Boda medieval en el siglo XXI: así celebró el amor una pareja de Roca

Sabores, sonidos, fuegos y majestuosos trajes; convirtieron una noche de quinta en una increíble boda real en el Medioevo. Situados en el siglo X, los reyes hicieron su entrada por una alfombra roja ante una recepción en la que las cuerdas del violín hacían vibrar bajo la luz de las velas.

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Mozos con vestimenta de la época, invitaron a servirse del gran banquete real mientras los juglares y bufones hacían de las suyas. La voz del piano, infaltable a la hora de la gran cena hicieron de la boda un festín de la abundancia con mesones repletos de comida y placeres para todos los testigos de la unión de linajes.

Con una gran puesta en escena que comprometió a cerca de 110 personas a vivir una noche de época, Claudio y Nicolás se casaron el sábado pasado. Lo hicieron bajo la Ley de Matrimonio Igualitario y en una celebración temática medieval y sin precedentes en la región. Un juego de roles desde el cual ellos fueron los reyes ostentando su romance. Con el casorio, encontraron una vía para expresar el mensaje universal: lo que importa es el amor.

Detrás de esos trajes e insignias; estaba Claudio, un docente y asesor de imagen oriundo de Villa Regina. Del otro lado; Nicolás, un joven contador público nacido en Cinco Saltos, ambos viven y conviven en Roca desde hace cuatro años.

Fue por una red social que entablaron conversación en el año 2016 y concretaron una cita. Cuando se conocieron, “el flechazo fue inmediato”, recuerdan. “En enero nos conocimos y en febrero empezamos a salir formalmente. En marzo ya nos comprometimos con anillos a orillas del lago Epuyén, pasando El Bolsón”, recordó Nicolás en una entrevista con RIO NEGRO.

“¿Por qué nos casamos? Porque creemos en el amor. Queremos darle un broche de oro a la relación.

Según su propio relevamiento, en Roca hubo algunas bodas gay pero casi todas “cerradas, herméticas, algo familiar con muy pocos invitados”. Ellos querían todo lo contrario. “Nosotros queríamos demostrar que no molestamos a nadie y mostrar nuestro amor al mundo. Se puede, es posible. Si bien la sociedad no está del todo abierta, la recepción que hemos tenido de nuestra gente, los que nos quieren, es impresionante”, destacó Nicolás.

El sueño de la boda empezó a gestarse hace tiempo, pero en enero de este año comenzó la planificación. No fue fácil y la pandemia covid-19 como telón de fondo generó obstáculos. A esa altura del 2021, nadie garantizaba que el evento pudiera concretarse a fin de año, así es que decidieron poner un freno por la incertidumbre aunque no perdieron la esperanza. En agosto el panorama comenzó a mejorar y fue en septiembre que retomaron la organización.

“Fue en tres meses, todo contra reloj”, contaron y muchas cosas debieron resolverlas ellos, ya que eran pedidos que se salían de las casillas para los proveedores.

El mensaje que dieron con sus propias palabras y vestidos de reyes, trascendió todas las épocas: basta de prejuicios y que más personas se animen a vivir y mostrar su amor.

“Nuestro humilde mensaje es que somos dos personas, dos locos lindos, que se quieren, que se aman y se prometen amor eterno”, comentó Nicolás y recalcó que todos sus entornos los acompañaron siempre en la decisión.

“Si bien está la posibilidad del matrimonio igualitario hace diez años hay mucha gente que no se anima por miedos y prejuicios; porque les da vergüenza (…) Nos cuesta sacarnos la etiqueta y el miedo al qué dirán”, concluyó el recién casado.

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