Un mes de preventiva por quemarle el galpón con sus chivas, en Neuquén
El hecho ocurrió hace 20 días en un paraje cerca de Mariano Moreno. El hombre se declaró inocente.
Un par de alpargatas halladas en la vivienda de Néstor Figueroa es, por ahora, la prueba clave que lo involucra en el incendio del galpón de un vecino en el que un número no determinado de chivas murieron calcinadas en el paraje Mallín del Muerto.
En una audiencia realizada hoy, el juez de Garantías Diego Chavarría Ruiz le impuso los 30 días de prisión preventiva solicitados por la fiscal Laura Pizzipaulo y la querellante Caren Salamanca. Los delitos que se le atribuyen son amenazas, dos hechos, incendio agravado (por la muerte de los animales) e incumplimiento de una orden judicial.
«Está cometiendo una injusticia señor juez», se quejó Figueroa, quien negó la imputación con firmeza. Dijo que el día del incendio no estaba en el lugar y ofreció como prueba la foto que le envió a su hija mientras construía un chiquero para la chancha.
Además se quejó de la acusación porque en las redes sociales está recibiendo insultos y amenazas.
De acuerdo con la descripción formulada por la fiscalía, con adhesión de la querella que representa a los dueños de los animales, el 13 de julio pasado Figueroa pasó a caballo frente a las víctimas y las amenazó de muerte. Además les prometió que iba a matar a las chivas.
Cabe aclarar que el imputado vive en el mismo campo, en la casa que fue de los abuelos de las víctimas. Según quedó expuesto en la audiencia de ayer, se la prestaron por un tiempo y no se fue más.
En cuanto a las diferencias, vendrían de arrastre, producto de una mala convivencia y de algún incidente que habría ocurrido por unos perros.
La fiscal continuó su relato: el 14 de julio, el matrimonio víctima fue a hacer la denuncia por la amenaza del día anterior y ese momento lo habría aprovechado Figueroa para prender fuego el galpón donde estaban los animales.
¿Cuántas chivas había?
¿Cuántas chivas murieron? Depende, según quién lo diga. La fiscalía contabilizó 53, los damnificados dicen que eran 62, y el imputado asegura que no llegaban a 30.
El matrimonio víctima declaró en la audiencia. Relataron los malos tratos habituales, las amenazas que les profería Figueroa, e incluso reprodujeron -con oposición de la defensa- una grabación en la cual una mujer les transmitió un mensaje intimidatorio del imputado.
En el cierre de la audiencia, el juez Chavarría Ruiz le impuso 30 días de prisión preventiva.
Figueroa pidió la palabra una vez más y afirmó: «no tengo con qué defenderme, me están matando a mentiras. La comida de mis hijos se va por mentiras, porque pierdo el trabajo y ellos no comen».
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