Sigue en baja la inversión en el país y se acentúa el éxodo de empresas

Para especialistas y consultores la crisis iniciada en 2018 y profundizada por el actual gobierno no encuentra un piso. No hay proyecciones laborales. Las restricciones al dólar, la incertidumbre jurídica y el peso fiscal, forman parte del inventario negativo que observan los inversores.

Tras la crisis que saltó en mayo de 2018 y que se profundizó a partir de los “pifies” del actual gobierno, agudizados por la pandemia, el clima de negocios en el país se sigue deteriorando en forma notable, a tal punto que comenzando el segundo semestre de 2021 el nivel de inversión en la Argentina se mantiene muy bajo: entre el 16 y 17 por ciento. Y lo que es más grave, sigue el proceso de salida de empresas.


Diversos especialistas consultados por RÍO NEGRO coinciden en que el cepo cambiario, el desborde inflacionario, la inestabilidad macroeconómica, la falta de certidumbre en lo jurídico institucional, la presión tributaria, la rigidez laboral y el exceso de regulaciones han generado un panorama sombrío.


En las últimas dos semanas, sin ir más lejos, se confirmó la salida del país de la empresa farmacéutica estadounidense Eli Lilly, la cual confirmó que su alejamiento de Argentina obedece a que “cambia modelo de negocio” en el país.


En la última semana se confirmó también la decisión de la Escuela de Negocios de Harvard, instalada en Buenos Aires en 1999, que cierra sus oficinas y se trasladará en 2022 a Montevideo.


Esta entidad, en una dura carta de explicación sobre la salida de Buenos Aires hace referencia a la situación general del país y particularmente a la emigración de personas altamente capacitadas, considerando que la misma se profundizado en los últimos tiempos y lo que es más grave, es que observa que esa tendencia negativa se profundizará en los próximos años.


En los últimos días se conoció la encuesta realizada en julio por el Instituto para el Desarrollo Empresario Argentino (IDEA) quienes si bien admitieron una mejora en cuanto a la perspectiva de la actividad en el segundo semestre, la mayoría de los hombres de negocios consultados admitieron que no estaban pensando tomar personal o ampliar sus respectivas plantas o establecimientos.


Los números fríos dan cuenta que la inversión en general en la Argentina en este momento se ubica entre el 16 y 17 por ciento, con lo cual que lo único que se está llevando a cabo es amortización de capital, es decir, mantenimiento de planta y de capital humano, pero cero expansión para generar empleo genuino.


Precisamente, el titular de la consultora Infupa, Manuel Solanet, advirtió que la tendencia de la salida de empresas “se profundizó a partir de las elecciones primarias de agosto de 2019, donde se confirmó el regreso del kirchnerismo”.
“Y justamente lo que se ha visto desde diciembre de 2019 es que muchas empresas extranjeras se hayan ido, otras hayan trasladado parte de su operatoria a otros lugares de Latinoamérica. Esto se da en un contexto de alta inflación, incertidumbre jurídica e institucional, exceso de regulaciones, como es por ejemplo el cepo cambiario, fuerte presión impositiva, a lo que se le suma mayores restricciones laborales”, recalcó Solanet.


Por su parte, desde la consultora Orlando Ferreres puntualizaron que se “siguen reiterando los casos de empresas y áreas de multinacionales que dejan Argentina”.


“Si bien la inversión estuvo creciendo en los últimos meses, de la mano de la construcción y maquinaria agrícola, lo que se ve es los niveles de inversión en el país sigue siendo muy bajos, por debajo del 20 por ciento del PBI. Creemos que está entre el 16 y el 18 por ciento, con lo cual lo único que se hace es amortizar el capital”, consideró Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora.


Spotorno recalcó que para que haya generación de empleo genuino en el país la inversión debe estar en un nivel mínimo del 24 por ciento del PBI, con lo cual en este momento se observa una enorme distancia para poder cambiar el panorama actual.


Por su parte, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, enfatizó que “sabemos que se fueron muchas empresas de la Argentina desde 2020 a la fecha, pero hay otras más que no fueron informadas y que también dejaron el país”.


No es solo el tema de la salida de empresas. En la Argentina desde hace mucho tiempo se viene dando una fenomenal salida de capitales, que se agudizó desde mayo de 2018 en adelante. En este momento, después de Rusia, Argentina ocupa el segundo lugar entre los países que registran mayor salida de capitales”, recalcó Abram.

Una tendencia que se profundiza

Los especialistas, entidades y consultoras coinciden en que más allá de alguna mejora puntual o pasajera en la actividad económica, el país tiene un rumbo que no genera confianza.


Por eso no es casualidad que entre 2020 y lo que va de este año se retiraron de la Argentina, entre otras, las aéreas Latam, Qatar Airways, Emirates y Air New Zeland.


En el sector de autopartistas el éxodo incluyó los proveedores de pintura y cubrimientos Axalta, Basf y PPG.
El retail vio la partida de Walmart, que vendió la operación local al Grupo de Narváez, y Falabella,
incluyendo su unidad de negocios Sodimac.


En el sector textil, destejieron su presencia Nike, que buscó traspasar su operación local a la mexicana Axo, y Asics que la traspasó al Grupo DASS”.


Y en estos últimos días se confirmaron Eli Lilly y la Escuela de Harvard.


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