«Éxodo», el nuevo disco de los neuquinos GiroAngular

El trío pop neuquino GiroAngular acaba de editar Éxodo, su segundo disco, un trabajo de ocho canciones acaso más intimistas de lo que fueron sus anteriores producciones.  

Este disco, el primero producido íntegramente por GiroAngular, no solo generó un cambio a nivel sonido sino también fortaleció los vínculos tanto en el proyecto como en lo personal. 

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Éxodo nació de un constante intercambio de ideas vía mails y whatsapps y luego, en CasaAngular, todos reunidos. La grabación se realizó junto a Gastón Saso, actual sonidista de la banda. La etapa de mezcla tuvo lugar en San Patricio del Chañar, lo que permitió a la banda realizar pequeñas escapadas conectando con los paisajes del valle neuquino.  

Daniel Melero fue quién estuvo nuevamente a cargo de la masterización, donde hubo un intercambio más fluido ya que habían trabajado en conjunto en el material anterior.  
 
Con base de operaciones en el electropop, GiroAngular es la resultante de una delicada fusión de teclados, guitarra, bajo, programaciones y voces en composiciones que juegan con la oscuridad y el frenesí electrónico. 

En 2016, Lucas Camporelli (bajo) y Luisalon (voces y autor de las letras), quienes compartían proyectos musicales desde hacía tiempo, decidieron darle forma a uno en su máxima expresión. Así nace GiroAngular: melodías galácticas, ritmos que obligan a bailar, synthpop oscuro, sensual y brillante a la vez. Su estreno fue en noviembre de ese año, en Neuquén, y desde ese momento cada show ha servido para marcar tendencia en estética y sonido. 
 
En 2018, luego de su paso por varias bandas, se unió al proyecto Marcelo Ahumada, quien aportó guitarras oníricas con unos toques de new wave y post punk que se pudieron lucir en Entrañas, el primer EP de GiroAngular, el cual fue grabado y mezclado en Neuquén por Mauro Saldaño y masterizado en Buenos Aires por Daniel Melero (productor de Soda Stereo, Babasónicos y Todos Tus Muertos). Este contó con seis temas y representó el lado visceral a la hora de componer y la forma de ser de los músicos.   

En diálogo con RÍO NEGRO, los músicos comentaron el proceso de grabación de su flamante trabajo hecho en pandemia. 

P: ¿Cómo vivieron esto de grabar un disco en pandemia?  

R: Tuvimos la suerte de que para la etapa de la grabación las restricciones eran más leves y pudimos realizar todo el proceso junto a Gastón Saso, nuestro sonidista, con quien grabamos el disco en la Casangular, así que por ese lado no nos vimos tan afectados, fue un proceso bastante relajado y que disfrutamos mucho.      

P: ¿Cómo fue hacer música en este proceso?  

R: Nos vimos obligados a modificar el formato de composición con el que veníamos trabajando: pasamos de componer los tres juntos a armar composiciones por separados e ir enviando el material de manera virtual y completando las ideas de esa manera.   

P: Suenan diferente, ¿ustedes lo sienten así también? 

R: Completamente, ya que nuestro disco anterior tiene un sonido más enfocado en el pop electrónico y en “Éxodo” el sonido, compositivamente, está más enfocado en el rock. 

La evolución es constante, más allá del concepto en sí: nosotros no paramos de hacer cosas desde que estamos juntos, eso genera una evolución inevitable y cambios constantes, desde la forma de componer a la elección de sonidos. Por supuesto que las historias cantadas también fluyen hacia ese mismo destino. 

P: ¿Por dónde van las letras de este disco? 

R: En general nunca le cantamos a algo específico, nuestras letras hablan de relaciones, de amistad, de fiestas y turbulencias, de desencuentros y de pasiones, siempre hay algo de qué escribir.     

P: Además del trio electropop que son, tienen un equipo técnico que los banca.  

R: Si, totalmente, si no sería imposible generar tantas cosas: Magdalena Azcazuri es la mano derecha de la banda, no sólo hace coros, también se ocupa de la fotografía, videos y de la estética en las redes, entre otras cosas; Gastón Saso, quien es nuestro sonidista y es quien grabó y mezcló el último disco.