Los subsidios a la energía superarían este año el 2,5% del PBI
El cálculo marca que se excederá con creces la meta marcada en el presupuesto. Los mayores volúmenes demandados y el incremento de sus costos potenciaron la ecuación que será la mayor desde el 2015.
Fue una tormenta perfecta”, sintetizó el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, a la conjunción de factores que llevaron a que en este invierno se debieran multiplicar las importaciones energéticas, elevando así los subsidios al punto que ya se estima que el año cerrará con un costo equivalente al 2,5% del producto bruto interno (PBI).
“Hemos visto en últimos 12 meses un crecimiento importante de los subsidios derivado de mayores precios y mayores cantidades de importaciones, el Plan Gas Ar y la Resolución 46, que llegaron a los 9.000 millones de dólares en los últimos 12 meses, y en este año acumulan 7.700 millones de dólares”, explicó el director del Departamento Técnico del Instituto Argentino de la Energía, Enrique Mosconi, Julián Rojo.
El economista detalló que “este año vamos a superar el 2,5% del PBI al término del año”, y destacó que “es un nivel elevado para los últimos 4 años porque vuelve a los niveles que se veían en 2016 ó 2017”.
La meta del gobierno a principios de año era respetar la letra del presupuesto nacional para de paso sumar la venia del Fondo Monetario Internacional (FMI). El texto contemplaba un nivel de subsidios al sector energético equivalente al 1,7% del PBI, una meta que ya es claro que se superará, dado que tan solo a mitad de año los subsidios ya sumaban 5.162 millones de dólares y se habían disparado un 115% en relación con el 2020.
De hecho, de acuerdo a los registros de la secretaría de Energía de la Nación, con un nivel de subsidios a la energía del 2,5% del PBI, el 2021 se posicionaría como el año de mayores aportes de parte del Estado desde el 2015, cuando los subsidios representaron el 3% del PBI.
En números
- 10.000
- millones de dólares se estima que insumirán en este año los subsidios del sector energético.
A ese año solo le ganan en el corto plazo el 2014 y el 2013, con el 3,5 y el 3,1% del PBI respectivamente, los años de mayor desequilibrio de la balanza energética nacional. Aunque vistos desde el punto de vista del costo en dólares, los subsidios de este año podrían ser equiparables a los del 2016, cuando se destinaron 11.306 millones de dólares al sector, ya que para este 2021 se espera que lleguen a los 10.000 millones de dólares.
“Creemos que es un problema microeconómico pero también va a ser un problema macroeconómico, en las cuentas públicas, con una carga que tiende a ser excesiva en el tiempo si perduran los desequilibrios”, indicó Rojo en diálogo con Radio Con Vos y detalló que “el 75% de los subsidios son explicados por Cammesa”, la compañía administradora mayorista del mercado eléctrico.
Este año fueron varios los factores que, en esa tormenta perfecta que resumió Martínez, se sumaron para disparar el costo de la importación. El primero fue la baja hidraulicidad generada por la sequía en las dos principales cuencas del país.
A esa menor generación se sumó la salida de funcionamiento de la central nuclear Embalse, por tareas de mantenimiento, incrementando así la necesidad de una mayor generación térmica.
Pero aquí es donde influyó la tardía puesta en marcha del Plan Gas Ar ya que en los primeros meses del invierno la producción nacional de gas fue tan baja que no solo se debió importar gas natural licuado (GNL), sino también mucho gasoil y fuel oil para poder compensar el sistema.
Para el invierno del 2022 se espera que la necesidad de importación de GNL sea similar a la de este año, aunque claro está que con precio más altos. El punto de ahorro de subsidios y del drenaje de divisas podría estar en una menor importación de combustibles líquidos para la generación térmica que se estima que este año insumirán más fondos que el GNL importado.
De acuerdo a los lineamientos del proyecto de presupuesto 2022, se espera que los subsidios a la energía se reduzcan, aunque claro está que aún hay mucho camino por transitar y factores como la puesta en marcha de la ley de Zona Fría podrían terminar engrosando el renglón del rojo.
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