Estados Unidos pidió la intervención de la ONU en el conflicto entre Rusia y Ucrania
El país norteamericano convocó a una reunión pública del Consejo de Seguridad del organismo para el lunes.
Estados Unidos anunció que convocó a una reunión pública del Consejo de Seguridad de la ONU para que debata la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania.
Lo hizo después de que Moscú dijera que “no hay muchos motivos para el optimismo” en las respuestas de Washington y la OTAN a sus propuestas sobre la crisis.
El llamado a la reunión del Consejo de Seguridad, para el lunes próximo, fue informado por la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en un comunicado en el que afirmó que el motivo es “el comportamiento amenazante de Rusia contra Ucrania y la acumulación de tropas rusas en las fronteras” entre esos dos países.
A juicio de la diplomática, “se necesita toda la atención del Consejo ahora” porque se trata de “un asunto de importancia crucial para la paz y la seguridad internacionales”.
“Mientras continuamos nuestra búsqueda incesante de la diplomacia para reducir las tensiones frente a esta grave amenaza para la paz y la seguridad europea y mundial, el Consejo de Seguridad de la ONU es un lugar crucial para la diplomacia”, subrayó.
La convocatoria al Consejo de Seguridad de la ONU se conoció en momentos en que el presidente Joe Biden conversaba telefónicamente con su colega de Ucrania, Volodimir Zelenski, acerca de “los esfuerzos diplomáticos coordinados” para abordar la crisis, según un breve comunicado de la Casa Blanca.
Asimismo, se produjo un día después de que diplomáticos ucranianos y rusos acordaran mantener el alto el fuego y volver a conversar dentro de dos semanas, en una reunión celebrada en París en el contexto del Cuarteto de Normandía que también integran Alemania y Francia.
Pero también ocurrió horas después de que Rusia dijera que “no hay muchos motivos para el optimismo” en las respuestas escritas que Estados Unidos y la OTAN le enviaron ayer sobre sus propuestas sobre la seguridad europea, aunque aclaró que se tomará “algún tiempo” para analizarlas e indicó que aún “hay perspectivas para un diálogo”.
La Casa Blanca y la OTAN enviaron ayer a Moscú sus propuestas tendientes a evitar lo que consideran una inminente invasión rusa, en respuesta a un documento en el que el Kremlin instó a Washington a renunciar recíprocamente al despliegue de armas nucleares fuera del territorio nacional y a la alianza atlántica, a no expandir su fuerza militar en las ex repúblicas soviéticas, en especial Ucrania.
“Todos los documentos los tiene ahora el presidente (Vladimir Putin); se necesitará tiempo para analizarlos, no nos vamos a dar prisa con las conclusiones, pero no hay muchos motivos para el optimismo”, afirmó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien agregó que aún hay posibilidades para un diálogo, porque eso está en los intereses de todas las partes.
En sintonía, el canciller ruso, Serguei Lavrov, manifestó que “no hubo una respuesta positiva a la cuestión principal”, es decir, que la OTAN no se amplíe a Ucrania, lo que fue rechazado explícitamente ayer por Estados Unidos y la alianza atlántica.
“La cuestión principal es nuestra posición clara sobre el carácter inaceptable de la continuación de la expansión de la OTAN hacia el este y del despliegue de armas que podrían amenazar el territorio ruso”, detalló Lavrov, y denunció de nuevo la “expansión desenfrenada de la alianza” pese a las promesas hechas a Moscú en los años 90.
Más allá de estas diferencias, Rusia y Ucrania acordaron ayer en una reunión en París mantener abierta la vía diplomática, en un diálogo que también contó con representantes de Alemania y Francia.
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