De Bahía a Plottier, 20 años dedicados al arte
La artista Marianela Alessandroni lleva adelante numerosos talleres en el conservatorio Mabel Blanco. Con dos décadas de experiencia, recuerda la provincia neuquina como un punto de partida.
Con la pintura abstracta como bandera, la artista plástica Marianela Alessandroni explora diversas técnicas (pintura al óleo, acrílicos, tela, dibujo sobre grafitos y aerografías…) en su extensa carrera, que comenzó hace dos décadas. Y mientras una de sus obras participa de una exposición en Brasil -el Proyecto Miniarte Internacional-, es una buena excusa para repasar su historia.
Marianela nació en Cabildo, Bahía Blanca. Allí comenzó a incursionar en la pintura de forma autodidacta, y años después pasó por la escuela de Bellas Artes. De allí en más, su voracidad por aprender la llevó a participar de numerosos seminarios en todo el mundo. “Soy profesora de pintura decorativa recibida en el conservatorio de arte Mabel Blanco, de Buenos Airess. Doy clases de todas las técnicas, pero mis obras son abstractas”, explica.
Su llegada a la región se produjo en 2002, cuando Marianela arribó a Plottier. Allí abrió su primer taller, en el que aún hoy brinda clases. Según cuenta, comenzó con dos alumnas pero ya supera el centenar. “Siempre me gustó el arte y cuando descubrí ese placer, me dediqué a la pintura. Me perfecciono día a día utilizando distintas técnicas. El arte lo llevo en el alma”, asegura.
“Cuando llegué a Neuquén, no conocía mucho de la zona. Mi primera presentación fue basada en lugares de la región, en 2002. Ahí realicé ‘Sueños en Villa El Chocón’, y mi obra fue seleccionada por la Dirección Provincial de Cultura de Neuquén para exponer en Paláis de Glace de Buenos Aires”, recuerda Alessandroni; y añade que “fue puntapié inicial para elegir donde trabajar, el saber que este es mi lugar”.
Desde ese entonces, la dedicación de la artista fue constante. Expuso en distintos lugares de Neuquén y también localidades vecinas; pero su esmero por el arte la llevó a exponer nuevamente en su Bahía Blanca querida, para recorrer después grandes salas de Buenos Aires. Pero no se detuvo ahí: sus cuadros trascendieron los límites nacionales y llegaron a México y Estados Unidos. Allí expuso en la Galería de Arte Menduiña Schneider, de la ciudad de Los Ángeles. La obra fue “Mi primer amor”, una pintura en óleo micro espátula de 30 x 40. “Aquella experiencia generó mucha fuerza en mí” indica la artista, que además fue nombrada miembro de honor en la Escuela de Arte.
Desde el 2012 fue nombrada por la directora del conservatorio de arte “Mabel Blanco” como representante del taller, donde actualmente dicta una gran cantidad de profesorados. Los mismos son dictados con distintos profesores que integran el taller de Alessandroni.
La pandemia, lógicamente, marcó un antes y un después para todos y llevó a Marianela a reinventarse y buscar opciones de comunicación con sus alumnos. Fue entonces cuando comenzó a dar sus clases en forma online y a realizar charlas en vivo con la gente. “Con el tema de la pandemia y al ser éste mi único medio de trabajo, no dejé de dar clases y comencé a dictarlas online”, explica. Y, como si de un guiño del destino se tratara, agrega que vive “con mi hija de 11 años, que también le gusta la pintura”.
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