Neuquén: proponen este edificio para la Escuela de Canotaje, en el Paseo de la Costa
Tres jóvenes apasionados del remo y de su ciudad proyectaron esta obra. #tevaagustar
“¡Qué bueno sería que tuviéramos un buen edificio para la Escuela de Canotaje de Neuquén, en el Paseo de la Costa!”.
A modo de deseo, tres amigos neuquinos decidieron no quedarse en el plano de los deseos sino pasar a la acción.
Fue entonces que el joven arquitecto Fermín Buchara, desde Neuquén; Pablo Bongiovani, estudiante avanzado de Arquitectura en La Plata y Franco Balboa, campeón del mundo y profesor de canotaje, desde Madrid decidieron armar un equipo para plasmar las ideas en un proyecto.
“Los tres somos amigos y jóvenes neuquinos con muchas ganas de trabajar y apostar en el crecimiento de nuestra capital y de la provincia.. Y confiamos que desde nuestros conocimientos técnicos podemos acercar soluciones a problemáticas locales y regionales”, apunta de entrada Fermín a “Río Negro”.
“Fue así que planteamos la intervención mediante un equipamiento de actividades deportivas náuticas. El objetivo principal es incentivar las actividades náuticas de canotaje y acercarlas a la comunidad desde el punto de vista recreativo para el desarrollo integral de las personas. La “Escuela de Canotaje Comunitario” es la primera de carácter municipal, de referencia a escala provincial. Esta escuela busca la enseñanza de valores mediante el deporte. Sin tener un fin lucrativo se apunta a que el proyecto sea el intermediario de todas las personas hacia los ríos”, acota Fermín.
El proyecto se implanta a las orillas del Limay, en un área destinada al uso de canotaje social y recreativo, enmarcado dentro del programa de desarrollo costero y de actual emergencia hídrica. “Además responde a una demanda de infraestructura municipal para el desarrollo de canotaje”, agrega el arquitecto.
De la entrevista con este equipo se desprende que:
– El terreno a las orillas del río permitió resolver un proyecto con una síntesis, logrando una economía formal, espacial y programática que albergará y contendrá las emociones y deseos de los usuarios.
– Se proyectó una pieza arquitectónica simple, compuesta de dos niveles y un coronamiento cubierto. En el nivel de planta baja se encuentran los programas puramente destinados a la Escuela de Canotaje, contando con una recepción, aulas, vestuarios mixtos y cuenta además con guardería náutica con capacidad de 80 embarcaciones. También se pensó en un amplio estacionamiento con acceso de servicio para tráiler y embarcaciones.
– La accesibilidad e integración hacia la actividad es primordial: por ello es que se diseño el edificio contemplando las medidas necesarias y comodidades para discapacitados.
En su primera planta en altura se encuentran dos programas: un sector destinado a un gimnasio y otro destinado a un bar-café-restaurante. El primero promete ser de complemento para las personas que practiquen la actividad, como también abierto para las demás personas que estén interesadas en el servicio. Y en su proximidad estará el bar-café-restaurante. Ambos programas están enfocados a la diversificación de actividades dentro de la isla y enfocado a la búsqueda de diferentes inversiones.
En la elección de los materiales buscaron la utilización de materiales nobles como el hormigón, el acero, madera y cubiertas de chapa. Atentos a la crisis se decidieron por materiales que no presenten desgaste en un corto plazo, no requieran mantenimiento y no representen un costo de inversión alto.
Las decisiones para las envolventes verticales parten del estudio de orientación y vientos predominantes del área. Proyectaron caras cerradas y opacas sobre la orientación suroeste y una apertura de paños vidriados hacia el norte. De este modo generaron las mejores visuales hacia el río. La cubierta liviana a su vez cuenta con las dimensiones necesarias para crear un semi-cubierto (visera) para la protección del sol en verano, donde los rayos son de dirección vertical.
“Poder lograr eficiencia energética y sustentabilidad, con edificios de bajo presupuesto que perduren en el tiempo, es un desafío que nos proponemos desafiar como equipo de trabajo”, asevera Fermín.
Pasado el momento de hablar lo técnico volvimos a charlar sobre el origen de esta idea. “La idea de armar el proyecto surgió a mediados del 2020 durante la pandemia. Nos pusimos como objetivo dar respuesta a una problemática actual en la infraestructura del deporte. Al día de hoy el municipio de Neuquén no cuenta con el espacio físico para dicha actividad”, comentan.
¿Por qué en el río Limay?
Durante la investigación y análisis de sitios nos enmarcamos en un Master Plan de Desarrollo Costero que hace muchos años viene realizando Neuquén. Dentro de ese programa encontramos un terreno previsto para el desarrollo del canotaje.
¿Qué inversores podrían interesarse en este proyecto?
El edificio se proyectó en dos etapas. La primera, planta baja donde pensamos que funcione la Escuela de Canotaje. Se diseñó pensando en un actor municipal o provincial. Esta primera instancia es la de menor costo de desarrollo y ejecución.
La segunda etapa, la del nivel superior donde funcionaría un gimnasio y un bar pensamos en un actor privado para que finalice la obra.
Queda a la vista que pensamos en una mixtura de actores y potencialidades.
“Neuquén posee recursos únicos por excelencia. Creemos que, a través de intervenciones de diferentes escalas, podemos mejorar el desarrollo de la provincia y la calidad de vida de quienes habitamos esta parte del país”, expresaron felices tras trabajar durante meses desde la distancia de modo virtual. Al momento de la entrevista, días atrás, Balboa estaba en Tui, Pontevedra, aclimatándose previo a competir en el Mundial de Canotaje en Rumania.
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