Vaca Muerta sumó más de 100 pozos en el primer semestre
El impulso del mejor precio del crudo y el Plan Gas Ar, potenciaron los desarrollos. Los pozos no convencionales ya igualan a los realizados en todo el 2020.
El balance de la primera mitad del año en los campos de Vaca Muerta dejó un nuevo dato alentador, ya que en ese plazo se conectaron más de un centenar de pozos y se está muy cerca de igualar todo el nivel de actividad que hubo el año pasado.
De acuerdo a los registros oficiales del ministerio de Energía y Recursos Naturales de Neuquén y a un reciente informe de la consultora Economía y Energía, hasta el mes pasado se sumaron 111 nuevos pozos en áreas no convencionales, es decir tanto en la búsqueda del shale de Vaca Muerta como del tight.
De ese total la gran mayoría se orientaron precisamente hacia la roca generadora, que sumó en esta primera mitad del año 103 pozos productores.
Si bien estos valores están por debajo de los registrados en 2019, marcan una buena recuperación después del golpe que fue el año de la pandemia cuando la cantidad de pozos no convencionales conectados en Neuquén en todo el año había llegado apenas a 114.
Otro dato positivo es el ritmo de conexión de los nuevos pozos en los campos de Vaca Muerta, dado que mientras en mayo se sumaron 19 perforaciones, el mes pasado ese nivel volvió a elevarse hasta los 29 nuevos pozos.
Nuevos pozos conectados en Vaca Muerta
La evolución de la conexión de nuevos pozos reflejó además las particularidades que estuvo esta primera mitad del año, ya que mientras se observa un inicio de año con una actividad moderada, con 9 pozos en enero y 10 en febrero, en marzo se ve el pico de conexiones de este año con 34 pozos, con un fuerte impulso en la puesta en marcha de pozos de petróleo acorde tanto al mejoramiento de la demanda nacional como al aumento del precio internacional que está potenciando las exportaciones.
En detalle, en marzo se conectaron 27 pozos productores de petróleo y 7 de gas.
Pero las gráficas elaboradas por la consultora Economía y Energía, dan cuenta de que en abril se sintió con toda la fuerza el reclamo del personal de Salud Pública de Neuquén, ya que en ese mes solo se conectaron dos pozos.
Este brutal desplome refleja lo que sucedió en la formación shale a raíz de los bloqueos de rutas y caminos por parte del personal sanitario que mantuvo los cortes en la zona petrolera por nada menos que 22 días.
En mayo la actividad repuntó con un fuerte impulso en el segmento del gas, ante la búsqueda de una mayor producción no solo para cumplir con los compromisos asumidos en el Plan Gas Ar, sino también ante la llegada del frío del invierno.
En ese mes se conectaron 19 pozos, de los cuales 15 estuvieron destinados a la producción precisamente de gas natural. Y en junio se vio un fenómeno interesante que es una mayor distribución, con 29 pozos en total, 19 orientados al petróleo y 10 al gas.
En detalle, en este mes YPF fue la firma que más pozos incorporó al sumar 13 perforaciones, de las cuales 6 son de gas y corresponden a las áreas Aguada de la Arena y Rincón del Mangrullo. En tanto que también se anexaron 7 pozos petroleros en el bloque La Amarga Chica, que opera la petrolera de bandera junto a la firma malaya Petronas.
Preocupa la falta de equipos para Vaca Muerta
Vista Oil&Gas y Shell fueron las operadoras que compartieron el segundo lugar en actividad, con 4 pozos sumados en cada caso en el mes. La firma de Miguel Galuccio sumó esas conexiones en Bajada del Palo Oeste, en tanto que la angloholandesa lo hizo en Cruz de Lorena, ambos bloques corresponden a la producción de crudo.
En gas Tecpetrol y Pluspetrol sumaron dos pozos en Fortín de Piedra y La Calera, respectivamente.
Y en el segmento del crudo, Pan American Energy (PAE) incorporó dos pozos shale en Lindero Atravesado, y Chevron también conectó dos pozos en El Trapial – Curamched, un bloque en donde la firma norteamericana está avanzando en la producción del petróleo del norte de Vaca Muerta.
Pese al repunte de la actividad, la conexión de nuevos pozos en Vaca Muerta y en general en el no convencional de Neuquén sigue estando por debajo de los niveles que se requieren para explotar el potencial de la formación, ya que incluso los 291 pozos conectados en 2019 marcaron que no se había alcanzado la meta de las 300 perforaciones por año.
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