Todas las ventajas de tener una terraza verde
Imaginar los techos parcial o totalmente cubiertos de vegetación no es un sueño imposible. Repasamos los consejos de la Ingeniera Agrónoma Lucía Hechem, de Viveros “La Deseada” de Cipolletti.
Cada vez se vuelve más tendencia el uso de techos o terrazas verdes sustentables, ecológicas y transitables. Esta tendencia tiene su explicación: nos permite aprovechar espacios que antes no eran utilizados y transformarlos en auténticos “paraísos naturales”, que además de hacer un aporte ornamental, implican una mejora en la calidad de vida. ¿Por qué? Porque en verano, por ejemplo, regulan la temperatura exterior; y en invierno, nos permiten mantener la temperatura interior.
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Las terrazas verdes tienen un costo accesible, y nos ayudan entre otras cuestiones a aminorar el efecto de las lluvias. Estos y otros tantos beneficios, de la mano de la Ingeniera Agrónoma Lucía Hechem, de Viveros “La Deseada”, de Cipolletti. Repasamos todos sus consejos y asesoramiento.
Según Hechem, en los últimos años, la demanda de terrazas verdes en la zona ha crecido notoriamente ya que este tipo de “jardines elevados” brindan una serie de beneficios para la población y para el medio ambiente. Son de gran utilidad para preservar el equilibrio ecológico en el ámbito urbano, colaboran a reducir la contaminación del aire, actúan como aislantes térmicos y acústicos, retienen el agua de lluvia y principalmente dan utilidad y mejoran la habitabilidad de una superficie.
Contar con un espacio de esta naturaleza también ayuda a disminuir el estrés. “En muchas ciudades del país, como por ejemplo en Neuquén, se modificó el código de construcción mediante ordenanzas para incentivar la construcción de techos y terrazas verdes utilizando la arquitectura sustentable y mejorando la eficiencia energética de los edificios, para hacer frente a las problemáticas del cambio climático”, explicó la Ingeniera Agrónoma.
Según explica la experta, los techos o cubiertas verdes pueden dividirse en dos tipos: “cubiertas verdes extensivas” -o de uso decorativo- y “cubiertas verdes intensivas”. Dentro de las primeras, una opción popular para viviendas particulares son los techos verdes en bandejas modulares. Los mismos se utilizan principalmente con fines decorativos y para reducir la temperatura del lugar. “Son de rápida colocación y se pueden utilizar en techos metálicos ya que son livianos, requieren poco mantenimiento y su necesidad hídrica es baja”, asegura Hechem. Los mismos se realizan utilizando bandejas donde se implantan especies de vegetación baja, de 8 a 10 centímetros de altura, como hierbas, musgos, sedum o flores pequeñas. “El sedum, al ser una planta suculenta es de lo más utilizado por su resistencia y capacidad de retención de agua”, acotó Lucía.
En cambio, las “cubiertas verdes intensivas” son “nuestras preferidas a la hora de diseñar espacios comunes en proyectos comerciales y/o terrazas de edificios”, explica Hechem, “porque es donde se espera un uso recreativo. Las mismas están diseñadas para soportar elementos mucho más grandes, como arbustos y árboles pequeños y césped”. A la hora de proyectar una terraza verde de este tipo, la profesional asegura que antes de crear el diseño, se deben considerar determinadas características técnicas que las convierten en un desafío arquitectónico y de ingeniería por varios factores.
Según comenta la Ingeniera, “primero se debe analizar la estructura donde se realizará la parquización, que deberá soportar el peso del sistema cuando se encuentre húmedo. La misma se puede proyectar en terrazas o balcones de edificios de cualquier altura, en el techo de una casa, de contenedores comerciales o simplemente en la loza de una cochera. El peso puede variar entre 80 y 200 kilos por metro cuadrado, dependiendo de la complejidad del sistema, del sustrato y de las especies vegetales a usar”. Al mismo tiempo, Hechem indica que “es de suma importancia que la estructura sea impermeable y que cuente con un sistema de drenaje adecuado, corroborando que la pendiente sea apta para conducir el agua correctamente y que, en el caso de grandes lluvias o alguna falla en el sistema de riego, pueda drenar el agua de manera eficiente”.
Cada drenaje deberá contar con filtros para evitar que el sustrato se escurra y tape las cañerías. Generalmente se utiliza una capa de tela geotextil y una o varias capas de piedra o puzolana, asegura la profesional. En cuanto al sustrato a utilizar, debe ser liviano; y que ayude al drenaje pero que sea lo suficientemente absorbente como para retener el agua para el adecuado crecimiento de las plantas. Según las características del lugar se define el sustrato para utilizar. Para la profesional, la combinación adecuada es de materia orgánica con otros elementos a fin de lograr un equilibrio entre drenaje y retención de agua. Para la implantación de césped en panes, Hechem recomienda una capa de sustrato que no sea menor a 7 centímetros. “Cuando proyectamos espacios de uso común en edificios o grandes superficies siempre se aconseja utilizar un sistema de riego automatizado, por goteo localizado para las plantas y subterráneo para la irrigación del césped”, señala.
La ingeniera comenta que para implementar el riego subterráneo, se utilizan mangueras especiales que se entierran unos pocos centímetros por debajo del césped. Las mismas poseen goteros integrados que limitan la cantidad de agua irrigada y hace que el sistema sea más eficiente.
Para la correcta distribución del agua, se utiliza una bomba por lo cual debemos contar con una fuente de electricidad cercana para alimentar el sistema. “Una vez que hemos considerado todos los factores anteriormente descritos, podemos proceder al diseño del espacio al igual que al diseñar un parque en el patio de una casa o en un espacio público”, afirma la ingeniera. Y agrega que “analizamos las condiciones climáticas del lugar, la orientación del terreno, los vientos predominantes de la zona, la arquitectura y entorno del lugar y los usos que se le darán al mismo”.
En las terrazas verdes podemos combinar espacios de césped, canteros con piedras decorativas y plantas ornamentales, decks y macetas de diferentes tamaños. Las especies vegetales a considerar dependen mucho de la zona. En la región se utilizan plantas resistentes a los vientos, de porte pequeño, donde su consumo hídrico sea bajo a moderado; y puedan resistir la variabilidad de la amplitud térmica de la zona, por ejemplo: buxus, westringia, formio, dietes o stipa, entre otras.
Por último, la profesional expresó su deseo de esta nueva tendencia haya llegado para quedarse ya que estamos convencidos de los grandes beneficios que aportan a la sociedad. “Son una solución que requieren baja inversión y contrarrestan las problemáticas asociadas al gran crecimiento demográfico de la región, que como consecuencia llevan a la pérdida continua de espacios verdes y recreativos, disminuyen la capacidad de terreno absorbente e incrementan la temperatura en las ciudades”, cerró.
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