Los acuerdos que no tiene Neuquén


Seguro no caerá bien si los intendentes del MPN vuelven a tomarse algunas licencias en la aplicación de las medidas.


Terminó la tan temida semana de confinamiento. Los resultados sanitarios se verán en los próximos siete a diez días. Sin embargo, hay datos que ya se pueden analizar en Neuquén. Sobre todo a partir de la extensión de algunas restricciones anunciadas ayer por el gobierno provincial. Medidas, hay que adelantar, no serán acatadas en su totalidad por algunos intendentes de la provincia. Lo que sí quedó claro en estos días fue que el impacto en la curva epidemiológica deberá ser leída con la nota al pie de una sociedad que, mayoritariamente, acató las recomendaciones y la deficiencia, otra vez, de los controles a la circulación.

Las restricciones aplicadas llegaron en un momento límite. En las últimas dos semanas la provincia acumuló 176 muertes por coronavirus, un promedio de un fallecimiento cada dos horas, y un nivel de casos con números diarios no conocidos hasta ahora. La exponencialidad de los contagios fue tan pronunciada que no solo colapsó el sistema de Salud sino que comenzó a afectar las actividades económicas.

El gobernador Omar Gutiérrez se anticipó al último decreto presidencial, pero llegó tarde con las medidas escalonadas que comenzó a aplicar desde mediados de mayo cuando la situación epidemiológica ya posicionaba, al menos a dos departamentos de la provincia, en situación de “alarma”, la categoría más elevada según los parámetros nacionales.

Quizá, como le pasó al ciudadano común, la velocidad de los contagios tomó por sorpresa al gabinete que, esta vez, sí buscó el apoyo de organizaciones y cámaras, para avanzar ante mayores restricciones. Como sea, ese consenso funcionó: en Neuquén las protestas anti cuarentena pasaron desapercibidas y casi no hubo reclamos sectoriales.


La factura que ahora deberá levantar el gobernador es la de los controles. Las fuerzas de seguridad no pudieron o no recibieron la orden de hacerlos más estrictos.


La factura que ahora deberá levantar el gobernador es la de los controles. Las fuerzas de seguridad no pudieron o no recibieron la orden de hacer operativos más estrictos y efectivos. La ministra de Seguridad, Vanina Merlo, incluyó dentro de su reporte las multas a 23 personas por no usar barbijos. La cifra es insignificante, por si hace falta la aclaración.

El grado de éxito que alcancen las medidas tendrán dos componentes: el compromiso social y, en segundo grado, los consensos alcanzados. Los primeros en señalar que los controles fueron insuficientes fueron los jefes municipales, que son quienes deben poner la cara ante el sector comercial de cercanía.

Los intendentes optaron, con mayor disimulo que hace un año, por hacer una presencia tenue. Dicen que no pueden clausurar porque, ciertamente, la burocracia que demanda levantar las fajas suma otro drama al sector que se autopercibe como el más castigado por la pandemia. Pero en Neuquén, a diferencia de la vecina Río Negro, los comerciantes acataron las disposiciones o directamente hicieron caso omiso, pero no elevaron el tema a la categoría de reclamo político.

Uno de los dirigentes de mayor peso en la política neuquina lo resumió con una fórmula: trabajar y restringir. Permitir que todos trabajen y a las 20 aplicar una fuerte restricción de circulación, sintetizó. Sin contacto entre sí, hay intendentes que piensan en el mismo sentido y no descartan flexibilizar las medidas anunciadas ayer por Gutiérrez, que establecen el límite de circulación hasta las 18. Esto es algo que ya aplicó Cutral Co y que los municipios rionegrinos conectados a Neuquén implementarán desde el lunes.

Seguro no caerá bien si los intendentes del MPN vuelven a tomarse algunas licencias en la aplicación de las medidas.

Lo que si cayó mal al interior del partido provincial, incluso en la propia lista Azul, fueron los encuentros virtuales con la militancia de los que participó Gutiérrez. La oposición no dudó en criticarlos y exponer el mal momento elegido. Desde el oficialismo le bajaron el tono y dijeron que suelen ser reuniones a las que asisten voluntarios que participan en tareas administrativas y de logística del plan vacunatorio tomado como bandera por el gobernador, pese a críticas de algunos de sus leales al ritmo de ingreso de dosis al país.



Seguro no caerá bien si los intendentes del MPN vuelven a tomarse algunas licencias en la aplicación de las medidas.


Terminó la tan temida semana de confinamiento. Los resultados sanitarios se verán en los próximos siete a diez días. Sin embargo, hay datos que ya se pueden analizar en Neuquén. Sobre todo a partir de la extensión de algunas restricciones anunciadas ayer por el gobierno provincial. Medidas, hay que adelantar, no serán acatadas en su totalidad por algunos intendentes de la provincia. Lo que sí quedó claro en estos días fue que el impacto en la curva epidemiológica deberá ser leída con la nota al pie de una sociedad que, mayoritariamente, acató las recomendaciones y la deficiencia, otra vez, de los controles a la circulación.

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