Historia de un hit: Jerry Lee Lewis y las «Grandes Bolas de Fuego»
El 8 de octubre de 1957, el irascible y genial pianista, uno de los más grandes músicos de rock and roll, grababa su más grande éxito: "Great Ballas of Fire". Ese fue el mejor año de su vida artística. Meses después, su vida privada se le volvería en contra.
Bill Halley, Carl Perkins, Eddie Cochrane, Gene Vincent, Elvis, Little Richard, Buddy Holly, Jerry Lee Lewis, Chuck Berry… En menos de diez años, el rock and roll, es estilo de música que logró sintonizar con la fiebre adolescente (norte)americana de posguerra, vio cómo sus héroes iban cayendo en desgracia, y con ellos, el propio género no sin antes sentar las bases de lo que vendría después y sigue hasta hoy: el rock, sin roll.
Rechazos de la industria del entretenimiento de la época, accidentes, vidas desbordadas, tragedias, drogas y malas decisiones, sumadas a un cambio de época, hicieron del rock and roll un suceso extraordinario, pero sorprendentemente efímero. Uno de esos héroes caídos en desgracia es el anteúltimo de aquella lista: el incombustible e irascible Jerry Lee.
Cultor de un estilo salvaje para tocar el piano y con una vida llena de escándalos y provocaciones dedicadas a propios y extraños, este hijo de una familia tan pobre como religiosa del estado de Louisiana se enroló con la música desde muy joven, cuando con apenas 16 años se colaba en los clubes nocturnos a escuchar blues.
En 1956, con 21 años… y dos matrimonios (sí, dos porque se casó con su segunda esposa sin haberse divorciado de la primera) viajó a Memphis a probar suerte en Sun Records, el sello de Elvis. Allí grabó sus primeras canciones, entre ellas “Crazy arms” y “Endf of the road”.
Apodado “The Killer”, el primer gran suceso de su vida como músico sucedió a fines de ese año cuando en una sesión improvisada grabó un puñado de temas junto a Elvis, Carl Perkins y Johnny Cash. Fueron bautizados Million Dollar Quartet (El cuarteto del millón de dólares).
Pero el gran año en la vida de Jerry Lee Lewis fue 1957, cuando graba sus dos grandes éxitos. El primero de ellos fue “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On”, una canción de alto contenido sexual, motivo por el cual tuvo problemas de censura en las principales radios del país. Incluso, le impidió tocar en célebre programa de tevé “Ed Sullivan Show”. Sí lo hizo en el set de su principal competidor “The Steve Allen Show” y su actuación elevó la canción al número uno en las listas de country y R&B y el tercer puesto en las de pop, llegando a vender seis millones de discos en todo el mundo.
Las bases para lo que vendría, que sería más grande aún, estaban bien afirmadas. Y lo que vendría en la vida musical de Jerry Lee Lewis es su más grande éxito: “Great Balls of Fire”.
Escrita por el hitmaker Otis Blackwell, en colaboración con Jack Hammer, la canción tuvo cierta resistencia de parte de Lewis, luego de los problemas de censura que había tenido con su anterior hit. Lo convencieron tras mostrarle que la letra estaba llena de metáforas que la hacían parecer menos provocativa… aunque fuera igual de provocativa que “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On” . Y Jerry Lee, que no le esquivaba a los líos aceptó grabarla.
El irascible pianista ingresó a los estudios de Sun Records el 8 de octubre de 1957, junto al guitarrista Roland Janes y al baterista JM Van Eaton para grabar esta pieza de poco menos de dos minutos de duración, suficientes para ser uno de los grandes clásicos del rock and roll. Fue publicado como single el 11 de noviembre vendiendo más de un millón de copias en los primeros diez días, alcanzando el número 2 de la lista pop de Billboard, el número3 de la R&B, y el número 1 en la de country.
Con otros dos hits sonando por todos lados: “Breathless” y “High School Confidential”, Lewis era en 1958 el más exitoso músico de rock and roll del momento. Sin embrago, todo iba a derrumbarse de manera previsible a partir de una mala decisión del músico.
A mediados de 1958 se desató el escándalo en torno a su vida (no tan) privada cuando se supo que su esposa Myra Gale Brown, además de ser hija de su primo, el bajista J.W. Brown (porque no, este no era el punto), tenía 15 años… en 1958 (no, este tampoco era el punto). Y, si se casaron en 1956, significaba que había contraído matrimonio a los 13 (este sí era el punto).
Las consecuencias de tal revelación fueron devastadoras para Jerry Lee Lewis. Apartado de la escena musical, su estrella se apagó y el rock and roll vio cómo uno más de los suyos caía en desgracia. Casi 40 años después, en 1989, se estrenó la biopic que titularon obviamente “Great Balls of Fire” con una magistral interpretación de Jerry Lee Lewis de parte del actor Dennis Quaid y con Wynona Ryder en rol de la prima adolescente. El filme relanzó la figura del excéntrico pianista, único sobreviviente de aquella escena de los 50, pero nada volvió a ser como aquel 1957.
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