Rafting en el Aluminé para un finde largo lleno de adrenalina

Animarse a bajar por el caudaloso Aluminé sobre un semi rígido de rafting a los saltos, guiados por expertos, es una de las más divertidas actividades.

Sentarse sobre la lona del gomón y comenzar a avanzar por el agua de un río inquieto, que salta, suena y parece empecinarse con dar vuelta la embarcación es una experiencia llena de adrenalina. Las sensaciones y la diversión de hacer rafting en el río Aluminé son incontables y el fin de semana largo es la mejor época.

“Está espectacular. La primavera, hasta los primeros días de diciembre son el momento ideal, después baja el agua un poco, pero se puede hacer durante todo el verano”, dice Martín Martínez de Neuquén Rafting e invita a la aventura. Los prestadores en Aluminé son dos, y también hay dos prestadores en Villa Pehuenia Moquehue.

Antes de llegar a Aluminé, el río que le presta su nombre serpentea desde el bosque andino patagónico hasta la estepa. Hay dos opciones, una es el Circuito Aluminé Superior, que es un rafting más movido, con grado 4, para mayores de 15 años. Comienza a 40 km de la localidad, en el paraje Lonco Luan. Presenta un desnivel constante de 150 metros durante 12 km de recorrido y un grado de dificultad de III y IV, el de mayor exigencia del río.

La actividad dura una hora y media en el agua, y avanza por 10 kilómetros de rápidos. Y el circuito Abra Ancha que es para toda la familia, está a 6 kilómetros del pueblo, con un grado 2 0 3 y pueden hacerlo los chicos desde 6 años. La diversión se prolonga con un desnivel de 20 metros: se atraviesan 15 rápidos con grado de dificultad II y III.

Generalmente la actividad se hace a las 15 pero también hay opciones por la mañana. “Los llevamos al punto de inicio, se les dará un chaleco, el casco y los elementos de seguridad imprescindibles. Si hace frío se da ropa de agua térmica. Luego damos una charla instructiva sobre como remar, como sentarse, lo que hay que tener en cuenta si se caen al agua, o si hay que ir a buscar a alguien”, cuenta Martín.

Se hacen fotos y a saltar. El circuito de Abra Ancha dura una hora y siempre termina con un refrigerio, para compartir un momento. El paisaje que acompaña la aventura es muy bonito. Está rodeado de paredones de piedra coronados con cipreses cordilleranos. Mientras ese rema, desde adentro del río se disfruta de todo.

El circuito superior está rodeado de araucarias, también cipreses, maitenes. Los patos de los torrentes siempre saldrán a saludar y otras aves también.

Precios

$2000
pesos mayores y 1500 menores de 10 sale el circuito Abra Ancha.
$3500
sale el circuito Superior.

“El gran río es el Aluminé, desde Pehuenia o Aluminé se ofrecen estos circuitos. Es el mejor de todo el país para hacer la actividad, por las características técnicas, los grados de dificultad, la accesibilidad, porque está al lado de la ruta y muy cerca de los pueblos”, concluye Martín Martínez que desde hace 13 años ofrecen la actividad. Para ir se pide que los turistas lleven malla, toalla, protector solar.


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