El hombre que tatúa a mujeres con mastectomías desembarca en Bariloche y Neuquén
Diego Staropoli tatúa areolas mamarias a mujeres que han atravesado una mastectomía a causa del cáncer de mama. En los últimos ocho años, ha tatuado en forma gratuita a 1.700 mujeres.
Ocho años atrás, el tatuador porteño Diego Staropoli se propuso tatuar areolas mamarias a mujeres que hubieran atravesado una mastectomía a causa del cáncer de mama. Desde entonces, ha tatuado en forma gratuita a 1.700 mujeres.
El cáncer de mama también es una cosa de hombres
El 26 de diciembre, inició una travesía solidaria desde Ushuaia que concluirá en Alaska, con paradas en varias ciudades, para celebrar sus 50 años, pero también avanzar con su proyecto solidario.
«Tiempo atrás, empecé a tatuar a mujeres que padecieron cáncer de mama porque en mi familia se padeció esta enfermedad. Sucede que les ponen prótesis pero no vuelven a tener el pezón; lo que hago es reconstruirlo», indicó este hombre, oriundo de Villa Lugano que, 28 años atrás, abrió dos salones de tatuaje.
La iniciativa de Staropoli fue mucho más allá con la conformación de la Fundación Mandinga Tatoo hace tres años. Más allá del tatuaje de la areola mamaria, abrió un consultorio en el barrio porteño de San Telmo donde se brinda atención gratuita vinculada a la prevención del cáncer de mama, apadrina 14 escuelas rurales y desde hace dos años, también tatúa a personas con más del 50% del cuerpo quemado a causa de violencia de género o accidentes. «Son personas que ya no tienen la posibilidad de una cirugía. Entonces, les tapo ciactrices con tatuajes», explicó.
¿Cómo empezaron los tatuajes solidarios? En algún momento, Staropoli supo que, en algún rincón del mundo, un tatuador reconstruía de manera artificial los pezones de manera gratuita cada el Día del Cáncer de Mama. «Empecé a averiguar, a meterme en el tema y empecé a hacerlo, pero no solo ese día. Vamos dando turnos y concretándolos«, contó y dijo que, en sus salones, recibe mujeres no solo de Buenos Aires sino de todo el país. Aclaró que no recibe ningún tipo de ayuda económica.
Tiempo atrás, su hermano también se sumó a la iniciativa, luego de ser diagnosticado con cáncer.
Staropoli recalcó que cada mujer «tiene una historia particular». «Cuando sacan las mamas, algunas obras sociales o algunos hospitales públicos costean la prótesis. Se pone un expansor debajo de la piel y le van poniendo suero para que la piel se vaya expandiendo porque no tiene elasticidad», detalló este tatuador.
«Es proceso doloroso -agregó- lleva meses. Cuando la piel está preparada, la mama vuelve a verse en forma. Pero ves el pecho blanco. A nivel mundial, somos la fundación que ha logrado reconstruir el pezón en más mujeres«.
Staropoli reconoció que es «reconfortante» ver a las mujeres mirarse al espejo. «Es increíble. Ayer tatué a una chica de Esquel que se emocionó. Al rato, me mandó un mensaje muy conmovida. Algunas explotan en el momento y cuando se ven, otras después. No les cambiamos la vida médica pero intentamos que se vean y se sientan bien», concluyó.
Hoy, este hombre viaja en un motorhome, acompañado por su esposa y sus dos hijos de 17 y 12 años. «Con la pandemia, nos dimos cuenta que tenemos 50 años y que teníamos ganas de hacer este viaje en familia. Nos tomamos un año sabático», detalló. El recorrido familiar continúa por Mendoza, luego cruzarán a Chile, siguiendo por el Pacífico hasta Alaska.
Staropoli admitió que al planificar el viaje, se dio cuenta de que no podría cruzar el continente, sin tatuar a algunas mujeres en cada país. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires declaró el viaje «de interés social».
En su paso por Bariloche, entre el 22 y 24 de enero, tatuará a unas 30 mujeres. El viaje continuará por Neuquén el siguiente fin de semana. El link de inscripción es bit.ly/TatuajeReconstructivoBariloche.
«Estamos en contacto con organizaciones y embajadas de cada país que ya están al tanto de nuestra visita. Vamos a tatuar y brindar algunas charlas. Llevamos también una muestra fotográfica de nuestro trabajo y 15 gigantografías con los tatuajes con los que hemos tapando cicatrices», concluyó.
Ocho años atrás, el tatuador porteño Diego Staropoli se propuso tatuar areolas mamarias a mujeres que hubieran atravesado una mastectomía a causa del cáncer de mama. Desde entonces, ha tatuado en forma gratuita a 1.700 mujeres.
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