El incendio en el lago Martin podría controlarse en 15 días
Así lo aseguró el intendente del parque nacional Nahuel Huapi aunque recordó que esa zona al sur de Bariloche es de muy complicado acceso. El fuego avanzó pero dejó a su paso islas verdes que son ahora clave para la reconstrucción del bosque nativo que se quemó.
El intendente del parque Nahuel Huapi Horacio Paradela consideró que, en unos 15 días, los cinco focos que continúan activos en el lago Martin podrían estar controlados y de esta forma, se podría pasar a una guardia de cenizas.
Dos semanas atrás, Victoriano Curuhual, director de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias, había manifestado que no era “exagerado” pensar que el incendio forestal se extendiera durante todo el verano y que habría que convivir con el humo por mucho tiempo.
Ante el escenario de los últimos días, Paradela manifestó: “No es que hay una incertidumbre plena pero en este momento, se trabaja para que no haya un avance o expansión del incendio. Estimamos que habrá eventos de precipitaciones aunque no serían importantes”.
El incendio se desató el 7 de diciembre pasado a raíz de una tormenta eléctrica en una zona intagible del lago Martin. El fuego se propagó, amenazó varias poblaciones cercanas y en 51 días de actividad, arrasó unas 6.000 hectáreas.
Las lluvias de los primeros días de enero permitieron contener el avance de las llamas pero pocos días después, el incendio se reactivó. Los pobladores cuestionaron el accionar de Parques Nacionales y plantearon que “se dejó avanzar el fuego”; mientras que el brigadista Juan Sepúlveda, delegado de ATE, denunció que faltaron «directivas claras».
Las últimas precipitaciones nuevamente permitieron contener el avance de las llamas. Hoy solo quedan cinco focos activos y otros tres ya están contenidos. “Los focos activos quedan en el noroeste del lago Martin. Es un sector muy complejo con laderas escarpadas y sectores inaccesibles, de alto riesgo por la caída de rocas y árboles”, detalló Paradela. Aclaró que la zona no está cercana a “ningún área de uso público, de modo que no configura un riesgo”.
En relación a la superficie afectada de 6.000 hectáreas, reconoció que este número no es preciso. “Hablamos de la superficie del polígono, pero sabemos que adentro, hay sectores de vegetación que no están quemados. Fue detectado por el equipo de ‘severidad de impacto´ del parque. Esas islas son oportunidades para la posterior recuperación ambiental del lugar”, expresó y comentó que el personal recolectó semillas “para eventuales acciones de recuperación activa”.
El director regional de Conservación de Parques Nacionales, Javier Grosfeld, sobrevoló el área afectada esta mañana. “Observamos solo dos focos, muy chiquitos, metidos en un cañadón. Suece que por la temperatura, los focos se van reduciendo. La única forma de que evolucionen es que avance sobre lo quemado; de modo que no puede ir muy lejos. El escenario sería complicado con un cambio del viento al este, pero no está previsto”, dijo.
Sobre la finalización del incendio, Grosfeld se mostró cauto. “Así como hay incendios ocultos que aparecen después de la caída de rayos, en un perímetro de tantas hectáreas y con tanto fuego es posible que queden fuegos latentes. Uno no los puede ver porque están en el suelo. No hacen columnas pero hay brasas prendidas. Por eso, la guardia de cenizas a fin de que no se originen nuevos focos. El control es dificultoso”, puntualizó.
Respecto a las “islas verdes” de coihues, cipreses, matorrales y lengas que sobrevivieron al fuego, explicó que “solo se quemó el sotobosque; por eso, las condiciones para la recuperación son óptimas”.
¿Cómo sobrevivieron estas pequeñas superficies a la dinámica del fuego? “Saltaron pavesas tres veces y hubo un avance rápido. Cuando el fuego queda anclado, quema y quema. Cuando empieza a correr muy rápido, la intensidad y la temperatura terminan siendo menor y quedan esas islas”, señaló Grosfeld.
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