Arrancó el juicio por el ataque a una comunidad mapuche de Bariloche
Los Buenuleo ocupan un territorio al pie del cerro Ventana. Hace dos años fueron agredidos hasta con armas blancas.
Los acusados en el inicio del juicio oral (Foto: Marcelo Martínez)
El juicio por el ataque a golpes y puñaladas sufrido por varios miembros de la comunidad Buenuleo hace casi dos años al pie del cerro Ventana tuvo en la mañana de hoy su primera audiencia, en la que quedaron expuestos los detalles de la violenta agresión, por la que están imputadas cinco personas.
La primera en tomar la palabra fue la fiscal Betiana Cendón, quien le atribuyó a los acusados Víctor Vera, Antonio Puñalef, Facundo Vera, Víctor Sánchez y Olga Flores la responsabilidad en la agresión registrada el 29 de abril de 2020 al mediodía, cuando el grupo llegó hasta el lote que ocupa la comunidad desde 2019 al fondo del barrio El Pilar II, en una reivindicación territorial que también tramita en la Justicia y que obtuvo ya un pronunciamiento favorable del INAI.
Según relató, Ramiro Buenuleo y su pareja salían de la vivienda ubicada al ingreso del territorio cuando se toparon con el grupo que llegaba “con intenciones de agredir, con palos e insultando” a los miembros de la comunidad. Dentro de la casa estaban también Viviana Álvarez, sus hijos y otros niños.
Cendón brindó detalles sobre la violencia desplegada y destacó que el grupo había irrumplido en el predio de los Buenuleo en plena pandemia, cuando regía el decreto de aislamiento estricto.
La fiscal individualizó a Víctor Sánchez como quien ingresó a la vivienda por la parte de atrás, rompió vidrios, golpeó y lesionó a Viviana Alvarez, quien sufrió una fractura en su mano izquierda. Ramiro Buenuleo fue golpeado por Puñalef en la cabeza con un elemento contundente que le causó un corte de dos centímetros. Luego cayó al suelo y arremetieron contra el otros de los agresores, que le causaron más heridas en la cabeza. En medio del tumulto Víctor Vera empuñó un cuchillo y le causó dos heridas en las piernas.
La fiscal dijo que Álvarez sufrió durante el incidente la sustracción de su teléfono celular, que nunca más apareció. Reconoció que la comunidad Buenuleo tiene en el lugar un “asentamiento provisorio”, pero aun cuando ese litigio continúe, no corresponde a los supuestos demandantes apelar “a las vías de hecho”. Recordó que para evitar ese tipo de conflictos había control policial permanente en el lugar, que no acudió en resguardo de los agredidos. Agregó que Puñalef y Facundo Vera, antes de retirarse, tomaron piedras de gran tamaño y rompieron los vidrios frontales de la vivienda.
El abogado querellante Ezequel Palavecino adhirió en todo al planteo de la fiscal y dijo que las evidencias muestran de sobra que la patota actuó “con planificación previa”. Destacó la conducta “pacífica” de las víctimas y dijo que en todo momento su principal preocupación fue el resguardo de sus hijos. “Hoy hay cinco niños que se encuentran con tratamiento psicológico, después de haber visto cómo golpeaban a sus padres”, señaló el abogado.
En defensa de los acusados intervino Alejandro Pschunder quien alegó que “no se trató de una agresión sino de una riña”, ya que los llevados a juicio con acusación de haber causado lesiones graves en realidad actuaron en respuesta a una amenaza de Ramiro Buenuleo, quien dijo previamente que “iba a violar a la hija” de uno de sus defendidos.
“Hablan de desapego a la ley, pero desapego a la ley es lo que hizo la comunidad Buenuleo al usurpar la tierra -dijo el abogado-. Están en un territorio que no les pertenece y viven en una casa que no es de ellos. Siempre hacen lo mismo: violan sistemáticamente la ley y después se victimizan”.
El tribunal también pudo observar dos videos de los hechos, uno tomado por una niña de la comunidad y otro por un integrante del grupo agresor. El juicio continuará el lunes con nuevos testimonios, entre ellos los de algunos de los menores víctimas, que se tomaron con cámara gessel. Los alegatos finales están previstos para el miércoles.
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