Benditos los que tratan el dolor
Vivir el dolor o cerca de un ser querido que lo sufre para cada uno significan cosas diferentes. Para mí, que me tocó acompañar a mi padre, Francisco Mendoza Becerra, de 85 años, en principio de una enfermedad de Parkinson y en su última etapa de un cáncer, fue vivirlo en pandemia con incertidumbre.
Pero gracias a médicas maravillosas y humanas que cumplen su labor en el Hospital Zapala, la dra. Alejandra Bartoli y la dra. Valeria La Fuente, fue vivirlo no con menos dolor pero sí transitar esta etapa acompañada. La angustia de la incertidumbre se diluyó porque estas profesionales, humanas y solidarias para con mi soledad me rescataron en los momentos más difíciles.
Muchas veces leí o escuché que se aplaudía al personal de Salud por su labor en esta pandemia, pero siguieron haciendo su trabajo en pacientes con otras patologías, no menos importantes. Resalto la atención para con el Adulto Mayor, que aunque sepamos que ya están en su última etapa de vida, merece una culminación del ciclo de la vida dignamente… sin dolor. Las aplaudo por ejercer su profesión con esmero, responsabilidad y amor.
Dalila Isabel Mendoza
DNI 21.932.207
ZAPALA
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