Femicidio de Cristina Ancatén: su expareja fue declarado culpable
Damián Retamal era el único acusado. Ahora el juez deberá imponerle la pena.
Las hermanas, la madre y el padre de Cristina estuvieron presentes durante la lectura del veredicto. Foto Florencia Salto.
Por unanimidad, Damián Retamal fue declarado culpable del femicidio de su expareja, Cristina Ancatén. Esta fue la decisión del jurado popular y ahora será el juez Gustavo Ravizzoli el que defina la pena. Para estos casos, la única posible es la prisión perpetua.
María Cristina Ancatén tenía 37 años cuando fue asesinada en Centenario, durante una fiesta familiar, la madrugada del 1 de mayo del año pasado. Como él mismo reconoció, la mujer sufrió lesiones cuando estaba con Retamal en el baño. El hombre insistió en que ella se cayó, la pericia forense descartó que las marcas coincidan con una caída sino que, por el contrario, eran compatibles con golpes violentos.
Ancatén y Retamal tenían tres hijos en común, producto de 20 años de relación. La noche de la celebración de un cumpleaños de 15, la noche en la que ella murió, la pareja ya estaba separada.
El hijo mayor de la pareja, cuando declaró en el juicio, contó: «mi mamá ya no aguantaba el maltrato». Fue contundente respecto de que no cesó el hostigamiento aun cuando se separaron. Afirmó que la agredía por mensajes de Whatsapp «insinuando que era una mala madre, una mala mujer, que podía estar con cualquier otro hombre». Explicó que Retamal insistía en que regresaran.
El mismo Retamal reconoció que ese día de la fiesta había besado a Ancatén a la fuerza, a pesar de su rechazo.
Según la versión de la defensa, la mujer se golpeó cuando estaba en el baño y fue el mismo relato que sostuvo Retamal al declarar hoy, antes de los alegatos. La médica forense, Jorgelina Carmona explicó que es poco probable que el hematoma que la mujer tenía en la zona del pómulo izquierdo haya sido producto de una caída sino que un traumatismo tan localizado era compatible con un golpe de puño. Además, halló «machucones» en los brazos y antebrazos, y signos de sujeción en el cuello que se generan por una presión sostenida y con fuerza. Indicó que recibió más de un golpe violento en la zona de la nuca contra una superficie dura (cefalohematoma) y eso fue letal.
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