Lanzan un índice que evalúa la gestión del Gobierno: la primera nota no llega al 4
Se trata del Índice de Desempeño de Gobierno. Lo elabora un organismo que conduce el ex ministro de Educación, Nicolás Trotta. Si no mejoran los resultados, habrá alternancia en el Poder en 2023, advierte.
Corresponsalía Buenos Aires
La gestión de gobierno de Alberto Fernández y su gabinete alcanzó una calificación apenas 3,67 puntos sobre diez posibles. La nota la puso un estudio sobre desempeño gubernamental que realiza un organismo que conduce un hombre bien conocido por el Presidente.
Se trata del flamante Índice de Desempeño de Gobierno (IDEGO), diseñado y elaborado por el Centro para la Concertación y Desarrollo (CCD), que conduce el ex ministro de Educación del Frente de Todos, Nicolás Trotta.
De esta manera, el gobierno de Fernández quedó dentro de la escala de “regular”, que va desde los 3 hasta los 4,99 puntos. Para alcanzar el nivel de “buena gestión”, el Gobierno debería escalar a entre 5 y 6,99 puntos. De ahí para arriba, la nota sería “muy bueno” y “excelente”.
Para construir el indicador general, el equipo técnico del CCD tomó en cuenta tres dimensiones: resultados de gobierno (que representa el 50% del IDEGO); valoración de la opinión pública (25%); valoración de los líderes de opinión (25%).
Sobre los resultados de la gestión, el puntaje fue de 3,94. Para establecerlo, los analistas del CCD relevaron las principales variables socioeconómicas: pobreza, empleo, actividad económica y poder adquisitivo del ingreso medido en dólares.
Para conocer la valoración de la opinión pública, el CCD hizo una encuesta por internet entre 8.091 personas mayores de 18 años de todo el país, entre el 29 de marzo y el 8 de abril, explica la primera edición del informe.
Se le preguntó a la gente qué puntaje le pondría a la gestión del Gobierno de Fernández en materia económica, de reducción de la pobreza y de generación de puestos de trabajo. El puntaje promedio obtenido fue de apenas 2,44 puntos sobre diez posibles.
Por último, el CCD consultó a cincuenta líderes de opinión (personas que tiene la capacidad de ejercer influencia sobre las actitudes o la conducta de otros individuos). Participaron periodistas, políticos, dirigentes empresariales, dirigentes sindicales y dirigentes sociales. La nota fue de 4,34 sobre diez.
Desde el CCD explicaron que el IDEGO es una medida estadística que permite estudiar las variaciones de la capacidad gubernamental para intentar resolver los principales problemas económicos y sociales del país. Este indicador es propuesto como una serie temporal que mostrará la evolución del desempeño del gobierno a través del tiempo.
Desde el equipo técnico indicaron que el criterio de ponderación se fundamenta en dos cuestiones principales: la primera refiere a que se está midiendo el desempeño del gobierno en un momento determinado, por lo cual se consideró que su resultados deberían tener un peso significativo en el índice general.
Y dado que el desempeño de gobierno depende no solo de los resultados, sino que también depende de las percepciones, el otro criterio refiere a que éstas estén representadas de manera equitativa tanto para la valoración de los líderes como de la opinión pública.
Los objetivos del IDEGO
El coordinador del indicador, Diego Pando, explicó que el objetivo es contribuir al debate público a partir de datos relevantes y confiables que aproximen a medir no solo los resultados del gobierno sino también la valoración de la opinión pública y de los líderes de opinión de esos resultados.
Trotta, en tanto, habló sobre el costado político del índice. “Obviamente que al desarrollar el IDEGO nos hicimos la pregunta de si podría ser una herramienta para mejorar el desempeño del gobierno en lo que resta del período y si podría ser un termómetro de lo que puede pasar electoralmente. Y, si bien hay múltiples explicaciones sobre las motivaciones del voto, sin dudas la que tiene mayor peso es la económica que está evaluada en los resultados de la gestión”.
En ese sentido, dijo el ex funcionario del actual Gobierno, el índice ayuda a ver un panorama que no resulta muy alentador dado que el crecimiento de la inflación más temprano que tarde terminará afectando otras variables y por ende el humor social.
“Todavía falta más un año para las elecciones y la moneda está en el aire, pero si no mejoran los resultados de gobierno ni las percepciones, un escenario de alternancia será cada vez más probable, sin descartar incluso que la insatisfacción se exprese a través de ofertas políticas consideradas hoy como una sorpresa”, remarcó Trotta.
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