La experiencia de comanejo en Villa Tacul
La intendencia de Bariloche y la comunidad mapuche Tacul-Cheuque ratificaron el acuerdo para ese rincón del parque municipal Llao Llao.
La werken de la comunidad Tacul-Cheuque, Ana María Dominick, dijo que mantienen con municipio un vínculo de “cooperación mutua y cuidado del medio ambiente” que es beneficioso para ambas partes, pero señaló que el cuidado del bosque Llao Llao se hace cada vez más difícil porque “la gente no toma conciencia”.
Señaló que el “comanejo funciona bien” y tanto la comunidad que integra, asentada en la zona de Villa Tacul (en pleno bosque Llao Llao), como el propio municipio se reparten la tarea de prevención y control, aunque sólo los guardabosques tienen poder de policía.
El intendente Gustavo Gennuso ratificó esta semana el convenio firmado en 2018 con la comunidad lof Tacul-Cheuque que se renueva en forma periódica.
Indica también que esa tarea demanda necesariamente “una política coordinada y participativa entre ambas partes”. En lo inmediato los Tacul-Cheuque se fijaron el objetivo de consolidar la recuperación territorial que iniciaron en 2007 en la península Llao Llao y desarrollar actividades vinculadas al turismo.
El acuerdo propiciado en su momento por la gestión Gennuso puso fin a una hostilidad de varios años, que incluyó una demanda del municipio por usurpación, rechazada por la Justicia hace ya una década. Los Tacul lograron demostrar que sus ancestros tuvieron presencia efectiva en el lugar desde fines del siglo XIX, mucho antes de la creación del parque municipal Llao Llao, que hoy tiene carácter intangible.
Dominick dijo que en verano trabajan con los turistas, ofrecen “servicio de estacionamiento y cuidado de autos” y también cobran derechos de uso del muelle histórico, construido allí por su abuelo.
“La idea es trabajar de a poco con el turismo, se pueden hacer salidas de pesca y lograr así un sustento para la comunidad”, que mantiene allí una “ruca” en la que viven unas pocas personas.
Comentarios