Impulsan la acuaponia con el cultivo de peces y plantas
Es una iniciativa que se hace en el Centro CIMAS en San Antonio Oeste, Río Negro. Favorece el uso racional del agua. Participan estudiantes
Se busca sumar módulos con kit solar para que la iniciativa no sea afectada por los cortes de luz
Con la iniciativa, se cultivan truchas arcoíris y plantas (hortalizas, ornamentales y aromáticas)
En San Antonio Oeste, provincia de Río Negro, se están desarrollando pequeños módulos experimentales de acuaponia. Consiste en asociar el cultivo de peces con el de vegetales y sirve para maximizar el uso del agua. Para producir esos módulos se utilizan materiales reciclados, en los que se cultivan truchas arcoíris y plantas, como hortalizas, ornamentales y aromáticas.
Lo que busca el proyecto es diseñar y probar el funcionamiento de diferentes alternativas productivas. Todas con metodologías diferentes, que pueden ser escalables. Es decir, pueden partir de una producción familiar y llegar a una producción comunitaria e incluso comercial.
Se pensó, además, que los módulos estén especialmente orientados a localidades de la Línea Sur rionegrina, o a zonas costeras con déficit de agua y suelos infértiles. “Hacemos sistemas intensivos de producción de peces y vegetales que se pueden adecuar a diferentes escalas de producción, diseñados para ser eficientes en zonas áridas y semiáridas”, explicó a RIO NEGRO el biólogo Víctor Fernández, que lidera la iniciativa.
El desarrollo está a cargo del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni (CIMAS), y cuenta con el financiamiento de la Subsecretaría de Pesca, a través del Ministerio de Producción y Agroindustria de la Provincia de Río Negro. Se realiza mediante convenios con el Centro Regional Universitario Bariloche (UNCo) y su centro de salmonicultura, y cuenta con el apoyo del establecimiento Truchas Traful SRL.
“Los cultivos que trabajamos benefician la simbiosis de peces y vegetales. Es que los metabolitos de los peces (en algunos casos tóxicos para ellos) transformados por acción de bacterias son nutrientes para las plantas. A su vez, las plantas los absorben del agua y la depuran. Así la dejan disponible nuevamente para los peces”, explicó Fernández.
“Al evitar el recambio de agua-continuó el biólogo- se genera un producto de valor a través de un subproducto de desecho, y a la vez esto permite la reutilización del agua ya libre de nutrientes” destacó. El proyecto fue aprobado en el año 2019, y desde entonces se lleva adelante con éxito. Participaron Luis Quiroga (técnico en producción pesquera y maricultura) y Sabrina Sepúlveda (técnica en piscicultura). Además, los alumnos de la Escuela Superior de Ciencias Marinas de la Universidad del Comahue (Unco) tienen un rol clave. Se capacitan con la metodología de “aprender haciendo”, y desarrollan temas propios.
También están desarrollando módulos asociados a sistemas de energía alternativos (kits solares, que permitirá que la iniciativa opere de manera independiente de los cortes de energía. Operan en coordinación con un equipo de la -sede Atlántica de la Universidad Nacional de Río Negro dirigido por la bióloga Andrea Tombari, y harán convenio con el INTA en Viedma.
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