La extraña paradoja de Messi: no poder ser feliz en dos lugares al mismo tiempo
Ahora que hay tranquilidad con la Selección, la turbulencia está en su club, el PSG, cuyos hinchas le dan la espalda luego de la eliminación de la Champions. Ayer su equipo ganó, el crack volvió al gol, pero no se lo ve del todo feliz en París en el año del Mundial.
Lionel Messi y una paradoja que ha atravesado su carrera futbolística con un vaivén entre el cielo y el infierno, donde el origen y el destino parecen haber cambiado de dirección.
El crack argentino necesitó de un título para enterrar para siempre las dudas sobre su injerencia en la Selección Argentina, que supo ver hasta el hartazgo como su capitán tenía una celebrada intervención en cada conquista con el Barcelona, mientras que con la Albiceleste todo parecía ser un tormento, alimentado por las finales perdidas.
Allí todo y aquí nada, solía decir con resignación el hincha argentino.
Tras la conquista en el Maracaná de la Copa América 2021, Messi pudo por fin pisar terreno firme en cada desembarco en Ezeiza. Cada citación de Leo al seleccionado post título ha sido una fiesta, cuando por mucho tiempo fue un martirio.
Coincidió con la etapa de mayor esplendor del crack en el Barcelona, donde el brillo y la magia del jugador se traducía en títulos, a medida que con la selección el karma se extendía.
Pero la paz nunca pudo ser completa para el ‘10’. Ahora que con la Selección hay tranquilidad, con un invicto de 31 partidos y un camino a Qatar lleno de ilusiones, la turbulencia está en su nuevo club, el PSG.
A pesar de que ayer goleó 5-1 al humilde Lorient, el partido recién le sacó una sonrisa al rosarino cuando marcó el cuarto tanto del equipo. Messi, que había anotado sólo un gol en los últimos diez encuentros, apenas suma tres en lo que va del 2022. Una marca insignificante para un devorador de récords como la Pulga.
Guapeada de Mbappé y fin de la sequía de Leo Messi en la #Ligue1: así marcó el argentino en la paliza ante Lorient. ¡Qué golazo! pic.twitter.com/pB52FRQIf2
— SportsCenter (@SC_ESPN) April 3, 2022
No se lo ve cómodo a Messi en el PSG y la situación preocupa de cara al Mundial porque el semblante de Leo sólo se modifica cuando está junto a la Selección. Pero se sabe, no puede estar a tiempo completo. Se debe a su club y a sus compromisos.
El problema es que el frente que le queda al PSG es esta Ligue 1 que va ganando por escándalo, por 12 puntos de diferencia contra el Marsella.
A los 34 años, un jugador que lo ha ganado todo necesita estímulos, y la eliminación en octavos de la Liga de Campeones ante el Real Madrid lo dejó vacío.
Para colmó la paciencia de los hinchas parisinos se agotó ante la seguidilla de frustraciones en la Champions y el pasado el 13 de marzo ante el Bordeaux, en un hecho inédito, silbaron a la dupla que hizo historia en el Barsa: Messi y Neymar.
A través de un comunicado, los ultras del PSG había avisado que para el partido de ayer ante el Lorient cambiarían silbidos por silencio. La goleada 5-1, con una gran actuación del tridente que completa ese enorme jugador que el Kylian Mbappé, hizo que el grueso de los aficionados parisinos despidiera con aplausos al equipo.
Messi volvió al gol, Mbappé anotó dos al igual que Neymar, pero el capitán argentino sabe que cada partido del PSG en el Parque de los Príncipes será por lo menos incómodo.
A la Liga de Francia le quedan ocho jornadas para el final, que será el 21/22 de mayo ¿Qué hará Messi después? ¿Se quedará en París, o el Barcelona lo recibirá por la puerta grande, la misma por la que tendría que haber salido cuando dejó el club por la desidia de la dirigencia culé?
En lo que puede ser su último Mundial, Messi está en modo Selección. Un estado que es una caricia para el hincha argentino que desea ver feliz a su capitán, sea en París o Barcelona. Como siempre, la última jugada estará en los pies del crack.
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