A pulmón trasladaron nieve para mantener en condiciones pistas del cerro Catedral
La falta de precipitaciones y las altas temperaturas obligaron a implementar un operativo de emergencia para mantener sectores en la parte superior del centro de esquí. Personal de Capsa, instructores, empleados de los paradores se sumaron con palas y baldes.
La marcada escasez de nieve en el cerro Catedral demandó este martes un operativo extra para adecuar las pistas en forma manual, con empleo palas y baldes, en el que participaron instructores que trabajan para clubes, instructores independientes, personal de los paradores gastronómicos y empleados de Capsa.
Según lo informado por la empresa Capsa, la situación se tornó particularmente crítica debido a las temperaturas altas que se registraron hoy y falta de precipitaciones, que contrastan con las nevadas “históricas” del año pasado.
Por razones de seguridad, desde hoy la concesionaria del cerro decidió abrir solo medio día para esquiadores, que tienen acceso a determinados sectores de la zona media y alta de la montaña solo entre las 9 y las 13.
La limitación tiene el objetivo de preservar el manto blanco todo lo posible, a la espera de nuevas nevadas. Capsa aseguró que “está poniendo su máximo esfuerzo en la generación de nieve técnica” en aquellas áreas donde hay cañones disponibles. Donde no los hay, la tarea consiste en mover nieve natural mediante máquinas pisapista, para garantizar “la conectividad entre pistas y caminos”, acondicionar al menos algunos sectores y ponerlos a disposición de los esquiadores y snowbordistas.
El gerente de montaña, Matías Marcaccini, le explicó a este medio que el trabajo con máquinas “ya no alcanzaba” y fue necesario aprovechar también la nieve acumulada en “recovecos y cañadoncitos”, adonde las pisapistas no pueden acceder.
En esos casos, los voluntarios trabajaron con palas para poner la nieve en callejones donde la máquina sí puede hacer su trabajo. Marcaccini estimó que “unas 90 personas” participaron hoy en esa tarea colectiva, entre personal de Capsa, instructores de esquí y trabajadores de los paradores.
Según el gerente de montaña de la concesionaria, “no es la primera vez que ocurre, pero sí pasaron muchos años desde que hizo falta mover nieve con palas y barquetas, allá por 1985 y también en el 96”, cuando las nevadas fueron muy esquivas.
“En los últimos años no fue necesario”, afirmó. También subrayó que en la base y en plaza Oertle “la realidad es otra, porque se pudieron instalar 20 cañones que garantizan nieve de excelente calidad” y son hoy en día “los sectores que mejor están” en toda la montaña.
Para la fabricación basta con que haga frío y haya agua disponible. Marcaccini dijo que el esfuerzo realizado “a pulmón” en la parte alta de Catedral tiene el objetivo de “brindar un buen servicio” a los usuarios del centro invernal y admitió que “nadie sabe” cuánto puede durar. “Esperamos llegar al fin de semana, cuando caería un poquito más de nieve que ayude en todo esto”, confió.
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