Covid: alerta con la visión borrosa y la picazón de ojos
Padecer conjuntivitis puede suponer el primer indicio de haber contraído la infección por coronavirus. En esta nota, los últimos hallazgos de la oftalmología argentina y mundial, y todo lo que tenés que saber para cuidarte mejor.
Desde su origen, el COVID-19 ha estado asociado, de una u otra forma, a la oftalmología. En diciembre de 2019, fue precisamente el médico oftalmólogo Li Wenliang uno de los primeros en observar, describir y alertar a la población sobre esta enfermedad.
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Y no es novedad que en los ojos se puedan expresar y detectar patologías sistémicas. Por eso, y porque además se ha reconocido que una de las vías de ingreso y contagio es la superficie ocular, esta patología tiene a los ojos como un protagonista más de estos tiempos de pandemia.
Pero dado que otros virus también pueden producir conjuntivitis o querato-conjuntivitis, estas manifestaciones no se consideran específicas del COVID-19, aunque el cuadro clínico se exprese con enrojecimiento difuso de la conjuntiva y síntomas como lagrimeo, sensación de cuerpo extraño e, incluso, dolor ocular.
Desde el aspecto funcional, los pacientes refieren percibir una visión borrosa o fluctuante.
El porcentaje de estos casos en los estudios hechos hasta la actualidad en diferentes países es bajo, con rangos de prevalencia que van desde 0 hasta el 5% de los pacientes con COVID-19, según un artículo publicado en la revista Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología.
Un dato importante para remarcar es que en todos se observó una evolución benigna en el corto plazo, que solo requirió tratamiento tópico oftalmológico sencillo.
La conjuntivitis puede ser el primero o incluso el único síntoma que presenten individuos COVID-19 positivo. También se ha reportado su aparición en los cinco a diez días posteriores a la finalización del cuadro sistémico. Por lo tanto, debemos estar alertas y, ante cuadros de enrojecimiento ocular persistente que no tengan causa concreta, hacer la consulta médica.
Por otra parte, según un trabajo publicado en la revista argentina Oftalmología Clínica y Experimental, durante la pandemia la mayoría de las personas aumentó su tiempo de exposición a pantallas de dispositivos digitales y, a la par, más del 70% presentó síntomas asociados con problemas de superficie ocular.
Este dato hace reflexionar sobre si, en realidad, la prevalencia de conjuntivitis y COVID-19 no debería ser mayor.
Existen otras manifestaciones oculares que son más severas y ocurren de manera secundaria. Generalmente, se trata de personas que ya tienen cuadros clínicos en respuesta a la enfermedad y presentan inflamación del tejido retinal y/o del nervio óptico, generando retinitis y neuritis ópticas que afectan la estructura uveo-escleral y causan uveítis. Se observan más en pacientes con diabetes e hipertensión ocular.
Por último, dado el contexto actual, cobra especial importancia el cuidado de los ojos, tanto porque pueden ser la puerta de entrada a la infección como porque en ocasiones el virus se ensaña con la visión. Ante la duda, siempre mejor consultar al médico especialista.
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