Chango Spasiuk llega a Roca para un show en Casa de la Cultura
El músico misionero se presentará este viernes, en formato de trío. En una entrevista con Río Negro, cuenta cómo surgió este show y qué lo mantuvo activo durante este tiempo.
Chango Spasiuk tiene previsto un viaje al sur. Un viaje por fuera de cualquier gira o presentación. Esta vez, Chango viene a otra cosa. O venía. Porque nunca nada tiene que ver con la música si se trata de Chango. Por eso, su productor le sugirió, acaso sabiendo la respuesta, por qué, ya que iba a viajar para este lado, no aprovechaba para dar un concierto.
Entonces, Chango no lo pensó dos veces: llamó a Marcos Villalba, su guitarrista, percusionista y, sobre todo compañero de ruta; y a Diego Arolfo para que los acompañara en guitarra y voz. Y Chango, que vendrá por otros asuntos, también vendrá a dar un show. Será este viernes, a las 21, en Casa de la Cultura (9 de Julio 1043, Roca).
“A partir de un viaje surgió esta única presentación; y porque a mí me encanta tocar en la zona”, le confirma Chango Spasiuk a RÍO NEGRO durante una entrevista telefónica.
“Me interesa encontrarme con la gente y eso es algo que se construye tocando en vivo, no se construye en las redes sociales, ese vínculo se construye visitándolos”, afirma el músico misionera. “Mi trabajo se conoce por estar”, sostiene.
El folclore es un lenguaje, una tradición sobre la que uno está parado, y que, a partir de ese lenguaje, de esa tradición, tratamos de dialogar con otros que tiene otras tradiciones porque hay un interese mutuo por la belleza».
Chango viene con una formación de trío para recorrer buena parte de su música en formato chico, dadas las circunstancias. Pero también dados sus propios intereses artísticos que mencionará varias veces en la entrevista. “Otras formaciones más complejas permiten hacer músicas más instrumentadas. Aquí voy a pasar por diferentes momentos. He tocado mucho trío, es una formación que me gusta”, revela.
La última vez que Chango estuvo en la región fue en noviembre del año pasado para presentar, en Neuquén, “Música y palabras”, un original espectáculo en el cual el músico abría el juego al público para que le preguntara cosas de su vida y de su música, obviamente en formato de trío.
“Fue una experiencia muy bella. Estuvo muy bueno y es algo que no descarto volver a hacer”, avisa. “Lo hicimos hasta que se terminó el año. Después de aquella serie de presentaciones empezamos a tocar en formatos más grandes, aparecieron los festivales de verano y todo eso cambió un poco la dinámica; después me enfoqué en terminar de grabar el disco que había comenzado en mi casa. Entre todo esto a Música y Palabras la dejamos en pausa un poco, pero la experiencia ha sido hermosa”.
No puedo ser otro tipo de artista del que soy y que tenga otro tipo de relación con el público”.
Música y Palabras cambió el sentido que suele proponer un espectáculo. Si habitualmente es el público quien espera que el artista lo sorprenda, en Música y Palabras también el artista está en esa posición, la de esperar de qué modo el público lo puede sorprender con sus preguntas e inquietudes. “Cada nuevo show era una Caja de Pandora (risas)”, reconoce Chango.
Spasiuk disfrutó mucho del contacto cercano con su público porque, de alguna manera, Música y Palabras les devolvió a sus presentaciones aquel espíritu de propio de las peñas y los fogones, donde el público tiene una participación más directa y cercana.
De aquella experiencia cuenta Chango que le interesó poner en juego una idea que él mismo tenía de su relación con la gente, no en un sentido cuantitativo ni cuantificable, sino de constatar que, tras más de 30 años de música, ese público seguía siendo el espejo en el cual podía seguir mirándose. “No hay manera de que sea de otra manera mi relación con el público. No puedo ser otro tipo de artista del que soy y que tenga otro tipo de relación con el público”, confiesa.
Por último, sobre el disco en el que está trabajando para editar en breve, se trata de un proyecto que comenzó a trabajar desde su casa en pandemia hasta que se dio cuenta de que podía conectarse con quien quisiera de cualquier parte del mundo. Y eso fue lo que hizo y así fue que aparecieron músicos de Marruecos, Senegal, Francia, Noruega, Estados Unidos, Brasil y de acá del interior. El disco se llamará Eiké, palabra del antiguo guaraní que, revela Chango, quiere decir entrar en el alma, el alma como si fuese una casa a la cual uno invita a entrar al otro.
En Eiké, una vez más, Spasiuk conectará el lenguaje folclórico argentino con otros folclores, porque, en sus palabras, “el folclore es un lenguaje, una tradición sobre la que uno está parado, y que, a partir de ese lenguaje, de esa tradición, tratamos de dialogar con otros que tiene otras tradiciones porque hay un interese mutuo por la belleza”.
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