Ansiedad por separación, una sociopatía a tener en cuenta en nuestras mascotas

Las manifestaciones que demuestran los perros al sentirse solos son muy similares a las del hiperapego, pero es fundamental saber cuándo se trata de una u otra patología.

La sociopatía, a diferencia de la angustia por separación, afecta al perro que tiene un conflicto profundo y que sufre a causa de separarse de su dueño, y no sabe cómo resolverlo, explica Luis Ayala, Educador de canes.
El perro “sociópata” se queja efusivamente ante la partida de su dueño. “Se irrita y protesta, esa protesta es de corto tiempo y una vez que se desestresa, se echa a descansar. Ahí se inician dos problemas de la misma forma, pero de fuentes diferentes”, aclaró el profesional.

La sociopatía afecta al perro que tiene un conflicto profundo, que sufre a causa de separarse de su dueño, y no sabe cómo resolverlo.

Asegura Luis Ayala, educador de canes, de Allen


Por otro lado, el animal que ya sufre de ansiedad y angustia por separación o hiperapego, la cual suele ser generada por tener una relación muy cerrada con el perro – expresa Ayala – y es consecuencia de pasar todo el tiempo juntos o darle un acceso irrestricto a los recursos y la afectividad, es decir, el perro “siempre tiene y quiere”, por ejemplo: “quiere” subirse a la cama y “se sube”, “quiere” upa y “tiene” upa. Cuando esa “fuente de ansiedad” (el humano) se va, el perro genera una ansiedad por separarse de “esa fuente de recursos”, que es su propietario – afirma – entonces esa ansiedad puede generarse por hiper apego generando una gran y profunda angustia que sume al perro, en un estado de desesperación y manifiesta gritos, arañazos en la puerta y ladridos compulsivos. Este comportamiento dura mucho tiempo, y si bien el perro llega a un momento en que se tira y descansa un rato, luego vuelve a retomar el repertorio de quejas. “Eso es ansiedad por separación, angustias o hiperapego”, señaló Ayala.

Algunos cachorros esperan con ansiedad el regreso de sus afectos humanos


Sin embargo, existen comportamientos parecidos a los mencionados y es cuando el perro puede presentar cada vez que salimos de casa, rasgos muy similares a través de quejas, gritos, ladridos y rotura de objetos – especificó Ayala – y que, generalmente este tipo de conductas dura muy poco tiempo, de unos cinco minutos y a veces menos. Según el educador, el perro una vez que hace el berrinche, luego deja de hacerlo, esa conducta es una “sociopatía” porque “se queja efusivamente ante la partida de su dueño, pero esa protesta es corta, a diferencia de la angustia por separación”.

Otros padecen ese tiempo de ausencia con profundo dolor y lo expresan aullando permanentemente


Ayala asegura que un diagnóstico diferencial requiere de la ayuda de un profesional, ya que influyen varios factores que implica desde la genética del animal hasta el aburrimiento o el mal manejo de la relación de humano-perro y el mal comportamiento.

Hay perros aún adultos que sufren profundamente la soledad, por eso es necesario enseñarles que estar solo en casa es un momento descanso y tranquilidad.


En cuanto al tratamiento conductual, se basa en la reducción del apego y el control de la afectividad, ante los pedidos del perro y los recursos. Reducir o eliminar el acceso irrestricto a las atenciones y recursos: cuando nos sentamos y el perro se sube y se lo mima y tantos ejemplos. “Estos comportamientos nos indica que el perro es el que decide todo y uno accede inmediatamente a ese trato, sin darnos cuenta”, acotó el profesional asegurando que se trata de un acto absolutamente involuntario. También aseguró que estas situaciones suceden en familias pequeñas, es decir, un perro y un propietario o un perro y una pareja, donde tienen a ese “perrihijo” y actúan de esta manera accediendo a cada petitorio del animal, con un acceso sin restricciones para él.

En cuanto al tratamiento conductual, se basa en la reducción del apego y el control de la afectividad, ante los pedidos del perro y los recursos.

Luis Ayala, educador de canes


En este manejo del control de la efectividad, el experto dice que existen protocolos y se debe tratar particularmente, ya que cada perro es diferente. Ayala aclara que “un perro que está ansioso y nervioso y es sometido a una situación que le provoca a una emoción negativa e intensa, no va a aprender. “No puede aprender porque se bloquea y no logra gestionar y resolver”, además agregó que “es fundamental aclarar esto, ante el profesional actuante”. En conclusión, ante la ansiedad o alguna sociopatía, no se le debe de aplicar ningún tipo de castigos como suelen utilizar collares de ahorque, o métodos de dominancia del rol alfa y demás, porque es altamente contraproducente para el animal y agrava más la situación. “La gente debe saber que los métodos de adiestramiento y de abordaje de conducta de los perros, no deben ser invasivos desde ninguna índole” expresó Ayala y aconsejó cancelar todo tipo de tratamientos ante conductas de rigor, ya que es totalmente contraproducente para el animal, además de manifestó que este tipo de educación canina suceda en el siglo XXI es de cavernícolas”.


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