Justicia, y escribió un libro sobre Características Jurídicas del Régimen de Automotores con prólogo de Jorge Sapag.
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