Maradona asegura que en su libro no rompió códigos

BUENOS AIRES (DyN) – Diego A. Maradona aseguró ayer que el libro autobiográfico que presentó relata toda su «verdad» y salió al cruce de sus detractores, en especial de algunos ex compañeros del seleccionado argentino que lo acusan de romper códigos.

Carismático, verborrágico, emotivo y polémico, Maradona se mostró tal cual es durante la multitudinaria conferencia de prensa que ofreció en un hotel de Puerto Madero de esta capital, ante unas mil personas, entre periodistas e invitados.

Maradona entró con retraso a la sala con el ex presidente Carlos Saúl Menem y su representante Guillermo Cóppola.

Flanqueado por los periodistas Cherquis Bialo y Daniel Arcuci, quienes transcribieron e interpretaron sus declaraciones en La Habana, donde realiza un tratamiento por el consumo de drogas, el ex capitán del seleccionado argentino debió esforzarse para no derramar una lágrima cuando recordó algunos pasajes del libro «Yo soy el Diego», al que él le agregó «el Diego de la gente».

Manejó la escena desde el principio, cuando un periodista apuró la primera pregunta.

También se puso cortante ante las acusaciones de haber roto códigos del fútbol: «siempre defendí al jugador y estoy cansado de que le digan a un periodista que otro se cagó (sic), pero enseguida pidan «Ojo, eso de mi boca no salió»».

Acaso, los primeros tres capítulos, los cuales detallan su niñez, sus carencias en Villa Fiorito y los primeros pasos que dio en el fútbol, le generaron a Maradona una profunda congoja, «como cuando me los leyó en Cuba la Claudia» Villafañe, su esposa.

«Yo hablo así. Y así, con mi lenguaje, está escrito el libro. Porque yo me expreso como la gente. Guste o no. Y soy el Diego de la gente. No soy el Diego de Havelange o de Blatter», aclaró en alusión al ex y al actual presidente de la FIFA.

Otro momento tocante de la conferencia fue cuando el ex presidente Carlos Saúl Memen se acercó a recibir el primer libro que obsequió a sus invitados especiales, los que ocuparon el sector VIP del hotel.

Entonces, Menem le agradeció «profundamente» el presente, por haber «estado cerca en el momento que perdí a mi hijo» -evocó-, lo cual lo ayudó «a soportar mejor ese inmenso dolor».

Al ser consultado sobre los que lo imputan de «haber roto códigos del grupo», pues trascendió que en el libro «ventila intimidades», el rostro de Maradona se desencajó y replicó desafiante con un «ya lo expresó el «Bambino» (Héctor) Veira. Siempre defiendo al jugador. No soy como otros, que se hacen los buenos de la película, le cuentan cosas a los periodistas, pero después les piden que no digan quien se las dijo».

«También puedo cometer errores, como todo el mundo», añadió, casi con fastidio.

Próximo a cumplir 40 años de edad -será el 30 de octubre-, el «10» se mostró «cansado de leer cosas sobre esto o lo otro, pero nunca sale el nombre de quién lo dice. Yo acá me hago cargo, sin dejar dudas».

Hubo silbidos en la presentación

BUENOS AIRES (Télam) – El ex presidente Carlos Saúl Menem y el periodista Mauro Viale fueron silbados ayer cuando subieron al estrado en un hotel de Puerto Madero para recibir de manos de Diego A. Maradona su libro autobiográfico «Yo soy el Diego».

El ex mandatario fue el primero, por especial pedido de Maradona, en recibir su ejemplar, pero cuando comenzó a caminar hacia el escenario -estaba sentado junto a Claudia Villafañe- comenzó una tenue silbatina que luego se acrecentó.

No obstante, Menem hizo caso omiso a la rechifla y tras recibir la obra tomó el micrófono, agradeció al ex futbolista y recordó que Maradona estuvo a su lado cuando falleció trágicamente su hijo Carlos.

«Esas cosas no se olvidan jamás», expresó Menem, luego de lo cual bajó del escenario, mientras se aprestaba a subir Carlos S. Bilardo.

Luego de las entregas de los libros al ex defensor de Rácing y Ríver, Roberto Perfumo; al ex arquero de Ríver y del seleccionado, Sergio Goycochea; al animador Adolfo Castelo, y al periodista Enrique Macaya Márquez, fue el turno de Mauro Viale.

Cuando el periodista fue anunciado por el periodista Martín Liberman, los silbidos fueron notorios, y después de recibir su ejemplar de manos de Maradona, Viale les señaló a los invitados que «estoy acostumbrado a recibir silbidos, pero nadie me va a quitar haber sido el que relató el gol de Diego a los ingleses».

Luego de esta rechifla, Maradona expresó que «recién hubo silbidos para el presidente (sic), ahora también. Yo les pido que el que quiere silbar se vaya afuera, aquí no».

Un pedido para los que juegan en el exterior

BUENOS AIRES (DyN) – Durante la presentación de su autobiografía, Diego A. Maradona realizó un llamamiento a todos los jugadores que actúan en el exterior a venir a jugar cuando son convocados por la selección nacional y expresó que «los dirigentes de esos clubes se podrán oponer, pero no son dueños de todas las aerolíneas del mundo y nosotros podemos viajar».

Maradona preguntó «¿a quién no le gustaría jugar en la selección?», aunque consideró como «algo exagerado» que se piense que puede jugar un partido por las Eliminatorias si es que a esa altura los dirigidos por Marcelo Bielsa ya están clasificados para participar del Mundial 2002.

«Para mí esto es nuevo», simuló Maradona con una amplia sonrisa mientras parecía sacar cuentas de si en realidad sería posible que la Argentina pudiera asegurar antes de la última fecha su participación en el Mundial de Japón-Corea.

«Cuando jugás afuera y te llaman de la selección es un golpe muy grande al corazón, es como que te están dando una bandera argentina estando fuera del país», añadió.

«Si yo me hubiera quedado en la Argentina hoy tendría más partidos en la selección que el «Cholito» Simeone y que cualquiera. Pero es un orgullo venir a jugar todas las veces que a uno lo llaman cuando está afuera», añadió.

Enseguida volvió a ocuparse de los que están actuando en clubes del exterior.

«Yo les digo a los que están afuera que vengan siempre que los convoque la selección y no permitan que los dirigentes de esos clubes les pongan trabas, porque ellos no son los dueños de los aviones, ni los dueños de todas las compañías aéreas y el jugador, si quiere, puede viajar», aseguró.

Recordó cuando en el Barcelona le retuvieron el pasaporte en ocasión en que él lo necesitaba para viajar a integrarse al seleccionado argentino.

«Se lo mandé a pedir dos veces y me lo negaron. A la tercera fui yo y no me lo querían dar. Les dije que si no me lo daban yo les iba a tirar todas las copas, todos los premios que tenían ahí. Me lo negaron y les hice volar una de las copas. A la primera copa que cayó no apareció mi pasaporte, aparecieron quince pasaportes», recordó.