El Vaticano lanzó un llamado a la paz: «aún hay espacio para la negociación»
La Santa Sede emitió una declaración en la que recordó las palabras que ayer pronunció el papa Francisco cuando anunció una jornada de ayuno y oración. Pidió "evitar la locura y los horrores de la guerra".
Si bien se encuentra en buen estado de salud, Francisco tiene 84 años.-
El Vaticano pidió hoy «evitar la locura y los horrores de la guerra» y advirtió por «escenarios trágicos» a raíz de la escalada militar rusa en territorio ucraniano de esta madrugada, aunque planteó que aún hay «espacio para la negociación».
«De frente a los desarrollos de hoy en la crisis en Ucrania, resaltan todavía más claras y sentidas las palabras que el Santo Padre Francisco pronunció ayer al terminar la Audiencia General», recordó hoy el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin en una declaración dada a conocer por la Santa Sede.
En la declaración, Parolin recordó que ayer «el Papa evocó gran dolor, angustia y preocupación» e invitó «a todas las partes involucradas a abstenerse de toda acción que provoque todavía más sufrimiento a las poblaciones, desestabilice la convivencia pacífica y desacredite el derecho internacional.
Para el purpurado italiano, «este llamado adquiere una urgencia dramática después del inicio de las operaciones militares rusas en territorio ucraniano. Los escenarios trágicos que todos temían están volviéndose realidad lamentablemente«.
«Pero aún hay tiempo para la buena voluntad, hay espacio para la negociación, hay aún lugar para el ejercicio de una sabiduría que impida que prevalezcan todo interés de parte, tutele las legítimas aspiraciones de cada uno y ahorre al mundo la locura y los horrores de la guerra», aseveró Parolin.
«Nosotros los creyentes no perdemos la esperanza de un atisbo de conciencia de todos los que tienen en mano los destinos del mundo. Y continuamos a rezar y ayunar, lo haremos el próximo miércoles de Cenizas, por la paz en Ucrania y en el mundo«, continúa el texto, en referencia a la jornada de ayuno convocada por Francisco para el 2 de marzo.
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