Una familia neuquina por el Camino de Santiago de Compostela
Eugenia, Fernando y sus hijos Tomás y Agustín hicieron la peregrinación en dos oportunidades. Caminaron más de seis días juntos y unidos en la fe.
Somos una familia de Neuquén Capital . Hicimos el Camino por Santiago de Compostela, España, en varias oportunidades y su arquitectura, su historia, sus leyendas y tradiciones nos hicieron vivir un viaje diferente.
En el año 2015 hicimos el camino Francés desde Sarria a Santiago con unos amigos con quienes compartimos el interés de conocer la ruta de peregrinación más importante del mundo y cuyas peregrinaciones no se han interrumpido nunca desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en el siglo IX, hasta nuestros días. Nos conmovió pensar que por esas rutas transitaron antes celtas, romanos , visigodos.
Vimos que había algunas familias que lo hacían con sus hijos y nos emocionó la idea de volver junto a nuestros hijos de 7 y 9 años en ese momento. Dos años después en 2017 fuimos juntos y caminamos 118 km compartiendo, hablando cantando: lejos quedó la Play y la computadora.
En 2019 viajamos por España casi 20 días, visitamos a la Familia de mi marido en Finisterre, Galicia y a nuestros amigos en Oviedo, Asturias y elegimos el camino Portugués. Por la costa recorrimos desde Vigo hasta Santiago de Compostela otros 100 kilómetros. Caminamos por senderos con vista al mar, conocimos las islas Cies una de las reservas ecológicas más importantes del mundo y compartimos en el andar charlas y momentos llenos de emoción con otros peregrinos.
En Padron vivimos con la gente del lugar una fiesta Medieval que se hace cada año . Vimos a las personas del pueblo vestidas de época, puestos de artesanías , comidas típicas, música celta con gaitas y flautines te transportan a esa época, exhibiciones de habilidades de cetrería tan típicas de la Edad Media (es un arte de dar a la caza a animales mediante el uso de aves como búhos , águilas, etc).
Vos también podés compartir tu recuerdo viajero. Mandanos tu historia al Facebook del Voy o al correo electrónico voy@rionegro.com.ar.
Voy
Lo más impactante fue el momento en el que luego de caminar durante seis días llegamos a la Plaza del Obradoiro, el corazón de Santiago de Compostela frente a la gran Catedral donde sentimos con gran emoción una vez más la meta cumplida. Luego, seguimos hasta Finisterre también llamada fin del mundo por ser unos de los puntos desde donde se ve el Océano Atlántico desde su gran Faro imponente, el fin de un gran recorrido físico y espiritual donde se encuentra la señal del kilómetro cero .
Durante todas las rutas peregrinas cada tramo esta señalizado con la concha del peregrino (son unos carteles azules con la vieira invertida en amarillo ) que indican cuantos son los kilómetros que faltan para llegar al final del camino. La gente es muy hospitalaria, están habituados a relacionarse con los peregrinos, en cada pueblo siempre hay alguien que puede ayudarte si necesitas algo desinteresadamente, hay muy buenos servicios incluso en los lugares chicos .
Cuando mencionábamos que éramos de la Patagonia, quedaban impactados por el trayecto que habíamos recorrido. Nos preguntaban si conocíamos a algún primo o pariente que se había ido a Argentina hace algunos años, que vivían en Mar del Plata o en Buenos Aires. Les explicábamos que estábamos a mas de 1200 km y no dejaba de sorprenderlos nuestra extensa Argentina.
Un año antes hicimos un pequeño entrenamiento, caminábamos juntos, en plano, en barda. Un gran consejo es animarse. Se puede, todos pueden hacerlo, pero es un viaje distinto. Hay que viajar livianos: tres mudas de ropa, un par de zapatillas puesto, otro de repuesto y nada más. Igual de despojados del alma tenemos que dejar en casa aquello que nos preocupa, que no podemos resolver y llevar abierto el corazón a compartir la experiencia con quienes elegimos emprender el viaje.
Es importante ponerse en contacto con alguna de las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago que hay muchísimas para que les puedan emitir la credencial de peregrino que les permitirá acceder a los albergues de peregrinos. No pierdan la oportunidad de alojarse en los albergues, allí tendrán la oportunidad de conocer a personas, compartir mesas de juegos, cocinas, lugares para lavar y secar tu ropa, la mayoría tiene muy buenos servicios. Normalmente se ofrece el servicio de traslado de mochilas , para tramos largos que a veces nos costaría más hacer. Este servicio funciona muy bien.
Es importante entender que el camino es el que impone el tiempo a los peregrinos y no el peregrino al camino, no es una carrera. Un viaje como este no es solo para conocer lugares, gente, colores, comidas sino también para crecer en la fe. Descubrir que caminar juntos 6,7,8 horas diarias no es más que la síntesis de la vida, donde transitamos por momentos de dolor, de angustia, pero también de amor, de alegría, de asombro, de entendimiento y aun así seguimos adelante ¡Buen camino!
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