«Corvata» Corvalán habla de Arde la Sangre, el nuevo proyecto después de Carajo

Junto a Tery Langer, el otro exCarajo, formó este cuarteto que completan Luciano Farelli en guitarra y teclados y Nacho Benavídes en batería. La banda tocará su flamante disco "La cura", en Cipolletti, el domingo 5 de diciembre.

Si la tercera es la vencida, ¿será esta la vencida para Corvata? Si la cuenta comienza con A.N.I.M.A.L., y sigue con Carajo, entonces esta vez, con Arde la Sangre, su flamante tercera banda, quizás sea la vencida. O no. “Siempre viví cada banda como si fuera para toda la vida”, le dirá el bajista a RÍO NEGRO. “No sólo con las bandas más conocidas que tuve lo viví así, también con mis primeras formaciones que no llegaron a nada. Pero no tengo otra forma de vivirlo si no es pensando que se va a tratar para toda la vida dándolo todo pase lo que pase después”.


El después de Carajo, banda que formó en 2001 con su compañero de la por entonces disuelta A.N.I.M.A.L., el baterista Andrés Vilanova y el por entonces “nuevo” Tery Langer en guitarra, es Arde la Sangre. Este cuarteto de rock duro conformado por el ahora “viejo” exCarajo Langer, y las flamantes incorporaciones Luciano “Tano” Farelli en teclados, guitarra y coros y Nacho Benavides en batería es el tercer proyecto de Corvata, nacido bajo el nombre Marcelo Corbalán, aunque ya nadie lo llame así. Ni su madre, como también le dirá a RÍO NEGRO.
Arde la Sangre, que llegará a la región para presentar su flamante primer disco “La cura”, el próximo domingo 5 de diciembre en Cipolletti (ver abajo), es el resultado de una búsqueda de dos ex Carajo, Corvata y Tery, tras la disolución del trío ocurrida oficialmente el 18 de enero de 2020, apenas dos meses antes del comienzo de la pandemia. Tras un tiempo de quietud necesaria para aclarar ideas, en marzo de ese año Corvata conoció a quien sería el guitarrista de lo que sería próximo proyecto: Luciano “Tano” Farelli.


Habla Corvata: “Luciano estaba produciendo una banda paraguaya amiga que se llama Flou, ellos me habían invitado a cantar un tema y después de de grabar en una juntada, un asadito, nos encontramos y charlamos bastante. Ahí nos dijo ‘yo no sé ustedes, si ya tienen banda, pero cuenten conmigo. Puedo darles una mano en el estudio’. Como que ahí ya éramos tres, buenísimo (risas).
Como que la idea de las dos guitarras estuvo desde el comienzo. Después apareció Nacho fue un regalo de la vida, nos lo mandó Dios (risas) Un par de charlas, nos sentamos y funcionó la cosa. Un gran músico y un gran ser humano. Nacho es un baterista que le pega muy fuerte, toca muy rápido. Y bueno, la semilla de Arde la Sangre ya estaba sembrada”.
Para entonces, mediados de 2020, la pandemia pegaba fuerte y la cuarentena estricta obligó a conexiones remotas con el mundo exterior. Y es lo que hicieron. Mientras algunos reformulaban trabajos y otros decidían sacar discos en pandemia, Corvata & Cía. decidió formar una banda nueva, nada menos.

Arte de tapa de «La cura», el primer disco de Arde la Sangre.


“Creo que la música fue otra vez la excusa para alejarse de los problemas y la verdad que sin dudas fue un tiempo bien aprovechando de nuestra parte”, reflexiona. “Teníamos todo el tiempo del mundo, como que nadie nos apuraba y le pudimos dedicar al principio desde la distancia compartiendo archivos e ideas musicales. El Tano las agarraba y armaba algunas maquetas. Después nos pudimos juntar y la cosa arrancó fuerte. A fines de 2020 recién nos metimos en una sala de ensayo y grabamos lo que fueron las primeras cuatro canciones, que marcaron el comienzo de este proyecto”.
Esas cuatro canciones son “Historias”, “Lástima, “Ángel bastardo” y “El comienzo”, lo primero que se conoció de Arde la Banda hasta la edición del disco hace un mes. Sus catorce canciones, viscerales y urgentes, aún remiten a los proyectos anteriores de sus integrantes, sobre todo de los exCarajo
“Ahora estamos en una búsqueda más personal de poder encontrar el sonido propio de Arde la Sangre, ya nos vamos a separar de las bandas de donde cada uno viene. Creo que en el disco hay un poco de las dos cosas: nuestro sonido anterior, el de Carajo incluso de A.N.I.M.A.L,, y el sonido que buscamos construir, más moderno, más ochentoso, con los sintes”.


El sonido de Arde la Sangre está directamente relacionado con la inclusión de nuevos instrumentos respecto de Carajo, una segunda guitarra y sobre todo las teclas, ambas a cargo de Fardelli. “Está buenísimo”, dice, entusiasmado, Corvata. Y está buenísimo no sólo por las nuevas sonoridades sino por el hecho de ser un cuarteto tras tantos años de ser un trío, como fueron los casos de A.N.I.M.A.L.. “Es toda una novedad para mí y lo estoy disfrutando mucho. Con Teri también nos pasó, al comienzo de Carajo, la idea de incorporar más instrumentos, pero la vida hizo que seamos tres y quedáramos así. Ahora se está dando ser cuatro y poder jugar un poco más con la música. Luciano, además de tocar la guitarra, toca sintetizadores y arma programaciones, como que vamos descubriendo distintas capas de sonido y podemos subir y bajar la intensidad. Estamos abriendo nuevos panoramas y aparecen nuevas ideas y herramientas que antes no tenía”.

Somos todos más grandes. Cuando empezamos con Teri en Carajo él tenía 22 y yo 30. Veinte años después nos plantamos desde otro lugar, con una fuerza más consolidada».


Corvata define la sonoridad de Arde la Sangre como más dark, más ochentosa, acaso por la presencia de los sintes. Pero no solo por eso, porque, sostiene el bajista, alcanzaron una madurez en lo musical. “Quizás ya no esté aquella adolescencia, aquella cosa colorida y divertida por así decirlo que podía llegar a tener Carajo en algunas canciones”.
En este sentido, Corvata piensa el tiempo transcurrido y en el hecho de ser una banda nueva formada por tipos que ya la hicieorn no una ni dos, sino tres veces: “Somos todos más grandes. Cuando empezamos con Teri en Carajo él tenía 22 y yo 30. Veinte años después nos plantamos desde otro lugar, con una fuerza más consolidada. Mucha gente amiga, que nos conoce desde hace mucho, nos dice que se sorprenden porque este primer disco suena como maduro, como si fuéramos una banda que viene tocando desde hace un montón”.


La idea de banda nueva hecha por músicos experimentados es algo que entusiasma a Corvata, quien cree que una cosa no quita la otra porque, por más que lleven años en la ruta del rock, una banda nueva exige lo que toda banda nueva: entusiasmo y mucho trabajo.
Es más, a la edad de Corvata muchos músicos deciden ponerle su nombre a sus proyectos, pero él no porque es un músico de banda. “La vedad que me sorprendí de mí mismo” dice sobre este volver a empezar a los 50 años cumplidos hace semanas. “De sentir que podía, que tenía todavía las ganas y esa fuerza de volver a empezar un proyecto, de no tener miedo a hacerlo y de sentir la adrenalina de salir de nuevo sabiendo cómo se hace esto. Entender que es una etapa que no se puede evitar y que toda banda necesita transitar, aunque uno crea que ya es un músico curtido, no tiene nada que ver. Toda banda nueva necesita tiempo y trabajo, conocerse, dar el primer paso. Y la verdad es que lo estamos viviendo con mucha alegría. Disfrutar de este momento que está buenísimo y que es un momento único en la banda: empezar a conocernos arriba y abajo del escenario”.

Marcelo «Corvata» Corvalán, a los 50 años recién cumplidos se reinventa por tercera vez con Arde la Sangre.


Tanto Carajo en 2001 como ahora Arde la Sangre surgen en momentos críticos de angustia e incertidumbre colectivas. “No sé cómo llamarlo, si casualidad o causalidad (risas)”, asume Corvata. “O quizás un capricho del destino, pero nosotros tenemos esa suerte como músicos de encontrar un lugar propio, un espacio donde uno se sumerge y realmente se evade de la realidad por un momento; y la música te lleva por ese viaje interior que uno canaliza de manera positiva. Porque tratamos de transmitir una energía, una potencia. Canalizar esta mala situación en algo positivo. Que quien escuche diga ‘acá me identifico, no estoy solo’. Aferrarse hoy más que nunca a la música”.
Esa música que sonará fuerte el próximo domingo en Cipolletti. El será nada menos que la presentación del disco y también de la banda, que apenas lleva un puñado de shows desde su formación. “Vamos a presentar nuestro disco, pero también que nos conozcan como banda, sabemos que mucha gente tiene expectativas por saber de qué se trata esta banda”.


No es habitual tocar completo un disco nuevo, salvo que se trate de una banda que tiene un solo disco. Es el caso de Arde la Sangre, que tocará íntegramente “La cura”, más algún cover y un par de sorpresas. “Tenemos una idea bastante conceptual”, dice Corvata acerca del show. “El disco se llama La cura, y entre el mensaje de las canciones y la adrenalina de la música, el show está pensado para que te vaya llevando por distintos momentos bien al palo bien arriba, que tienen que ver con el estilo de nuestra música. Pero también por otros momentos más musicales como para disfrutar otras sensaciones. Jugar un poco con todo eso para que se entienda por qué se llama La Cura, en estos tiempos que corren, de donde venimos y hacia donde anhelamos estar”.
El nombre de la banda tiene mucho que ver con el lugar desde donde vienen y el momento que les tocó para formarse como banda. Tiene que ver, revela Corvata, con sentirse vivos y a la vez compartir toda esta energía que tienen para dar. “Creo que ahí es donde se produce esa cosa interna que sentimos todos y que nos hace arder la sangre”, resume.

Tenían todo el derecho de estar enojados porque se separaba su banda favorita, sin embargo, recibieron este proyecto como mucho amor, replicando las canciones».


Con la sangre ardiendo y las ganas de empezar un nuevo proyecto, Corvata siente que las cosas cambiaron respecto de aquella “primera vez” con Carajo, hace exactamente veinte años. “En el comienzo de Carajo no estaban las redes sociales y el trabajo era muy artesanal, de boca en boca, de salir a tocar y volantear en la puerta de los recitales o depender de que la Rock&Pop pase tu tema y la MTV, tu video. O revistas o diarios te hagan nota. Hoy, con todas las facilidades que te dan las redes e internet en un segundo te conoce todo el mundo. Sin embargo, siento que sigue pasando lo mismo de antes. Yo sigo creyendo en la boca en boca, en que hay que darle tiempo a que la gente te conozca, te vea en vivo, que sepan de qué se trata la banda. Eso termina decidiendo si la banda realmente te gusta o no”.
¿Y qué le está pasando a la gente con lo que ve y escucha de Arde la Sangre? “El cariño que nos da es increíble. Tenían todo el derecho de estar enojados porque se separaba su banda favorita, sin embargo, recibieron este proyecto como mucho amor, replicando las canciones, gente que ya tenía tatuado el logo de Arde la Sangre antes de que el disco saliera”.

La data del show

Cuándo: domingo 5 de Diciembre, a las 20.
Dónde: Kimika Club (Ruta 22 Km 1216, Cipolletti).
Entradas: $2000.
Puntos de venta: Flipper (Av. Argentina 179, Neuquén), Hey Jude (Italia 1542, Roca) y Nikel (San Martín 526, Cipolletti). Por sistema, livepass.com.ar.


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