Acuerdo con el FMI: el silencio del kirchnerismo instala dudas en el Congreso
Ni Cristina ni Máximo Kirchner dieron su apoyo público al entendimiento, que debe ser aprobado por ambas cámaras. Ambos rechazan cualquier tipo de ajuste fiscal. En la oposición esperan y largan advertencias. Alberto Fernández critica ahora al organismo.
Silencio e indiferencia. Esa fue la respuesta de Cristina Kirchner y de su hijo Máximo Kirchner, jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, sobre el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Presidente captó el mensaje de quien lo elevó al poder y se mostró duro con el organismo. “El Fondo tiene que hacer una crítica mucho más profunda, no solo a lo que ocurrió en Argentina, sino a lo que ha sido su política permanente en las últimas décadas. Ha llevado planes a países que terminaron conmoviendo y conmocionando a sociedades enteras”, dijo en sintonía con el discurso de CFK.
El desaire se da en medio de un clima interno que se venía espesando en el Frente de Todos, por la marcha que el kirchnerismo más radicalizado está organizando para el martes contra la Corte Suprema.
Entre los más referenciados con el Presidente y con Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, aprietan los dientes. No acuerdan con la marcha, pero no pueden desarticularla porque eso generaría fracturas.
Tras el anuncio del acuerdo, todas las miradas rotaron hacia los Kirchner. Es que son pizas clave del oficialismo en el Congreso, donde el Frente de Todos tendrá que buscar apoyos para aprobarlo.
Los Kirchner fueron los más críticos del Fondo y de lo que se estaba encarando durante las negociaciones que encabezó Guzmán. Todo el tiempo rechazaron un ajuste fiscal como el que hará finalmente el Gobierno.
El Presidente habló con la vice antes de anunciar el acuerdo. Horas antes lo había hecho Guzmán. Ambos aclararon que no había alternativas y que no habría ajuste tradicional. Ella ratificó su rechazo a enfriar el gasto público en la salida de la pandemia y con el 40% de la población en la pobreza. Lo mismo que ya había expresado el Diputado Kirchner.
Los votos no se sumarán porque sí. Todo el arco opositor quiere leer la letra chica de los memorandos que Guzmán y el staff técnico del Fondo vayan a escribir durante febrero. De allí saldrá el plan económico que llegará en marzo o abril al Congreso.
Randazzo, diputado del bloque Identidad Bonaerense, avisó que su espacio espera los detalles para despejar todas las dudas. “Y también un apoyo explícito de la vicepresidenta”, agregó.
Córdoba Federal, integrado por los tres diputados que responden al gobernador Schiaretti, se despegó de cualquier posibilidad de apoyo.
El senador mendocino por la UCR Alfredo Cornejo dijo que “si Cristina no apoya esto nosotros no estamos ni en condiciones de someter a nuestra fuerza a esta discusión”.
Su correligionario, el diputado cordobés Mario Negri –jefe del interbloque de Juntos por el Cambio- consideró que el acuerdo con el FMI es “positivo porque evita el default”, pero aclaró que ahora habrá que ver los detalles finos para tomar una decisión.
“Se acaba de legitimar la estafa macrista”, recriminó la diputada Myriam Bregman, del bloque del Frente de Izquierda, al anticipar su rechazo de plano. Su par de bancada, Nicolás del Caño, llamó a “enfrentar en las calles el cogobierno con el FMI”.
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Las expresiones de los legisladores opositores exponen el sinuoso camino que deberá recorrer el Frente de Todos para lograr la aprobación por mayoría simple del Plan Económico Plurianual y el programa por el cual se refinanciará la deuda de la Argentina a un plazo de diez años que comenzará en 2025.
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