Qué son y cómo se usan las “células madre”

La extracción de “células madre” del cordón umbilical no duele ni es riesgosa para la mamá o el bebé. La guarda de estas células en bancos especializados puede ser muy eficaz, a futuro, ante afecciones que pudiera desarrollar el niño e incluso sus familiares directos.

Hace treinta y tres años tuvo lugar, en París, el primer trasplante de células madre de cordón umbilical. ¡Y fue todo un éxito! Un niño de cinco años, que padecía anemia aplásica, se curó gracias a la donación de células madre de su hermana recién nacida. Desde entonces, se han realizado más de 40 mil trasplantes de este tipo en diversos lugares del mundo y con resultados cada vez más alentadores.


Latinoamérica está a la vanguardia en la guarda de células madre y el desarrollo de protocolos de investigación. La comunidad científica está comprometida con el avance de ensayos clínicos que permitan conocer aún más en profundidad cuáles son las bondades de las células madre.

Tanto a nivel privado como público, existen en la región bancos de almacenamiento que recolectan, procesan y criopreservan las células extraídas de la sangre y del tejido del cordón umbilical. Además, se aceleran las investigaciones que evalúan nuevos usos, incluidas otras células madre adultas llamadas “mesenquimales”, que pueden obtenerse a partir de varios órganos y tejidos, y también ser extraídas del tejido de cordón umbilical.

Las células madre de cordón umbilical son utilizadas principalmente como una alternativa al trasplante de médula ósea, con el fin de regenerar el sistema inmunológico y sanguíneo de pacientes tratados con quimioterapia u otros tratamientos radiactivos para destruir células cancerígenas.

Además, se están utilizando células madre para parálisis cerebral, autismo, infartos, diabetes y para tratamientos paliativos que mejoran la calidad de vida de los pacientes que han sido tratados por una patología de alta complejidad.


Los especialistas en el tema resaltamos la importancia de promover la reserva de estas células y su guarda, por ejemplo, para tratar a futuro enfermedades que pudiera desarrollar el niño al que se le extrajeron, como así también en caso de que el afectado sea un familiar directo.

La guarda puede hacerse para uso propio o para donar. En el primer caso, se recurre a bancos de guarda privados que toman la muestra de sangre y tejido del cordón y las almacenan, pudiendo acceder a ellas en caso de que tuvieran que utilizarlas, ya sea para el bebé del que se extrajeron o para un familiar directo.

Cuando se decide donar el cordón y su sangre, debe hacerse a un banco público, al que cualquier individuo que necesite y sea compatible podrá acceder.

Es importante destacar que la extracción de la sangre del cordón umbilical, fuente no controversial de células madre, no duele, no es invasiva, ni representa riesgos para la madre ni el bebé, tampoco interfiere con el proceso del parto y postparto ya que se trata de la sangre que queda en el cordón umbilical y la placenta después del nacimiento de un niño.


La importancia de su guarda radica en que allí se encuentran células madre hematopoyéticas y células madre mesenquimales, que debido a su flexibilidad y diversidad pueden ser eficaces en el tratamiento de más de 80 enfermedades, entre ellas, diversos tipos de leucemias, linfomas, otras enfermedades hematológicas malignas (como el mieloma múltiple), enfermedades hematológicas no malignas, enfermedades de falla medular, inmunodeficiencias, errores innatos del metabolismo, entre otras.

Atendiendo a diversas cuestiones, como la etapa de la enfermedad que atraviesa el paciente, sus características y la respuesta a los tratamientos, se puede considerar como alternativa terapéutica un trasplante de células hematopoyéticas de médula ósea, de sangre periférica o de sangre de cordón umbilical.

También, dependiendo de la enfermedad, existen indicaciones para trasplantes autólogos (células del propio paciente) y alogénicos (de un donante alternativo, relacionado o no emparentado familiar).

Las células madre del cordón umbilical también pueden representar una alternativa terapéutica ante enfermedades autoinmunes (aquellas que se dan porque el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca los tejidos sanos) como la esclerosis múltiple grave, artritis inflamatoria juvenil y artritis reumatoide, lupus.

Por Dr. Claudio Dufour, Médico especialista en hematología y Director médico de BioCells Argentina (claudio.dufour@biocells.com.ar).


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