«Chacho» yRuckauf quieren adelantar las elecciones

El vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Carlos Alvarez y el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf coincidieron ayer en marcar un rumbo para intentar salir de la crisis institucional desatada por las denuncias de coimas en el Senado: ambos consideraron la posibilidad de «adelantar las elecciones de senadores» para reemplazar a los actuales sospechados de corrupción. Pero el líder del Frepaso fue un poco más a fondo y pidió además que la Cámara de Diputados «derogue directamente los fueros» parlamentarios.

Sin embargo, ésta posible salida a la crisis no será de fácil implementación. Requeriría de una reforma de la Constitución, ya que una disposición transitoria de la reforma de 1994 establece que se debe llamar a elecciones en octubre del 2001.

Alvarez se excusó de opinar sobre si los ministros o funcionarios del gobierno sospechados de haber pagado sobornos a los senadores para aprobar la reforma laboral debieran renunciar o ser removidos, aunque dijo que «hay dos posibilidades: la actitud que tome el Presidente (Fernando de la Rúa) y la actitud voluntaria que pueden tomar los propios funcionarios».

Añadió, en cuanto a las posibles dimisiones, que «yo soy muy cauteloso, me gustaría mucho dar mi opinión política, pero debo ser cuidadoso de mi lugar institucional y de mi responsabilidad en todo lo que hace al gabinete y a los funcionarios que dependen del Presidente».

Mientras tanto, el gobernador Ruckauf evalúo que el presidente «tiene que convocar lo más rápidamente posible a un acuerdo que dé el basamento jurídico» para que se puedan adelantar los comicios para senadores previstos originalmente para el año próximo.

Ruckauf manifestó que «es el voto popular el único que puede convocar a un nuevo Senado» y, tras calificar de «impecable» la postura esgrimida por los senadores Cafiero y Villaverde «porque así nació la investigación» sobre supuestos pagos de sobornos por la reforma laboral, reiteró «la necesidad de que el presidente meta el cuchillo hasta el fondo en los funcionarios del Poder Ejecutivo que aparezcan como involucrados».

A su vez, Antonio Cafiero puntualizó que a crisis como la que se está registrando «no hay acuerdos de cúpulas políticas que las puedan resolver porque van a ser siempre sospechosas» y por esa razón se pronunció a favor de que «la gente vote para renovar totalmente el Senado»

«Chacho» Alvarez, uno de los principales impulsores de las investigaciones de los presuntos casos de corrupción, estimó que, ante el desprestigio que afecta a los senadores nacionales, la salida sería lograr el reemplazo de los actuales conductores de los bloques.

Sin embargo, señaló la necesidad de que se realicen estudios con constitucionalistas para, de una manera «muy ajustada al derecho, a la ley y a la Constitución, adelantar las elecciones de senadores».

«El camino de fondo -puntualizó- es el camino de la legitimidad de los que lleguen a la Cámara como senadores elegidos por el pueblo, por la sociedad, y no por las Legislaturas, como ocurrió hasta ahora, mediante acuerdos en las Legislaturas, algo que viene muy mal desde hace tiempo».

Apoyó su tesis a favor de la remoción de senadores sospechados en el hecho de que debe pensarse, dijo, en la «forma de seguir legislando, que es un tema sustantivo para que ésto no se visualice como una crisis institucional, sino que siga siendo una crisis política, y para que no se perturbe el escenario económico, que está sensiblemente mejorando, paradójicamente coexistiendo con esta crisis».

Insistió en que el gobierno debe investigar a sus propios miembros con la misma intensidad con que debe hacerlo la Justicia, al ratificar que «hay que seguir la ruta del dinero, que en algún lado tiene que estar», y aseguró en ese sentido que «en el Gobierno nadie esquiva el bulto». (DYN, Infosic y AR)

Galván ya no es más el jefe

El titular de la bancada radical en el Senado, el riojano Raúl Galván, anunció anoche su renuncia a ese cargo para «contribuir a la buena gobernabilidad» de la gestión del presidente Fernando De la Rúa.

«Abandono y renuncio republicanamente y democráticamente a la conducción del bloque de la Unión Cívica Radical», dijo el senador.

El senador Galván acababa de ser ratificado por la legislatura de su provincia, en una sesión especial.

A su vez, el vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Carlos Alvarez, afirmó anoche que evalúa la posibilidad de «pedir una licencia» para dejar de encabezar las sesiones en la Cámara alta, aunque admitió que si es su «deber» continuar al frente de las deliberaciones lo hará pese a la tensión que eso provocaría.

«Si ese es mi deber y mi responsabilidad institucional, lo voy a hacer a pesar del nivel de tensión y conflicto que eso pueda suponer», afirmó.

Alvarez sostuvo que, si bien no lo evaluó «suficientemente», tiene que analizar «si presidir el Senado obliga a presidir las sesiones o uno puede tomarse una licencia durante un tiempo, no para dejar de presidir el Senado sino para dejar de presidir las sesiones». «Mi grado de conflicto de los bloques es muy importante, es ostensible», concluyó, luego de un día de enfrentamientos con Galván. (DYN)

«Ya no hay amistad con Flamarique»

BUENOS AIRES.- El vicepresidente Carlos Alvarez negó anoche que mantenga una relación de amistad con el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, al considerar que «en política no es conveniente tener amigos», al tiempo que criticó duramente al presidente provisional del Senado, José Genoud (UCR), y al jefe de la bancada oficialista en la Cámara Alta, Raúl Galván.

«Amigos en la política convine no tener» porque «si lo más importante es la política, por una cuestión política queda triturada la relación de amistad», dijo el funcionario sobre su relación con Flamarique en declaraciones al programa La Cornisa, que se emite por Canal 7.

«Uno construye afectos, por relación de afinidad y de trabajo, pero yo tengo una responsabilidad que es que se generen condiciones para que se llega a la veracidad sobre el tema», manifestó.

Alvarez, al tiempo que agregó que «nunca dudé de los efectos secundarios» que podrían tener las denuncias sobre posibles sobornos, «yo hice lo que tenía que hacer».

Consultado si le creyó a Flamarique cuando negó que haya tenido algo que ver con los sobornos, Alvarez manifestó que «pude creer en la subjetividad, pero estos hechos no se resuelven desde la subjetividad para que este tema se solucione».

«Yo le creí en términos subjetivos» a Flamarique, reafirmó el vicepresidente.

Por otra parte, el funcionario también fustigó a Genoud y a Galván, a quienes acusó de pertenecer «a la vieja política».

«Galván y Genoud van a estar en el Senado, pero tienen que dar un paso al costado porque hay que producir un cambio en la forma de hacer política», apuntó.

«Tengo una diferencia política de actitud de los principales hombres del radicalismo en el Senado porque su comportamiento político deja mucho que desear», subrayó.

Genoud y Galván «no salieron a desmentir las versiones de (el presidente del bloque del PJ Augusto) Alasino, no vi una fuerte crítica a lo de Alasino, sino que los vi más cerca de la mesa del PJ». La semana pasada el jefe de la bancada de la oposición había considerado que las denuncias sobre presuntos sobornos pertenecían a una estrategia para provocar la desestabilización del presidente De la Rúa.

«No comparto cuando (ambos legisladores aliancistas) se pusieron en cruzados de la comisión investigadora, estoy hablando de los principales protagonistas de la política de los últimos años, de la vieja política», concluyó Alvarez. (DYN)