Un retrato familiar en Vaca Muerta

Federico Aringoli

Editor responsable. Nació en 1982 en General Roca, Río Negro. Es licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Realizó tareas de investigación académica entre 2005 y 2007 como becario de la UNCo. Luego se formó en periodismo digital. En RÍO NEGRO fue editor de la sección Energía (2017-2018), jefe de la agencia Neuquén (2018-2022) y Prosecretario de Redacción (2020-2022). Reside actualmente en Neuquén capital. En Diario RÍO NEGRO desde 2005.

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“Se llama Néstor Kirchner el gasoducto, Cristina recuperó la soberanía, Máximo (Kirchner) fue quien llevó adelante el aporte a las grandes fortunas”.


El jueves Vaca Muerta pareció un almuerzo familiar. El teatral esfuerzo del presidente Alberto Fernández por acercar posiciones con la vicepresidenta Cristina Fernández convirtió el acto de lanzamiento, del -hasta ahora sin resoluciones oficiales- gasoducto Néstor Kirchner, en una edulcorada historia de entrecasa sobre la expropiación accionaria de YPF. Pero tan azucarada fue la historia -cabe recordar que Fernández no sólo cuestionó en 2012 la maniobra sino que fue abogado de Repsol en una etapa- que hasta le dio pie al gobernador Omar Gutiérrez para correr por izquierda al bonaerense Axel Kicillof.

A la mesa no solo subió el secretario de Energía Darío Martínez, de quien se especulaba que quedara abajo, sino que también estuvieron en el predio “los Federicos”, Basualdo y Bernal, que forman parte de la Secretaría que conduce el neuquino pero que responden directamente a la vicepresidenta e inversamente proporcional a quien está en la punta del organigrama: el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien con un video desde Estados Unidos saldó su presencia y evitó… el viento.

El acto conjugó tres tiempos: un anuncio para anotar en la agenda positiva, la reivindicación -en el mes aniversario- de la recuperación accionaria de YPF y un gesto de acercamiento en la interna oficialista, pero como todo gesto al kirchnerismo terminó siendo un triunfo por sumisión.

Kicillof, quien fue ministro durante la expropiación del 51% de las acciones, lo dejó en claro: “se llama Néstor Kirchner el gasoducto, Cristina recuperó la soberanía, Máximo (Kirchner) fue quien llevó adelante el aporte de las grandes fortunas que es parte de la inversión y Alberto toma la decisión de que esto se construya”.


A una década, cuando Neuquén supera récords de 20 años en producción en gas y pétroleo, la lista de los que no estuvieron de acuerdo se vuelve difusa.


Gutiérrez, quien no se despegó del presidente e incluso viajó solo con él en el helicóptero durante todo el recorrido, fue el encargado de pausar por un rato la liturgia peronista. Primero incluyó en el discurso al sector privado, algo que para el MPN es una debilidad, y así pagó el viaje de los pesos pesados de la industria como los Bulgheroni, Alejandro y Marcos, entre otros, pero tampoco tantos porque incluso hasta los que pugnarán por el gasoducto, como Paolo Rocca y Marcelo Mindlin, no estuvieron.

Incluso el neuquino se tomó unos minutos para corregir a Kicillof y, como en un revés por izquierda, le recordó que la ley de expropiación le dio participación a los Estados provinciales en el directorio de YPF tras la nacionalización. Lo que no dijo, pero quizá recordaba, fue que la inclusión llegó como parte de la negociación entre Nación y los gobiernos provinciales para destrabar los apoyos que, como en el caso del exgobernador Jorge Sapag, no estaban de acuerdo con la salida de Repsol.

A una década, cuando Neuquén supera récords de 20 años en producción en gas y petróleo, la lista de los que no estuvieron de acuerdo se vuelve difusa, pero uno de ellos fue también Guillermo Pereyra que usó el argumento para ganarle una violenta elección a un ya alineado Sapag y después votó en contra de la reforma de la ley de hidrocarburos. Ahora su sucesor, Marcelo Rucci, parece asomarse al mismo camino.

Los carteles de Rucci 2023 que aparecieron hace semanas fueron ratificados en el acto presidencial con cantos de hinchada. Los petroleros llegaron a Loma Campana después de un acuerdo salarial exprés que, justamente, se resolvió en horas para que no se perdieran el acto. Hubo versiones respecto de cómo hicieron para volar a Neuquén, pero YPF desmintió haberles puesto un avión charter.

El viento y la tierra fueron también protagonistas. Sin embargo, varios de los presentes corrigieron la versión y hablaron de “arena de fracking” y después de eso no faltó la suspicacia de los que pusieron en duda sí no fue que el material silíceo fue dejado adrede al descubierto, para que un presidente porteño conozca el viento patagónico. Más allá de la broma, el retrato familiar fue completo y para que no faltara nadie, en la mesa también estuvo Ofelia “Pipa” Cédola, que es presidenta de la Fundación YPF y además fue quien presentó a los jóvenes Néstor y Cristina.


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